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Red Internacional
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Universidad. El impacto del ajuste en los estudiantes de la UNT

En nuestra provincia un estudiante puede gastar $27.600 al mes solo en el transporte si reside en la capital, si llega desde localidades como Lules el monto asciende a los $44.000. Así lo confirma Valeria, estudiante de la carrera de comunicación en la Facultad de Filosofía y Letras, quién todos los días se transporta desde Cevil Pozo para asistir a la universidad.

Lunes 29 de abril 09:00

“Para ir a una teórica tengo que pagar $1400” cuenta Valeria, quién indica que antes de acceder al Boleto estudiantil esa era su principal preocupación, entonces “ Si la pensaba”, dice, antes de asistir a algunas clases por la erogación de dinero que eso significaba. Ahora ella “si la piensa” pero en la comida más que nada porque en el comedor universitario se paga $1000 el menú estudiantil, lo que implica un costo mensual promedio de $20.000. Actualmente solo tiene el ingreso de la Beca Progresar que le otorga $20.000 mensuales y un ingreso de $8.000 cada dos meses por notas realizadas en una redacción.

Las Becas Progresar se otorgan a aquellos estudiantes cuyo ingreso familiar no supere 3 veces el monto de salario mínimo vital y móvil, lo que equivale a $ 600.000 aproximadamente que abarcaría a las familias que no lleguen a cubrir la canasta básica valorada durante abril en $773.835,10. Estas Becas solo podrían cubrir el costo del almuerzo pero no así el desayuno, merienda o fotocopias.

Otro programa de becas que se implementa desde el 2021 son las ”Becas Manuel Belgrano” que actualmente otorgan un monto de $81.000, tiene un cupo para becar a 36.000 estudiantes en todo el país y sólo está habilitado para las carreras estratégicas.

Actualmente la provincia otorga 40 viajes al mes para los estudiantes universitarios (también en los otros niveles educativos) mediante el programa “Boleto Estudiantil Provincial Gratuito” para poder acceder a ello se le exige al estudiante tener al menos 4 materias aprobadas, esta restricción crea una condición de desigualdad frente a aquellos estudiantes que no han podido cumplir con ese requisito.

Otro costo importante a la hora de estudiar es la subsistencia diaria, en el Centro Prebisch y en el Centro Herrera se puede gastar al mes en desayuno o merienda $12.000 y otros $20.000 en almuerzo, pero este es el precio para las unidades académicas que cuentan con un comedor universitario.

Si tomamos en cuenta estos datos la beca Manuel Belgrano apenas alcanza para cubrir estos gastos de transporte y comida pero no así para solventar los costos de los materiales de estudio como las fotocopias, algunos estudiantes nos han informado que en solo un cuaderno de estudio han gastado $10.000.

En el resto de los centros universitarios, que no cuentan con un comedor estudiantil como la Facultad de Ciencias Naturales un menú estudiantil cuesta $2800 y el desayuno/merienda está a $1500, eso eleva el gasto mensual a $86.000.

Cuando el futuro depende de las becas

Cuando un estudiante confía su porvenir en una subvención otorgada por el estado sucede la siguiente contradicción: el tiempo es organizado en función de un presupuesto muy ajustado en un país donde la inflación en el 2023 registró un 211 %, esto muchas veces los lleva a buscar otras vías de ingresos para sostener los costos de estudio y de la subsistencia diaria.

En un informe realizado por la secretaría académica de la UNT acerca de la trayectoria y del uso del tiempo se indica que hay un porcentaje importante de estudiantes que ejercen una actividad laboral, estos representa el 87% de los 1949 encuestados. De ese 87% la mitad trabaja en tiempo parcial y un 37% en tiempo completo. Los resultados también arrojan que un 78% adapta la cursada a sus posibilidades reales donde el 49% cursan menos materias de las que le corresponde, mientras que un 47% acumula finales sin rendir y otro 41% interrumpen el cursado de algunas materias.

Este mismo informe indica que los alumnos utilizan entre 1 a 4 horas para la lectura de textos, el mismo lapso para el desarrollo de trabajos escritos y 6 horas semanales para preparar exámenes finales y parciales. A un 66% de los encuestados la movilidad les lleva entre 2 y 3 horas al día.

Frente a esta situación un estudiante se enfrenta a una distribución de su tiempo donde muchas veces se termina por priorizar la subsistencia por sobre el estudio. Con este dilema de por medio es complicado que un joven pueda cumplir con el programa de estudio y mucho menos aún tener espacio para la recreación o disfrutar de la cultura. Esta parte es importante para la vida estudiantil y de hecho Valeria nos cuenta que la cultura le encanta, que la moviliza y que quiere hacer periodismo cultural.

Lejos de cubrir los costos básicos de un estudiante para que se pueda concentrar en la finalización de su carrera las becas alcanzan a ser un paliativo. El propio Progresar que es el menos restrictivo en cuanto a sus requisitos, es incluso el que menos monto otorga.

