Empezó diciembre y la calle habla con mayor conflictividad social. Una semana que hizo foco en las internas dentro de la coalición de gobierno. El presidente y la Vice. La Justicia. El Congreso. Larreta y el resto del país.
Jesica Calcagno @Jesi_mc
Domingo 6 de diciembre de 2020
Entre las tensiones y las necesidades mutuas
Es vox populi que la relación entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta está distante. El inicio -públicamente- fue la carta de Cristina. No hay que olvidar que el eje fue el llamado a un acuerdo social “que abarque al conjunto de los sectores políticos, mediáticos y sociales”. Un pedido de “cese al fuego” que en su momento se leyó más dirigido a los que presionan a la devaluación, y hoy puede ser más leído para el cese judicial.
La mención al “sector mediático” fue y es sugerente de una de las grandes preocupaciones de la vicepresidenta. Porque incluye a poderes económicos y judiciales. Nadie duda a esta altura que el Grupo Clarín es un gran impulsor y vocero de las causas que apremian a Cristina.
Alejandro Bercovich le puso un título a la situación dentro de la coalición de gobierno: “está todo podrido”. Hay varios motivos, pero uno central es la preocupación de la vicepresidenta sobre su situación judicial. “Creía que, a esta altura, su situación en tribunales ya no sería tan apremiante” dice Bercovich en su panorama semanal. Algo que no ocurrió hasta ahora, y esta semana dejó varios mensajes.
Como no podía ser de otra manera, Eduardo Van Der Kooy en Clarín se regocija al repasar estas noticias. Esta semana hubo dos fallos judiciales de relevancia. Uno, de la Sala I de Casación que avaló la ley del arrepentido y lo actuado en la famosa causa de “los cuadernos” que involucra a la vicepresidenta. Otro, de la Corte Suprema que ratificó la condena a Amado Boudou, nada más ni nada menos que un ex vicepresidente que podría volver a la cárcel. Van Der Kooy dice algo parecido a Bercovich, que ya es repetido por todos, “la furia de Cristina por no poder limpiar su pasado resulta transmitida al Presidente”.
Como alertó el propio Amado Boudou, casi como un mensaje a los propios, “el problema no soy yo (…) El problema hoy, central, es que la principal perseguida política de Argentina se llama Cristina Fernández de Kirchner”. Así empezó una defensa de Boudou por parte de los seguidores de Cristina, que la verdad es que no se había visto antes.
En Perfil, Jorge Fontevecchia apunta también algunas de las expectativas (por ahora frustradas) de Cristina Fernández. Dice que el destino que ella había pensado para Alberto Fernández era el de “reconciliador con Clarín como significante del sistema de medios profesionales. Primero con los medios y después con la justicia”.
Hay que recordar sin embargo, que el Frente de Izquierda fue la única fuerza política que denunció y se opuso en el congreso a la “ley del arrepentido” impulsada por el macrismo. Una ley pedida por la Embajada norteamericana que legitima la extorsión para ser utilizada contra la oposición, guiando causas en forma arbitraria sacando cualquier testimonio a cambio evitar la cárcel. Y, como toda ley antidemocrática, se puede volver contra el pueblo trabajador. Esta ley fue votada y apoyada por muchos de los miembros del Frente de Todos: desde el Frente Renovador de Sergio Massa hasta el propio Frente para la Victoria (acá se puede recordar cómo votó cada diputado).
Horacio Verbitsky en el Cohete a la Luna, se refiere a esta disputa judicial. Su conclusión es que “la estrategia no es apurar el trámite para que se declare que la Vicepresidenta es culpable o inocente, sino la dilación infinita, para mantenerla en la indefinición permanente, que la trifecta mediática convierte en presunción de culpabilidad”.
Como en un juego de espejos de poder y envío de mensajes, Verbitsky bautiza “La República Autónoma del Cuarto Piso y el Estado Libre Asociado de Comodoro Py” y Román Lejtman en Infobae habla de la “República Separatista del Senado”. Es que la Vicepresidenta hace notar su disconformidad con esta contradicción judicial desde el Senado, que preside (y donde el oficialismo tiene mayoría). Lo hizo con la carta de los senadores a la misión del FMI (pidiendo negociar mejor, aunque siempre pagando las deudas fraudulentas), y esta semana haciendo cambios en el proyecto oficialista de la nueva movilidad jubilatoria: que el aumento del 5% de diciembre no sea a cuenta y que la movilidad sea trimestral en vez de semestral.
Joaquín Morales Solá aprovecha esta noticia para concluir que Alberto Fernández se resigna y rinde ante Cristina. No confía en los que hablan de “tensiones” porque el presidente “opta luego por suscribir en público todas las posiciones de Cristina”. Lo que sí queda claro del editorialista de La Nación, es que prefiere más ajuste a los jubilados, y tiene disgusto con los cambios anunciados. Pero para tranquilidad de Morales Solá, como explica Lucía Ortega en La Izquierda Diario, los cambios propuestos por el senado en la movilidad, mantienen lo esencial de la desindexación respecto a la inflación (pedido por Guzmán para hacer buena letra con el FMI). Además que no se revierte nada de los que perdieron los jubilados con el macrismo.
