Al calor de las protestas “Black Lives Matter” que recorren todo EE. UU. y el mundo vamos a analizar una de las películas más polémicas y controversiales en la historia de la xenofobia del país del norte. A 105 años de su estreno, y considerada parte del ADN segregador norteamericano, El nacimiento de una nación (título original: The Birth of a Nation) es una película muda estadounidense de 1915 dirigida por David Wark Griffith. Es debido a su técnica una de las más famosas de la época del cine mudo, a tal punto que el director es considerado el padre del cine moderno. No obstante, la película ha sido altamente cuestionada debido a que su argumento promueve abiertamente el racismo contra la población afro, apoya la supremacía de la raza blanca y describe en sus escenas el valor y heroísmo de los miembros del KuKluxKlan.
La historia de la película consiste en de dos familias amigas que representan el Norte y el Sur de los Estados Unidos durante la Guerra de Secesión. La familia Cameron, nativa de Carolina del Sur y sus amigos de la familia Stoneman del Norte.
Comienza la guerra civil norteamericana (1861-1865) y deja como ganador al Norte. La película muestra escenas de Carolina del Norte durante los días de la reconstrucción del Sur, donde la familia Cameron pierde sus bienes por orden de las nuevas autoridades militares llegadas del Norte.
La restauración del orden civil en el Sur a manos del Norte genera situaciones tensas que llevan a que los Cameron pierdan sus tierras y dinero. Sin mencionar la humillación constante de los libertos. Entonces surge la tragedia de la historia: la hija de la familia Cameron muere al caer de un barranco para evitar ser violada por un liberto. En paralelo se muestra el surgimiento del KuKluxKlan como una "milicia" destinada tan sólo a "imponer justicia" en favor de los blancos del Sur.
El mito supremacista en celuloide
El primer elemento a tener en cuenta es el hecho de que los principales personajes negros (los cuales son viles, groseros y desleales) están interpretados por ¡actores blancos maquillados! que grotescamente interpretan lo que para ellos es la conducta “humana” de los afro-americanos. La película comienza con el privilegio de que los blancos pueden interpretar a los afro-americanos. Hay actores de color, pero siempre en papeles secundarios. Las 3 horas de duración del film son la muestra de una superproducción que para la época fue faraónica, pero toda esa innovación no es más que un recurso que tapa un mensaje de odio.
Unos de los primeros hechos polémicos del film se muestran en el minuto 00:14 de duración cuando la Familia Cameron lleva a pasear a la familia Stoneman por su plantación. En ella se muestra las virtudes de la esclavitud. A los esclavos felices, bailando estúpidamente para entretener al amo bueno.
El segundo elemento a considerar se muestra en el minuto 00:18 en donde aparece la figura del esclavo-mujer. Una mestiza mentirosa, que por medio de la seducción manipula al ministro Stoneman (comisario político del Norte en el Sur) para obtener ventajas económicas y políticas para su beneficio de su “raza”.
En el minuto 00:37, ya comenzada la guerra civil, un regimiento de negros entra a la ciudad a saquear y destruir violenta y absurdamente todo, las mujeres son el botín de guerra. Eso sí, el oficial que los dirige es un blanco, ya que ante todo el negro obedece.
En el minuto 01:41 se ve una escena que es un ejemplo magistral de la “dialéctica del amo y el esclavo” donde el sometido se identifica con su opresor. La familia Stoneman viaja al Sur para quedarse con los Cameron. En ese momento, sus trabajadores domésticos negros se encuentran cara a cara. La ex esclava del Sur se enoja con el liberto del Norte porque no quería trabajar para su ex amo. Exclama enojada la ex esclava del Sur: "estos negros libres del Norte me vuelven loca".
Otro elemento muy importante a notar es cómo y de qué forma hacen la política los negros y los bancos. Llegando al minuto 01:53 se muestra una escena en donde un comité de blancos del Norte le quiere explicar el derecho a voto a los libertos. Pero los ex esclavos no les interesan votar, ni la política. Son egoístas y utilitarios, solo piensan en el dinero. En oposición a la población afro americana, los blancos también se organizan (en el minuto 01:56), pero sus reuniones son sofisticadas, en donde con sensibilidad y pasión piensan cómo recuperar aquella antigua forma de vida que les robaron injustamente.
