Viernes 26 de marzo de 2021 13:00
24 de Marzo: Movilización de trabajadores en lucha - YouTube
Pese al intento oficial, el 24 de Marzo no fue un feriado como los demás, sino que incluyó una masiva movilización encabezada por el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, desde el Congreso a Plaza de Mayo, así como en las plazas de todo el país. La movilización fue un verdadero revés para las agrupaciones oficialistas, que quisieron que todo sea (un poco de) memoria, plantando árboles y haciendo habladas simbólicas en la puerta de algún sindicato, como Foetra. Lo cierto es que la izquierda se plantó y con precaución sanitaria salimos a la calle.
Desde hace años que las agrupaciones K eran parte de las marchas. Esta vez no lo fueron, pero la marcha fue noticia de todos los medios. Ya unas semanas antes los K prácticamente boicotearon las movilizaciones del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer. La izquierda y los movimientos independientes tomamos el guante y, contra el feminismo de los ministerios, dejamos claro que las conquistas surgirán de la lucha y no desde arriba. Por eso miles de mujeres salieron a manifestarse en todo el país.
En la marcha del 24 una de las novedades fue que en distintas partes del país se movilizaron trabajadores y trabajadoras en lucha. No solo en Plaza de Mayo, sino también en Rosario y Neuquén, los sectores en lucha encabezaron las marchas. En el caso de Neuquén fueron la Interhospitalaria en lucha, los ceramistas en lucha contra la amenaza de desalojo en Cerámica Neuquén, el Sindicato de Municipales de Centenario y las tomas de tierra en lucha por vivienda. Desde el MAC y el PTS fuimos impulsores de esta política para que triunfen estas peleas y porque la misma tiene un carácter estratégico: la autoorganización de la vanguardia trabajadora.
Los sindicatos independientes llevaron columnas débiles, de la militancia o los delegados, o directamente estuvieron ausentes. Sus dirigentes se negaron al pedido hecho por los sectores en lucha a apoyarlos, un pedido necesario porque se juegan parte de su futuro. Por el contrario, prefirieron darle la espalda literalmente, para salir adelante en una foto, con columnas de unas pocas decenas de compañeros de sindicatos que tienen miles de afiliados. Se les pidió su apoyo para unirse de este modo, sectores en lucha y sindicatos recuperados, poniendo por delante las necesidades de las luchas en curso, que deben unirse y hacer todo por ganar.
Sorprende, aunque no tanto, que el Partido Obrero en su balance haya planteado que el PTS impulsó una "columna divisionista" (sic) al impulsar en común con luchadores independientes la propuesta de que esta estas luchas encabezaran la columna, marchando inmediatamente luego de los organismos de derechos humanos, para darle mayor visibilidad a esas peleas y avanzar en su coordinación. El destrato con que nombran (o directamente ignoran) a estos sectores en lucha que, con sus reclamos, se reunieron para organizarse y marchar en común, llama la atención. "Madygraf, un grupo de Latam, un grupo del subte, de tercerizados ferroviarios y un sector de militantes barriales", dice Prensa Obrera [1]. Así son descriptos quienes se están jugando sus puestos de trabajo y, lejos de haber sido “un grupo”, eran cientos de trabajadores y trabajadoras, como queda claro en este video de la nota sobre la marcha. Estar por fuera de luchas como las de EMA o MCM que hoy mismo se volvieron a movilizar, no los habilita a negar su existencia. Para el PO, "lo esencial es invisible a sus ojos".
Las columnas de la izquierda aportamos los mayores contingentes a la movilización. En este marco, es cada vez más notoria, en casos como el del PO y de la “Tendencia”, la creciente participación de compañeros y compañeras de las colaterales piqueteras en contraste con las cada vez más débiles de militantes partidarios, así como de las ramas sindical y estudiantil.
El 24 se vio, por un lado, algo que es un hecho: está surgiendo una vanguardia de trabajadores ocupados. Por el otro, el aumento de la movilización de desocupados y desocupadas, como expresión de la crisis, el desempleo y el hambre.
Es evidente que mejoran día a día las condiciones para forjar una unidad sólida, para la lucha, entre los sectores de la clase trabajadora ocupada y desocupada que no se someten a la pasividad impuesta por las direcciones oficiales (sindicales y de los movimientos sociales).