Sin duda los más afectados por esta situación son los jóvenes que trabajan y estudian,ya que los bajos salarios (el INDEC señala que en el tercer trimestre del 2023 Tucuman tenía un ingreso per cápita de $87.145 ) y la alta inflación, sumado a los últimos tarifazos (transporte, servicios, etc) provoca que los mismos tenga que destinar mayor cantidad de horas a buscar otro tipo de ingreso.

De hecho de acuerdo a los datos que la UNT recoge del programa “Potenciar Egreso” de los 1178 alumnos que respondieron al llamado del programa manifestaron que entre las razones que por las que los estudiantes no pudieron concluir su carrera en el tiempo propuesto por el plan de estudio se encuentra en tercer lugar “desempleo; personas a cargo, seguido por el costo de matrículas y materiales, y en quinto lugar costo de transporte.

Para Valeria la forma en la que se puede comenzar a solucionar los problemas por la que atraviesan los estudiantes es mediante la organización, se lo hace comenzando a acercarse a las asambleas, movilizándose y comenzando a involucrarse en la política.

Decisiones desde las bases

En todo el país la marcha Federal fue enorme, cientos de miles de estudiantes, docentes y trabajadores levantaron consignas de todo tipo en relación a la defensa de la educación pública e hicieron suyas las calles para ponerle un freno al plan de ajuste que está aplicando el presidente. Ese 23 de Abril gris y lluvioso en nuestra provincia trae como empujado por las gotas una serie de imágenes guardadas en la historia. Esas en las que obreros y estudiantes peleaban por una misma causa como en el Tucumanazo.

Ya en el verano los artistas en su mayoría nucleados en el movimiento “Unidos por la cultura” nos habían mostrado que organizados en asambleas y mostrando fuerza en las calles se podía enfrentar al plan de ajuste.

Si en este enero caluroso habíamos visto surgir de las asambleas populares a los sujetos que resistieron la represión por la aplicación del protocolo antipiquete. En las asambleas interclaustro que se realizaron en las diferentes universidades nacionales se comienza a cocinar un plan de resistencia.

La enorme movilización que se manifestó en todo el país marca el inicio de una lucha que se puede profundizar y que debe continuar por enfrentar la nueva ley ómnibus y la reforma laboral que prepara el gobierno. Eso implicaba que ahora es el turno de los estudiantes salir a manifestarse para que las mujeres no pierdan la moratoria jubilatoria, para que no se sigan precarizando a la juventud y a los trabajadores.

La izquierda pelea por esta perspectiva y son las peleas que hemos dado en las diferentes asambleas que se realizaron en la UNT, para ser parte de una organización independiente porque no se puede confiar en las fuerzas políticas que hoy están negociando la entrega de derechos conquistados y que en nuestra provincia es directamente aplicado por el gobernador Osvaldo Jaldo mediante despidos como a las docentes del plan ENIA. Incluso en la propia UNT son las autoridades las que están dejando pasar el ajuste avalando los arancelamientos en diferentes facultades mientras mantienen acuerdos con mineras contaminantes por el cual reciben millones de pesos y no sabemos a dónde van a parar.

La universidad tiene que estar al servicio de mejorar las condiciones de vida de todos los sectores que hoy están siendo atacados por el gobierno y no siendo cómplice del saqueo.

El rol de los centros de estudiantes y del movimiento estudiantil

Los centros de estudiantes pueden jugar un rol muy importante en organizar a los estudiantes para que dejen de resignar su futuro frente a las políticas de los gobiernos que han hecho otra cosa que gobernar para el FMI garantizando ganancias a los grandes empresarios (como los del transporte) mientras la población tiene cada vez peores condiciones de vida.

Pero al estar en manos de agrupaciones cómplices como la Franja Morada que pertenece al partido radical (fuerza que redactó la reforma laboral que impulsa la libertad avanza) o en manos de agrupaciones kirchneristas como el MPE se vuelven un espacio de poca participación incapaz de organizar a los estudiantes.

Por eso los estudiantes necesitamos recuperar esas herramientas, para que sean los centros quienes convoquen a las diferentes carreras para decidir cómo seguir adelante. Deben buscar la coordinación también con todos los sectores que salen a luchar y una buena instancia es la movilización que diferentes partidos de izquierda y organizaciones sociales convocan este lunes a las 18 hs donde se va a gritar con fuerza ¡Abajo la reforma laboral! ¡Abajo la ley de bases!

Fuentes

https://medios.unt.edu.ar/2023/05/29/nuestra-universidad-sumo-339-nuevos-graduados-traves-proyecto-potenciar-graduacion/

https://www.eltucumano.com/noticia/actualidad/285679/ranking-de-egresados-universitarios-la-unt-en-el-puesto-15-a-nivel-pais