Exactamente al minuto 02:00 surge una escena que hizo escuela a la hora de crear un estereotipo para fabricar un enemigo: la primera sesión de la Asamblea nacional, el nacimiento del partido negro. En esta escena vemos a los ex esclavos actuar de forma grotesca y sucia, maleducadamente. Ansiosos por beber y tener sexo. Dando lugar al proyecto de ley más temido por todo patriarca-machista-supremacista blanco del mundo, y me atrevo a decir de la historia: ¡que los negros se puedan casar con las mujeres blancas! Acto seguido, luego de que el proyecto de ley ganara por mayoría, se desata un jolgorio que alienta a un soldado negro desertor del Norte a intentar violar a la pequeña y tierna hermana del protagonista.
A partir de este momento comienza a manifestarse el contraste de los blancos actuando. En el minuto 02:04 se ve cómo nace la inspiración del uniforme del KKK a partir de una “broma” que los niños blancos le hacían a los niños negros para asustarlos; la conclusión es que ya desde chicos los blancos son superiores. Otro elemento es la fuerza y destreza física. En el minuto 02:25 se muestra cómo un herrero blanco puede golpear y pelear con 5 negros él solo, y lo vencen por un tiro en la espalada a traición.
A partir del minuto 03:00 se da el cierre de la historia. Conforme avanza la película los hombres del "Klan" capturan y linchan al liberto que intentó violar a la joven Cameron. En el final del film se presenta una tropa del KuKluxKlan amenazando a los libertos negros con violencia, obligándolos a dejar las armas y prohibiéndoles participan en la próxima elección.
La conclusión que plantea el film es que se culpa a los negros de todos los problemas que surgieron después de la guerra civil y solo el KKK puede salvar al país de la corrupción negra, sin mencionar la representación romántica de la esclavitud y embellecimiento del Sur, mostrando al ejército confederado como nobles héroes americanos.
Arqueología y origen del mito
Todo mito tiene su origen y fundamento material. El film en cuestión que estamos analizando fue inspirado en una novela llamada The Clansman [Los hombres del clan] de 1905. El autor de la misma fue Thomas Dixon, Jr. (1864-1946), un pastor bautista, dramaturgo, legislador, miembro de la Asamblea de Carolina del Norte y un destacado partidario del Partido Republicano.
Dixon fue autor de 22 novelas. Sus escritos se centraban en tres temas principales: (1) la necesidad de la pureza racial; (2) los males del socialismo; y (3) la necesidad de una familia estable con un papel tradicional para la esposa/madre. Un tema común en sus obras era la violencia contra las mujeres llevada a cabo principalmente por un negro del Sur. Esos crímenes casi siempre quedaban vengados a lo largo de la narración.
La historia de este hombre y el de su familia es un fiel reflejo de la realidad de muchas de las familias terratenientes del Sur con sus plantaciones. Siendo joven, él había heredado una gran propiedad y un importante número de esclavos pertenecientes al padre. Dixon creció durante la reconstrucción militar tras la Guerra de Secesión. La confiscación de tierras agrícolas por parte del gobierno y la pérdida de sus esclavos contribuyeron a formar lo que Dixon llamó una de las “mayores tragedias de la historia”. La abolición de la esclavitud afectó directamente sus intereses económicos y los de su familia. Tanto el padre de Dixon, Thomas Dixon, Sr., y su tío Leroy McAfee, ingresaron en el KuKluxKlan en sus inicios con el fin de "traer orden" a los tiempos de “tumulto”, y McAfee llegó incluso a ser Jefe del Klan del área metropolitana de Greensboro-High Point en Carolina del Norte.
Qué es el KKK
El Klan surgió a partir de la organización de seis veteranos oficiales de la Confederación en distintos condados del derrotado Sur y apoyado por las elites locales, en particular por los dueños de las plantaciones que habían sido trabajadas por los esclavos. El Klan nació para impedir la participación política de los libertos, y también para “fijarlos” a la tierra con bajos salarios. Junto al Klan, surgió el peonazgo por deudas, y la papeleta de conchabo [1] Esta no fue la única organización de su tipo ya que también surgieron otros como los Caballeros de la Camelia Blanca y el Club de Rifles de Mississippi.
