En el segundo debate presidencial que se llevó a cabo durante la noche del domingo 28 de abril, los ataques entre candidatos no han estado ausentes, sino que se vuelven una costumbre. Pueden no contestar a cabalidad las preguntas y el desarrollo de su programa político, pero los afiches que muestran por televisión para defenderse y posicionarse como "el mal menor", se prepararon "mejor" para evidenciar a los oponentes con enunciados que muestran el empantanamiento del ejercicio pre-electoral en calumnias y grilla de bajo nivel.
Lunes 29 de abril
En esta ocasión Claudia Sheinbaum se aprovechó al celebrar lo que había dicho anteriormente Xóchitl, diciéndole: "Que bueno que la candidata acepte que es del PRI y del PAN, del viejo modelo, del pasado, del neoliberalismo que ya fracasó"
Esto lo dijo la candidata morenista porque Xóchitl ha querido distanciarse formalmente de estos partidos políticos fuertemente desprestigiados ante la población, señalando que ella no es militante y que nunca lo será, pero, ¿Acaso estos grandes partidos propondrían a una candidata que no estuviera de acuerdo con sus principios? La empresaria Xóchitl con este discurso quiso despegarse de la historia de estos partidos, pero seguramente sus asesores llegaron a la conclusión que esa política no reditúa en las encuestas y por ello le aconsejaron que comenzara el debate reivindicándose priista, panista y perredista.
Luego de otros "dimes y diretes" que en su mayor mayor parte iniciaba Xóchitl para que la atención estuviera dirigida a su oponente, Sheinbaum aprovecha también para recordarle: "El único narco-gobierno declarado es el de Felipe Calderón del PAN". Una respuesta contundente, más allá de que la 4T no tiene en sus miras, perseguir judicialmente a los expresidentes del PRI y PAN siguiendo la vieja práctica del priato, de que cada presidente entrante se deslinda del anterior pero nunca lo procesa.
Y es que la "técnica" de Xóchitl es colocar una dos etiquetas a Sheinbaum, para trabajarlas en toda la sesión. La vez pasada fue "una mujer fría y sin corazón", esta vez le colocó en un principio la etiqueta de "candidata de las mentiras" y después no se pudo controlar y le espetó ser una "narco-candidata". Hay que decir que estas líneas de ataque no surten efecto mediático. Y al no tener éxito, una desesperada Xóchitl sólo atina a acusarle de una cadena de mentiras, sumiendo el debate en la mediocridad política.
Si bien el candidato Máynez muestra más coherencia, no logra colocarse por encima del cruce de invectivas entre una y otra candidata y al final cayó en la insensatez de asumir su proyecto referenciándolo en las ilusiones de su pequeño hijo. Sheinbaum, se atribuyó la victoria en su cierre dado que mantuvo más cordura y ante tantos ataques subjetivos, buscó instalar en la discusión, una serie de propuestas basadas en las políticas aplicadas por la 4T, de las que asegura mantendrá la continuidad en el próximo sexenio.
Diana Toro
Feminista socialista