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El Programa de Transición

Segundo Asse

@rompts.comic

El Programa de Transición

Segundo Asse

Ideas de Izquierda

Recomendamos la lectura de algunos extractos de “El programa de transición” de Leon Trotsky, y cursos que hemos dado sobre el mismo, para quienes han visto con entusiasmo o sorpresa que una izquierda trotskista se posicione como tercera fuerza nacional, y quieren conocer nuestros planteos. Pero sobre todo, para quienes se han acercado por primera vez y han colaborado con la campaña electoral, y quieren profundizar acerca de nuestras ideas.

Los procesos electorales, como el que acabamos de atravesar en nuestro país, históricamente han sido utilizados por los revolucionarios para poder difundir de la manera más masiva posible nuestro programa. Un ejemplo de esto fue la agitación que el FIT U realizó acerca del reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, para terminar con la desocupación. O por el desconocimiento soberano de la deuda externa, para que esos recursos se utilicen en las necesidades de las mayorías.

Pero antes de continuar detengámonos un segundo, ya que es probable que la palabra programa no le sea familiar a todes. Preguntemos entonces, ¿qué es un programa político?

Esquemáticamente, se puede decir que son un conjunto de tareas, de consignas (tal como el reparto de las horas de trabajo, o el no pago de la deuda), que un actor social quiere llevar adelante en función de sus intereses. A su vez, es parte del programa el cómo realizar estas tareas, como hacerlas realidad.

Por ejemplo, hoy las clases dominantes de Argentina tienen un programa. Cerrar un acuerdo con el FMI. Para eso necesitan “actualizar” las tarifas de los servicios, es decir aumentarlas brutalmente. Aplicar una devaluación, lo que significa reducir aún más las jubilaciones y salarios, entre otras medidas. Todo en función de reducir el déficit para pagar la deuda odiosa. Como queda claro, este programa está en función de sus intereses de clase, y por eso es un programa burgués.

Así como ellos tienen su programa, la clase trabajadora también necesita el suyo propio, y aquí es donde entra la recomendación de El Programa de Transición. Este es un programa de los trabajadores y los sectores populares. Un conjunto de medidas en función de nuestros intereses que, como hemos desarrollado en otros lugares, son antagónicos con los de los empresarios. Y que apuntan en la necesidad de superar este sistema, conquistando un gobierno de los trabajadores y el socialismo, nacional e internacionalmente.

La larga experiencia colectiva de los revolucionarios

Hay que decir que las consignas que agitamos desde el Frente de Izquierda Unidad no son un invento nuestro, sino que son una apropiación de medidas que ya habían sido planteadas por Trotsky en el programa de Transición. Sin embargo, el FIT U es una coalición de distintos partidos, donde más allá de los importantes acuerdos que tenemos que nos permiten formar un frente de independencia de clase. Desde el PTS tenemos importantes diferencias, tanto sobre el programa, como sobre la práctica política con estos partidos, que hemos desarrollado en otras polémicas, que pueden leerse aquí.

Pero continuando con el Programa de Transición, Trotsky dice: "Este programa no es un invento nuevo de un hombre. Proviene de la larga experiencia colectiva de los revolucionarios" [1].

Es decir que el programa no es una invención original de tal persona, sino que son las lecciones que las viejas generaciones sacaron en sus luchas contra el capitalismo. La importancia del programa está en que gracias a esto, hoy no tenemos que empezar de cero en nuestras peleas, no tenemos que improvisar como hay que contestar a los ataques del capitalismo. Sino que podemos apoyarnos sobre las respuestas que ya encontraron a problemas similares quienes nos precedieron.

Pero también aclara Trotsky, contra cualquier visión doctrinaria, que el programa: "Es la aplicación de los viejos principios a la situación actual. No se le debe considerar tan estable como el hierro, sino adaptable a la situación". Esto significa que no puede leerse como una biblia, que tiene respuestas para todo. Sino que es una guía para la acción, para ayudarnos a orientarnos. Pero que también tenemos que enriquecerlo las nuevas generaciones con nuestras experiencias.