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Inspirado en el film de Griffith, el Klan fue reorganizado en 1915 por William Simmons con el objetivo de reprimir el auge sindical y de izquierda de la época. Sus enemigos, ahora, eran los dirigentes sindicales, socialistas, vagos, mujeres inmorales, católicos, judíos y aquellos trabajadores que no cumplieran con su trabajo. Era la época donde la inmigración irlandesa era antimonárquica y republicana; gran parte de la colectividad judía era socialista; muchos italianos estaban influenciados por el anarquismo; el villismo y el zapatismo cundían entre los mexicanos del Sudoeste y la Industrial Workers of the World (IWW, sindicato inspirado en la corriente sindicalista revolucionaria) llevaba adelante grandes y muy combativas huelgas.
Este listado refleja a las claras que el Klan dista mucho de ser una organización marginal. En realidad, y al igual que las milicias y los neonazis, es uno de los instrumentos represivos que ejerce el capitalismo norteamericano en contra de los desafíos que puedan surgir.
No podemos pensar en el desarrollo del capitalismo y el nacimiento de EE. UU. como potencia económica si no se relaciona directamente con la esclavitud. El propio Marx ya lo problematizaba en su obra Miseria de la filosofía cuando decía:
La esclavitud directa es un pivote de nuestro industrialismo actual, lo mismo que las máquinas, el crédito, etc. Sin la esclavitud, no habría algodón, y sin algodón, no habría industria moderna. Es la esclavitud lo que ha dado valor a las colonias, son las colonias las que han creado el comercio mundial, y el comercio mundial es la condición necesaria de la gran industria mecanizada. […] Pero hacer desaparecer la esclavitud equivaldría a borrar a Norteamérica del mapa de las naciones. La esclavitud es una categoría económica y por eso se observa en todos los pueblos desde que el mundo es mundo. Los pueblos modernos solo han sabido encubrir la esclavitud en su propios países e importarla sin ningún disimulo al nuevo mundo [2].
En este sentido podemos volver a apreciar cómo la construcción de un estereotipo es directamente funcional a los intereses económicos de una pequeña minoría que se beneficia económicamente con ello.
¿Griffith o Dixon?
El nacimiento de una nación volvió a brillar en la pantalla grande en el 2018. Pero esta vez como una muestra y un ejemplo de la propaganda racista en el film de Spike Lee Infiltrado en el KKKlan, donde se muestra la repercusión que tuvo el estreno del film en la comunidad afro-americana por aquella época.
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A lo largo de la historia, el director de cine norteamericano Griffith se llevó el grueso de las críticas por el film, que le corresponden por cierto, pero poco o casi nada se comenta sobre el autor de tan infame novela que lo único que buscó es crear un enemigo interno para justificar su indignación por la tajada de capital que le habían arrebatado.
Atrás de las máscaras blancas, que con una prosa embellecedora exaltó Dixon, están los rostros de una pequeña minoría de crápulas que se beneficiaron de la sangre, sudor y lágrimas de todo un pueblo. Y está dispuesto a defender con fusil en mano sus privilegios. No es casual que en la actualidad el KKK apoye abiertamente a los republicanos y al actual presidente de los EE. UU., cuyo racismo no parece quedarse atrás.
El origen de la opresión racista en EE. UU. sobre la población negra viene desde que se conformó como “nación” en base al esclavismo, lo cual se encuentra representado en su producción cultural y representaciones sociales desde hace siglos. La película El nacimiento de una nación reúne todos los estereotipos, que hoy son mal vistos porque es demasiado explícita, pero que siguen funcionando, como cuando el actual presidente de los EE. UU. Donald Trump dice cosas brutales antiinmigrantes como “¿Por qué tenemos a toda esa gente de países de m*?” o “México envía drogas, crimen y violadores”. Pero la población afroamericana sigue siendo objeto de estigmatización y burla, como cuando sostuvo: “¿Qué demonios pueden perder los negros si me votan?”, o su trato despectivo a los residentes de Maryland, aludiendo al mismo como “un distrito [de mayoría afroamericana] infestado de roedores”.
El asesinato de Gorge Floyd a manos de la policía vuelve a poner sobre la mesa de discusión el racismo y la desigualdad en los Estados Unidos, ya que a Floyd lo mataron por ser negro, pero lo detuvieron por intentar pasar un billete falso para comprar comida. El mundo lo escuchó mientras decía que no podía respirar, y hoy sus últimas palabras son el lema de una bandera que millones de jóvenes de todos los colores y nacionalidades del mundo levantan.
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