La necesidad de poner en pie nuevas instituciones capaces de organizar a los sectores más amplios de la vanguardia obrera, “piquetera” y juvenil, es imperiosa si se quiere enfrentar el freno brutal que impone la burocracia en el marco de un ataque de los empresarios y el gobierno. Es necesario impulsar instancias de coordinación a nivel de cada municipio, ciudad o región y si es posible a nivel nacional. Los sindicatos recuperados deben impulsar el surgimiento de este tipo de organismos nuevos, donde las divisiones que se impusieron en la clase obrera (desocupados, precarios, permanentes, tercerizados, informales, etc.) puedan superarse, para poder golpear como un solo puño. Sin esto, luchando por separado, nos irán derrotando de a uno (con pérdida de conquistas, despidos o con planes de subsistencia cada vez más degradados en el caso de la asistencia social del Estado).
La organización de los compañeros y compañeras sin trabajo en distintas colaterales partidarias sólo coordinadas “por arriba” (para las negociaciones con el Estado) es lo opuesto a la autoorganización que se necesita para desplegar todas sus fuerzas. Si a esto le sumamos la política de separar la lucha de los desocupados de los ocupados -como se vio en el Encuentro que varios grupos piqueteros hicieron en Parque Lezama, donde no participaron ni siquiera los dirigentes sindicales de los partidos a los que están ligados- la división y la falta de organización amplia y poderosa, está garantizada.
De esta forma, lo que podrán conseguir los y las compañeras desocupadas, será a lo sumo y en el mejor de los casos, sostener los actuales planes con los cuales nadie puede vivir. No hay forma de conseguir trabajo genuino, repartir las horas de trabajo, frenar los despidos y ocupar las fábricas que cierren y ponerlas a producir si no es con la unidad y autoorganización amplia de ocupados y desocupados. Con ese norte estratégico impulsamos a todo nivel, la coordinación y unidad de los que luchan y se organizan, de todos los sectores unidos de la clase trabajadora, incluyendo desde ya a quienes tomaron tierras para poder vivir. Solo desde allí se podrá conquistar la fuerza necesaria para imponer a las grandes organizaciones de masas una respuesta de conjunto, acorde al ataque que nos han declarado los capitalistas, luchando por imponerles el fin de subordinación que tienen con el Gobierno y las patronales y para poder superar a la burocracia en la lucha misma o, si se niegan a ella, avanzando para poder echarla de la dirección de los sindicatos en función de ponerlos al servicio de la lucha de conjunto.
Sin embargo, la política que desde hace años llevan adelante varios partidos de izquierda es la de organizar columnas de desocupados como colaterales de los partidos, con siglas que son iguales entre sí. En esto, no hay diferencias entre el PO oficial y la “Tendencia” de Altamira/Ramal. Si poca gente pudo entender la ruptura entre el PO y su Tendencia, la imposibilidad de comprender la diferencia entre el Polo Obrero Tendencia y el Polo Obrero (a secas), es ya totalmente absoluta, porque sus formas de organización y programa son iguales (como se vio el 24M).
Las organizaciones de la izquierda que nos reivindicamos clasistas y revolucionarias, tenemos el desafío de construir las nuevas organizaciones democráticas de unidad de los sectores en lucha, que nos permitan pelear por poner de pie a sectores crecientes de la clase obrera. Sin esa fuerza, solo nos queda hacer llamados o exigencias impotentes a la burocracia o luchas sectoriales separadas de las grandes masas, sin cuya participación, es imposible derrotar el ataque lanzado por los capitalistas y el gobierno.
[1] Llamar "trabajo barrial" a vecinos de tomas en luchas y a la Asamblea Permanente de Guernica no es un exabrupto, sino el desprecio por una organización democrática cómo ésta, donde cada semana se reúnen, debaten y votan, eligen representantes para discutir con los funcionarios y se mantiene organizados. Y que este 24 de Marzo concurrieron masivamente a la movilización. Si este pequeño ejemplo se generalizara, se podría hacer un movimiento mucho más poderoso, pero el PO y su Tendencia desprecia la auto organizacion y prefiere las colaterales. Que sea el mismo partido que llamo “masa amorfa” a activistas que se reunían en plenarios abiertos no es pura coincidencia.