Que el programa se haga carne

En la actualidad la burguesía intenta descargar la crisis sobre nosotros, y lo hace con medidas muy similares a las que ya han usado los empresarios y el Estado en crisis anteriores, como la época en la que Trotsky escribió este programa. Por ejemplo, rebajando los salarios, y aumentando la desocupación mediante los despidos. Ante está situación que se repite, el programa plantea una respuesta que mantiene toda su actualidad, que es el reparto de las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, y que los salarios se actualicen junto a la inflación, para que no se pierda el poder adquisitivo.

No es la intención de está recomendación explicar cada medida, desde ya mucho más desarrolladas en el propio texto de lo que aquí podríamos hacerlo. Sino mostrar por qué nos puede ser útil volver al Programa de Transición, para ayudarnos a buscar respuestas.

Sin embargo, el programa puede estar muy bien, pero en sí mismo, no pasa de ser un plan. Es necesario que "se haga carne", es decir, que sea tomado por sectores reales decididos a llevarlo adelante. Sin esto, no solo es imposible que demuestre que es un programa útil, sino que además, corre el riesgo de volverse letra muerta.

Un ejemplo vale más que mil palabras

Siguiendo este subtítulo voy a dar un ejemplo. Quienes se hayan acercado al FIT U, y sobre todo al PTS, seguramente habrán escuchado hablar de Raúl Godoy y de los obreros ceramistas de Zanon. En el 2001, el dueño de esa fábrica la cerró y despidió a todos sus trabajadores. Pero estos, que venían dando una pelea en defensa de los puestos de trabajo, decidieron tomar la fábrica y ponerla a producir bajo gestión obrera. Es conocida como la fábrica sin patrones, y así sigue hasta el día de hoy. Aunque los revolucionarios seguimos luchando para que sea una conquista en función de coordinar con otros sectores, que se multipliquen las fábricas ocupadas y demostrar la necesidad de que gobiernen los trabajadores.

En un documental sobre este proceso, donde está lucha se desarrolla mucho mejor de lo que podríamos hacerlo aqui, y contada por sus propios protagonistas, Raúl, dirigente del PTS, y que jugó un rol muy importante para que esa lucha triunfara, cuenta una anécdota que me parece muy ilustrativa. Leyendo el Programa con un compañero de la fábrica, este le decía sobre Trotsky: "Este viejo dice todas cosas que hicimos nosotros". Porque efectivamente, en el programa se plantea que ante los cierres, la respuesta obrera debe ser ocupar las fábricas y ponerlas a producir sin patrones.

Hay que destacar que estos trabajadores no empezaron la lucha pensando que había que tomar la fábrica y producir sin los empresarios. Querían defender los puestos de trabajo, evitar que sus familias terminaran en la calle. Y ahí está el arte del Programa de Transición, que fue aportado por Raul. Este parte de la propia conciencia de los trabajadores, y es desde ahí que se jerarquiza tal consigna que responde a las necesidades del momento. Ante un fin, como defender los puestos de trabajo, cuestión para la que no puede confiarse ni en los empresarios, ni en el Estado, se plantean los medios necesarios para realmente defender esos puestos de trabajo. En un punto, a los obreros ceramistas no les dejaron otra opción, si no querían terminar en la calle, que tomar estas medidas que aporta el Programa y el partido, en este caso, a través de Godoy.

Ahora, lo más interesante es como un ejemplo de este tipo, del programa aplicado en la realidad, es la mejor forma para expandirlo, para que sea tomado por otros sectores que estén pasando por situaciones similares.

La importancia del partido

Pero para esto, es indispensable contar con un partido revolucionario. Un partido que pueda difundir este programa, como lo hicimos en las elecciones y lo hacemos cotidianamente a través de este diario. Pero también que cuando se dé la ocasión, pueda junto a sectores que salen a la calle a pelear, llevarlo a cabo en la realidad. Como lo hicieron los obreros ceramistas de Zanon con el importante aporte de Raul Godoy.