Las tensiones en la coalición de gobierno están expuestas. Aunque algunos busquen exagerarlas para intentar despegarse de una política económica que está ajustando al pueblo trabajador, la realidad es que sus distintas alas prefieren por el momento mantenerse unidas por mutuas necesidades. La votación del Presupuesto 2021 y jubilaciones desindexadas de la inflación expresan esa unidad de los lineamentos centrales para cumplir con el FMI y los acreedores externos.
¿PASO a la unidad?
El viernes se avanzó en un “consenso fiscal” con los gobernadores. Firmaron 21 provincias, y como era esperable, no estuvo en la foto Horacio Rodriguez Larreta. Sí estuvieron (y firmaron) otros gobernadores opositores como Gerardo Morales de Jujuy, Rodolfo Suárez de Mendoza y Gustavo Valdés de Corrientes. El jefe de gobierno porteño continúa la cruzada por los fondos de coparticipación que le sacaron luego del motín policial.
El convite fue la oportunidad para el gobierno para avanzar también en un acuerdo para eliminar por el 2021 las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias). La iniciativa oficialista pareciera tener el apoyo de los gobernadores, a excepción del mendocino Suárez y el porteño Larreta.
Aunque los argumentos del Frente de Todos para eliminar las PASO sean “sanitarios y económicos”, parece más expresión de la necesidad de mantener unida la coalición gobernante. Cerrar filas frente a las tensiones.
Martín Rodríguez en El Canciller festeja esta posibilidad. “La grieta funciona sólo para el macrismo” dice. Analizando los avatares de los presidentes y sus orígenes geográficos, aspira a que, si las PASO pasan a mejor vida, dejen “una política de partidos y coaliciones más ordenadas”.
En una delicada situación económica, social y judicial que puede perjudicar a sus distintas alas y al conjunto del gobierno, se ven obligados a buscar un equilibrio de poder en unidad para autopreservarse. Una encerrona con muchas contradicciones. Mantener la unidad con ajuste al pueblo trabajador, puede desatar rupturas de quienes los apoyaron con expectativas de estar mejor. Mantener la unidad con frentes judiciales de corrupción abiertos, puede obturar los puentes con sectores medios. Un problema adicional lo graficó “El Blog de Abel”: no es jurídico, es el poder. Allí analiza que el peligro más grave “viene de la dinámica de la política; un sector que siente que está ganando no tiene motivaciones para detenerse”. Agrega, con respecto los fallos judiciales, que “no hay una conducción común de la ofensiva con la que pueda llegarse a un acuerdo, o un armisticio”.
En otro orden de cosas, esta semana se desarrolló el debate en el congreso por el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Un terreno donde no hay unidad posible, ni dentro del Frente de Todos ni de Juntos por el Cambio. Los antiderechos expusieron sus ridículos argumentos, pero que su circo no tape el fenomenal lobby que siguen haciendo las iglesias para defender la clandestinidad del aborto. No son casuales las nuevas declaraciones del Papa Francisco al respecto: "Me causa gracia cuando alguien dice ¿por qué el Papa no envía a la Argentina su opinión sobre el aborto? Pues la estoy enviando a todo el mundo, incluso a la Argentina, desde que soy Papa" (y desde mucho antes también). Como dijeron Myriam Bregman y Nicolás del Caño, diputados del Frente de Izquierda en sus exposiciones: se debate en el congreso pero se gana en la calle.
Los millones de ganadores y perdedores
En sus habituales columnas dominicales, Alfredo Zaiat en modo “piñon fijo” sigue negando el ajuste. Algo llamativo es que luego de haber defendido fervientemente la movilidad jubilatoria original del oficialismo, ahora que el propio Senado cuestionó algunos de sus puntos, no hay ni una mención. Buscador de palabras activado, no hubo caso. Nada de nada.
Dice esta vez, citando a un economista cercano al gobierno de identidad reservada, que “el gasto se fue ajustando en la medida que la economía se fue recuperando, no al revés”.
Pero esta semana hubo un fulminante informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, que parece no existir ni para Zaiat ni para el economista citado. La pobreza alcanza a 20 millones de personas, escaló del 40,8% en 2019 a 44,2% este año. Y la pobreza infantil afecta a 8,3 millones de niños, niñas y adolescentes, pasando de 59,5% al final del macrismo al friolero 64,1% en la actualidad.
También hubo un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que pone a la Argentina dentro de las peores recesiones económicas, con una caída proyectada para este año de 12,9%.
