En medio de una escalada de medidas proteccionistas, el cobre caea la baja. El panorama internacional amenaza los flujos en la cadena de suministros de la economía mundial. Piñera y los empresarios se ponen guardia, quieren que sean los trabajadores los que paguen los platos rotos de la economía.
Lunes 9 de julio de 2018
Tendencias al proteccionismo y de guerra comercial
Es una escalada que preocupa al mundo, que podría estar marcando el inicio de una guerra comercial abierta entre las dos economías más grandes del mundo, China y Estados Unidos con socios comerciales en todas partes del planeta, impactando en la cadena de suministros de toda la economía de mundial, que de desarrollarse podría tener profundos efectos recesivos.
Aranceles a 818 productos chinos, que equivalen a 34 mil millones de dólares que Estados Unidos consume en importaciones, y que Trump no descarta en elevar a 16 mil millones más en las próximas semanas, incluso señalando un techo de 400.000 millones de dólares. Pekín por su parte, busco responder a la altura, y grabo 545 productos norteamericanos, un 25% del valor de las importancias estadounidenses, que se cifrarían también en 34 mil millones de dólares.
Si bien aun no es una guerra comercial desatada, como señala el Bank of América Merrill Lynch, si no más bien una “leve escalada” del conflicto, las medidas proteccionistas puestas en marcha este viernes entre las dos economías más grandes del mundo, muestran la flecha apuntando en esa dirección.
El conflicto arancelario con China, no es el único, pero si es emblemático, en función de las repercusiones globales que puede traer en el conjunto de la economía mundial. En ese sentido, las respuestas de las distintas economías (México, Canadá, la UE y ahora Rusia) a las renegociaciones y las subas arancelarias que busca imponer Trump en forma unilateral, están afectando a más de 75 mil millones de exportaciones estadounidenses.
Los muros de Trump, los puentes de Xi.
El alcance de las medidas chinas, aun no están dichas. Pero desde ya, los impuestos sobre la soya estadounidense tendrán un profundo impacto en la economía norteamericana, siendo China su principal consumidor, sumado a la producción carnicola, que China consumía al 10% del total. Esto podría tener efectos desestabilizadores en los estados agrícolas, donde descansa gran parte de la base social republicana de Trump, economías, a las cuales se había planteado “proteger”. El 38% del alza del precio del acero para los estados industriales como Ohio, Alabama, Illinois entre otros, podrían tener duros efectos en el empleo.
Pero los muros de Trump, son puentes para Xi Jing Ping, que no solo busca estabilizar la balanza, respondiendo al fuego proteccionista, también incrementa su presencia en latinoamerica, con la apertura de bancos de crédito y producción industrial, como la rama automotriz para todo el Conosur, nueva posesión sobre commodities, como el saqueo del Litio Chileno o el petróleo mexicano; a su vez, el fuego cruzado de Trump ha empujado a China a buscar acuerdos diplomáticos con la UE y Rusia, para evaluar medidas conjuntas contra EEUU. De ser así, estaríamos en presencia de la fractura del eje de poder más importante para el Occidente de la postguerra fría (EEUU-Alemania UE). Algo que en términos políticos ya venía mostrando rasgos de decadencia después de la cumbre del G7.
Caída en los Commodities, el rol de China y el precio del Cobre.
Los factores más sensibles en la economía mundial siempre son los commodities, que cerraron a la baja tras el inicio del conflicto de las barreras arancelarias entre EEUU y China. El aluminio en caída de 9,4%, 3,24% menos el Hierro y 12,71% la soya. En ese sentido no es un panorama próspero para el Latinoamerica, menos para Argentina o Brasil.
Pero es el cobre, el commoditie más sensible, por su rol en la producción industrial de amplia gama, sus flujos y reflujos expresan con más elocuencia el dinamismo de la industria, y sus contracciones en la economía real. Hace más de 10 días consecutivos que viene depreciándose, cayendo 9,25% desde el último mes, y ha llegado a su cotización más baja en los últimos 9 meses, cotizándose en 2,8 dólares la libra.
Aun son múltiples los factores que expresan la caída, como la incertidumbre respecto a la negociación colectiva de Minera Escondida de BHP, el mayor productor de cobre mundial, que el año pasado estuvo 44 días en huelga.
Pero lo que es claro, es que el conflicto abierto entre las principales economías del mundo, puede terminar pateando el tablero, en todos los pronósticos económicos. Mientras el Ministro de Hacienda Larraín celebraba el crecimiento del IMACEC de mayo y una expansión de la economía, hoy tiene que poner límites a toda proyección. Y es que, en los cálculos de Hacienda, “por cada centavo que cae el cobre, los ingresos fiscales se reducen en 60 millones de dólares”.
China actualmente es uno de los principales socios comerciales de Chile, consumiendo más del 50% de la demanda del cobre. Las tendencias proteccionistas podrían afectar todos los flujos económicos, desacelerar la economía, y de escalar podría golpear en el dinamismo de la industria del gigante asiático, esto traerá cola para la demanda del cobre. Que desde ya tiene un duro impacto para la inversión.
Y es que el nivel de apertura de la economía Chilena, la hace profundamente sensible a los desequilibrios internacionales. Mientras Piñera quiso lanzar una inyección de optimismo para los capitalistas con “los tiempos mejores”, el panorama general se oscurece con negros nubarrones, que en Chile marcan la tónica con los cierres de plantas (mas de 2700 familias en la calle) y anuncios de mega planes de recorte de personal para Codelco, cierre de contratos mineros con despidos, como en FCAB. Los empresarios como es formula buscan que los trabajadores paguen los platos rotos de la economía. Se preparan para crecer, pero a costa de ataques, ajustes fiscales y reformas antipopulares, pero la estabilidad de la economía, tambalea en el horizonte.