Puede preguntarse aquí también que es un partido revolucionario. Desde ya no podemos agotar la cuestión, pero brevemente decimos que son la vanguardia de la clase obrera que se fusiona con el marxismo. Los trabajadores, estudiantes, intelectuales que han comprendido la necesidad de llevar adelante este programa, independiente de la burguesía y que implica afectar sus intereses, y de ruptura con el capitalismo, como única vía para evitar el aumento de la miseria a la que nos quieren arrojar los capitalistas y su Estado. Incluso porque un buen programa no garantiza la victoria en una pelea. Pero si educa a sectores en una lógica muy importante, que es la de no resignarse a la miseria que quieren para nosotros.

En concreto, el partido son esos trabajadores, estudiantes, desocupados, que cada día pelean en sus lugares de militancia contra los programas demagógicos con los que quieren engañarnos, como por ejemplo el del peronismo, que dice que no va a pagar la deuda con el hambre del pueblo, lo cual queda a las claras es una mentira. Y de las burocracias de los sindicatos, de los centros de estudiantes y de los movimientos sociales, que quieren evitar que nos organicemos. En definitiva, que pelean por una salida a la crisis que no la pague el pueblo trabajador.

Lo que se viene

Para cerrar, queremos plantear unas últimas ideas. La izquierda trotskista en estas elecciones no solo fue la tercera fuerza nacional. Estuvo el batacazo jujeño, donde un cuarto de la provincia optó por Vilca, un trabajador coya y socialista. También hubo novedades en el conurbano bonaerense. La más significativa tal vez, un 10% en el partido de P. Peron, donde intervenimos en Guernica, dónde reprimió el peronismo.

En está toma intentamos aplicar el Programa de Transición, discutiendo con las vecinas la necesidad de no confiar en el Estado. Denunciando que si las querían echar de esas tierras era por los intereses de los ricos, que querían más canchas de golf. Porque el gobierno, que defiende esos intereses, prefería desalojarlas, y no llevar adelante un verdadero plan de obras públicas para generar viviendas. Y que para conquistar lo que reclamaban, su derecho a un hogar, sólo podían confiar en su fuerza y su autoorganización, coordinando con otros sectores. Esto permitió que aun después de la represión sigan organizadas, y muchas fueran desde el peronismo hacia la izquierda (a esto nos referíamos más adelante con que no garantiza la victoria, pero “educa”).

No queremos repetirnos. Solo remarcar que el trotskismo empieza a hacerse un lugar muy importante, aunque incipiente, en los sectores populares gracias a su política. Y con una campaña que se centró en denunciar la deuda fraudulenta, el acuerdo con el fondo, la desocupación, la precarización y la pérdida salarial, con medidas como el no pago de la deuda, o el reparto de las horas de trabajo, que generó mucho entusiasmo en sectores que cada vez ven con mejores ojos a la izquierda.

Y que esto se da en un contexto donde el gobierno quiere cerrar un acuerdo con el FMI que solo significara más miseria para las mayorías. Para la propia base electoral del peronismo, en la cual nos venimos haciendo un lugar.

Qué pasaría si ante los nuevos ataques esos cientos de miles de votos a la izquierda se transformaran en una fuerza que pelea en las calles por estas medidas. Que las explican y las difunden para que sean tomadas por nuevos sectores. Si hay una fuerza que dice no al pago de la deuda, y que en sus lugares de trabajo pelea por el reparto de las horas, para que sus vecinos desocupados puedan entrar a laburar. Un primer paso de esto pudo verse el sábado 11, cuando decenas de miles se movilizaron contra el acuerdo del gobierno con el Fondo. Pero queremos y necesitamos ser más.

Para esto el Programa de Transición es una ayuda invaluable. Para que todos esos sectores puedan salir a pelear y dar vuelta el tablero. Para pelear por una vida que merezca la pena ser vivida.

Lo podes leer y descargar en: https://es.scribd.com/document/471285382/El-Programa-de-Transicion?secret_password=umOKTBfzeZBqJXTu0Kjt#download&from_embed


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NOTAS AL PIE

[1Trotsky, León, El Programa de Transición y la fundación de la IV Internacional, ob. cit., p. 151.
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Segundo Asse

Estudiante de Sociologia - UNLP
Estudiante de Sociología UNLP