Además de esquivar estos datos en su columna económica, se focaliza en afirmar que “el saldo volvió a ser muy negativo para operadores financieros y mediáticos promotores de una devaluación”. Pero es un cuadro, cuanto menos, tendencioso. En su afán de mostrar algún logro gubernamental, esconde lo que viene ganando el sector financiero. Ya lo hemos dicho: en las crisis hay ganadores y perdedores. La banca privada tuvo una ganancia limpia de 450 millones de pesos por día los primeros nueve meses del 2020. Y son datos del propio Banco Central. Tampoco hay que olvidarse que el oficialismo, en la disputa con Larreta, se está ubicando como el máximo defensor de los bancos que especulan con las Leliqs.
Las dos caras de la crisis. Millones en la pobreza, y millones para los bancos.
La calle que habla
Empezó diciembre, y la conflictividad social lo sabe. Quienes insisten en ocultar los ganadores y perdedores de la crisis, suelen ocultar los múltiples reclamos del pueblo trabajador. Pero la calle habla. Y cada vez más.
A un mes del desalojo y la represión en Guernica, las topadoras de Berni y Axel Kicillof no se olvidan. Las familias siguen luchando por tierra y vivienda digna y cortaron el Puente Pueyrredón este jueves. El gobierno provincial se vio obligado a convocarlos al día siguiente, y el mensaje fue claro: la lucha sigue. Se hicieron presentes además, mujeres de la toma de Magaldi de Rosario que también pelean por un techo.
Aunque la conducción de la CGT se siente con el presidente a comer asado y mostrar -como es su costumbre- que le da la espalda a los reclamos de los trabajadores, los conflictos salariales y contra los despidos crecen en todo el país.
El sector de Telecomunicaciones y Televisión, hizo un paro nacional acompañado por caravanas en distintos puntos del país.
En la Ciudad de Buenos Aires también hubo paro y movilizaciones de trabajadores y trabajadoras de la Salud, que rechazan la paritaria indigente que firmó UPCN. El fallecimiento del médico Hakim, jefe de Obstetricia del Hospital Ramos Mejía, mientras se movilizaba con sus compañeros a la sede del gobierno porteño, aumentó la bronca en salud que viene sobre exigido con la pandemia y los tratan como descartables.
Santa Fe viene movido. Los aceiteros paralizaron las plantas del Cordón Industrial de San Lorenzo. También trabajadores de la UOM se movilizaron. Y la juventud precaria de call centers está organizándose en una coordinadora, que tiene a los telemarketers de Hey Latam como uno de sus protagonistas porque peligran 300 puestos de trabajo.
Los municipales de Jujuy hicieron paro por 48 horas y también se movilizaron. La precarización del sector es extrema: hay alrededor de 2500 municipales con sueldos de entre 3500 y 6000 pesos.
Una mención especial para trabajadores y organizaciones ambientalistas de Chubut que están con incesantes y masivas movilizaciones en toda la provincia contra la megaminería que impulsa Alberto Fernández y el gobernador Arcioni, y buscan votar en la legislatura. La semana entrante se esperan nuevas movilizaciones en días decisivos, y La Izquierda Diario prepara una cobertura especial con corresponsales.
El ajuste también es palpable en los reclamos de las y los trabajadores que se siguen extendiendo en todo el país porque los salarios vienen perdiendo cada vez más con la inflación. Pobreza, familias sin techo, despidos y paritarias a la baja es parte del combo del ajuste. Trabajo y Tierra es un reclamo que unifica a la clase trabajadora. Las y los que no quieren ser ajustados, ni ser otra vez los perdedores de la crisis. Ya lo están diciendo en la calle.
PostData
Viendo el mapa que empieza a extenderse con los reclamos de las y los trabajadores, recordé una de las novelas que retrata una de las experiencias de la historia del movimiento obrero argentino. “Los que no mueren” de la pluma de Andrés Rivera. Escrita en 1959, cuenta una historia atravesada por el golpe de 1955, la caída de Perón y lo que se conoce como “la resistencia”. En ese proceso de organización en las fábricas, donde surgen nuevos delegados, comisiones internas, los enfrentamientos con “carneros”, se deja ver una experiencia con el peronismo y la decepción para muchos trabajadores que quisieron defender al General con armas pero encontraron, el día del bombardeo a Plaza de Mayo, las puertas de sus sindicatos cerradas. Uno de sus protagonistas reflexiona en un momento: “¿Para qué vivimos nosotros? ¿Para levantarnos durante cuatro mil madrugadas, llegar a los telares, pararnos bajo los tubos fluorescentes y sentir la acumulación de la fatiga, el crecimiento de la barba y las canas; y eso es todo?”. Este tipo de dilemas atraviesan toda la novela: cómo defender la vida, cómo defender un futuro, una nueva creación de futuro. Y eso, se hace en el presente.
Jesica Calcagno
Nació en Buenos Aires en 1984. Licenciada y profesora en Sociología (UBA). Acreditada en el Congreso.