Los hechos de este jueves demuestran, en primer lugar, que los planes del Gobierno no cuentan con la aprobación popular, y en segundo lugar que la manifestación combativa, puede tirar por tierra estos planes. La Izquierda fue un actor de peso en esta historia.
Viernes 15 de diciembre de 2017 15:37
Este jueves, mientras Cambiemos buscaba tener el quorum para sesionar y aprobar la Reforma Previsional, manifestaciones populares en todo el país, enviaban un mensaje los Diputados Nacionales, principalmente a la mayoría opositora, el PJ, que es en definitiva, quien ha apoyado con su voto a los proyectos del Gobierno hasta ahora, permitiéndole avanzar con una serie de medidas que van desde tarifazos, hasta blanqueos de capitales espurios. Todo en perjuicio de las mayorías trabajadoras y populares.
Desde temprano, tanto en Mendoza, como en Córdoba, Rosario, Jujuy, y todas las provincias en donde el FIT tiene bases, las calles se tiñeron con las banderas rojas. En Mendoza con un corte en Colon y San Martín, uno de los principales accesos a la ciudad, con muchas más muestras de apoyo que de rechazo por parte de los automovilistas que debían modificar su recorrido. Un indicador de que este plan integral de Reformas, que comienza con la Previsional, está cayendo muy mal en la opinión pública, a medida que se van exponiendo los detalles de las mismas. Y es lógico ¿quién podría aprobar un robo a los que menos tienen?.
Tal es así, que a las 18 hs, en Mendoza, una nueva concentración contó con algo más de mil manifestantes, entre trabajadores de la educación y de distintos sectores, públicos y privados, y, otra vez, la Izquierda, el FIT, con una columna mayor a la matutina.
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La Coherencia del FIT en el Congreso
Sabiendo todo lo acontecido en Buenos Aires, tanto dentro como fuera del Congreso, que la sesión no se llevara a cabo, es un triunfo parcial, y es un triunfo que comienza en las calles, con la Izquierda como uno de los protagonistas centrales. Este triunfo parcial, no se pudo lograr en la Cámara de Senadores, porque al momento de sesionar,los Senadores del PJ, hicieron oídos sordos , vista gorda, y desestimaron a los cientos de laburantes de su propio partido, que le pedían desde la calle no aprobar este robo a los jubilados. Cuando votas a Legisladores que no responden a tus intereses de obrero, tiraste tu voto a la basura, y recordemos que muchos de estos Senadores, llegaron ahí porque iban con Scioli presidente.
La coherencia de la Izquierda reside en su contundente negativa a tratar todas las leyes que han sido perjudiciales para el pueblo trabajador. Incluso Nicolás Del Caño, en su periodo de Diputado por Mendoza, presentó un proyecto para las jubilaciones, que comenzaba por la restitución de lo que Cavallo les sacó durante el fin del Menemismo. Por ser una fuerza política minoritaria, el proyecto ni siquiera se analizó. Pero hoy, si el Macrismo llega a proponer estos disparates Reformistas, es porque fue ganando confianza, como consecuencia del apoyo brindado por el PJ, y en ocasiones por el Kirchnerismo más duro. EL poder de la protesta masiva puede torcer el brazo de los poderosos, la historia está llena de ejemplos, pero es importante tener Legisladores que puedan saltar de la calle a una banca en el Congreso, llevando el mismo discurso, que en definitiva es la voz de sus electores.
La importancia de ganar las calles
Cada vez que un poderoso quiere imponer su voluntad, y si es Gobierno aún más, cuenta con todo los medios para ejercer una violencia despiadada sobre los que están en inferioridad de condiciones, (en este caso los jubilados, y el pueblo en general), invocando el diálogo y las buenas formas, con un cinismo sin límites. En el otro lado del conflicto, la parte más débil, que no cuenta con una fuerza negociadora a la altura del oponente, y cae en un dialogo estéril, que favorece aún más a quien tiene el poder, porque el tiempo transcurre sin que la situación se modifique.
En este caso, los tiempos se aceleran, porque el Gobierno tiene la necesidad de que su propuesta se convierta en Ley y se efectivice el saqueo a los jubilados, y presiona con su violencia de ojos azules, de piel blanca y de saco y corbata, para ejercer un robo, un perjuicio descarado a los más vulnerables de la sociedad. Mientras que ante la premura y la urgencia de manifestarse en contra, el más débil que solo adquiere fortaleza cuando aumenta en número, tira piedras contra las balas de gomas del Gobierno, se tapa la cara contra el gas pimienta de los gendarmes, y es acusado, juzgado y sentenciado por los medios de comunicación y por todo aquel que perdió diez minutos por desviarse un par de cuadras de su recorrido.
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Las formas son pura estética en este caso. Violencia es obligar a quienes transitan el último tramo de su vida, a vivir en la pobreza, aunque se la ejerza desde una encumbrada y educada posición. Defensa propia, reacción, es la de los “negros” que no se la aguantan calladitos. Y si tengo que tomar partido, obviamente, lo haré por el más débil, ya que es quien sufre la injusticia. Y ese es el punto neurálgico del problema, el poder político, hoy, como pocas veces, está dividiendo a la sociedad frente a la injusticia.
La injusticia, el sufrimiento ajeno, nos molesta a todos, hoy están los que decidimos hacer algo y los que deciden mirar para otro lado. Lo que está claro en todo esto, es que el robo a los viejos no se hizo ley, y fue porque en las calles estaba el pueblo, porque los que enarbolan una bandera ideológica, y son capaces de tirarle un piedrazo, son tan pueblo, como aquel que lo mira por TV, junto a su viejito y su viejita, lamentándose, resignado, por lo mal que viene la mano, o peor aún, lamentándose por las baldosas de la plaza.
La Izquierda está en las calles cada vez que hace falta, muchas veces en soledad. Tal es la magnitud del atropello del Macrismo, que muchas fuerzas dormidas, despertaron ayer estuvieron a la par de la Izquierda, que Maximo Kirchnerr, Rossi , Donda y otros legisladores, estuvieran ayer a los empujones con la Gendarmería, junto con Bregman y Del Caño, habla de la gravedad de la situación, ya que hace algunos años atrás, solo Del Caño recibía palos de la gendarmería de Berni, cuando Rossi y Máximo, eran parte del Gobierno de Cristina.
Yo personalmente, celebro que la Ley no se haya hecho efectiva. Celebro haber aportado algo, con mi presencia en las calles. Celebro la presencia combativa de cientos de compañeros Frente a l Congreso. Y celebro que muchos laburantes y estudiantes, se estén sumando a la columna del FIT, en cada manifestación contra el Gobierno. Es reconfortante, y llena de moral, para no aflojar la lucha contra un Gobierno de patrones de Estancias.