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Red Internacional
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MARCHA DEL 7M. El sindicalismo de izquierda planteó: paro general, que se ajusten los capitalistas

Los sectores combativos marcharon con una importante columna. Criticaron la tregua de la CGT y siguieron exigiendo lo que ya es clamor popular: un paro general.

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Martes 7 de marzo de 2017

La marcha que la CGT había llamado para seguir evitando la convocatoria a una medida de fuerza, se terminó convirtiendo en un importante hecho político nacional. Cuando el triunviro Acuña creyó haber ahuyentado de sus oídos el grito de “paro general” que soportó en la marcha docente, empezó a sentir la misma melodía pero en un acto organizado por su propia central. Con Schmid y Daer completó en la tarde del martes la saga de los “tres chiflados”. El clima del acto – y lo que pasó después – terminaron de confirmar la crisis del triunvirato. Su estrategia de seguir postergando cualquier medida de fuerza ya no puede contener ni el descontento de las bases, ni tampoco las internas dentro del sindicalismo peronista.

La izquierda y el sindicalismo combativo habían decidido no adherir a la convocatoria oficial de la CGT. Criticaban su programa: la unidad con los empresarios nacionales y la oposición cómplice del ajuste. Pero también anticipaban que desde el palco no se iba a plantear ninguna perspectiva de lucha. La bronca que se hizo murmullo y después grito de exigencia es la misma que se siente hace meses en escuelas, fábricas y dependencias estatales.

Pero como definió el sindicalismo de izquierda en su convocatoria, “a pesar del propio objetivo de sus convocantes, esta marcha puede constituir un canal de expresión colectiva para los trabajadores que venimos enfrentando el ajuste en cada uno de nuestros gremios”. Por eso decidió marchar encabezado por una bandera que decía “basta de ajuste, paro nacional ya”.

Llegó a la jornada del 7 separándose de los objetivos políticos de los convocantes, pero además planteando su propia agenda: un programa para que los que se ajusten sean los capitalistas. Un planteo que incluía el apoyo a las luchas en curso; el rechazo a los despidos y suspensiones; la defensa del salario; el reparto de las horas de trabajo; contra la precarización laboral, los tarifazos y los ataques a las gestiones obreras, entre otros puntos.

Un polo independiente

La columna se abrió camino entre las de distintos sindicatos hacia la zona de Plaza de Mayo. Iba encabezada por referentes antiburocráticos de distintos gremios. Entre ellos sindicatos, comisiones internas recuperadas y delegados de AGR-Clarín, Subte, Sutna, Unión Ferroviaria de Haedo, Alimentación (internas de Pepsico y Mondelez Victoria), AGD-UBA, Aeronáuticos (internas de Lan y Falcon), Telefónicos, Docentes, IOMA, entre otras. Más atrás marchaban dirigentes políticos del Frente de Izquierda como Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Christian Castillo y Patricio del Corro (PTS), Néstor Pitrola y Gabriel Solano (PO) y Juan Carlos Giordano (IS), además de dirigentes de otras corrientes como Vilma Ripoll (MST).

Detrás iban las columnas y delegaciones de esos y otros gremios. También participaban del polo de izquierda los científicos precarizados del Conicet, movimientos piqueteros (Polo Obrero, MST, FOL) y los partidos de izquierda (PTS, PO, Izquierda Socialista y MST).

Una alternativa a la burocracia sindical

En una zona colapsada por las columnas de los distintos gremios, la columna llegó a la Plaza de Mayo mientras aún se desarrollaba el acto de la CGT. La bandera se transformó en un grito que arrancó en la cabecera y contagió a las tres cuadras que ya reunía el polo independiente: “paro paro paro, paro general”.

La movilización rodeó la Plaza y se estacionó en Avenida de Mayo para realizar allí su acto.

Mónica Schlotthauer (Unión Ferroviaria Haedo), destacó la huelga docente y criticó a los “burócratas traidores” que no enfrentaban el ajuste. Alejandro Crespo (SUTNA) aseguró que “se está levantando el movimiento obrero y guarda que quieran frenarlo”. Guillermo Pacganini (CICOP) dijo que “hoy el grito de paro general está saliendo desde abajo”. Las mujeres de AGR invitaron a participar en el paro internacional de mujeres y Pablo Viñas señaló que “venimos de un parazo y movilización docente y hoy esta enorme movilización obrera”.

Claudio Dellecarbonara, dirigente clasista del subte, señaló que la “enorme movilización docente y la de hoy confirman la enorme voluntad de lucha de los trabajadores contra el ajuste. Hoy estamos viendo a las propias bases exigiendo el paro nacional a sus direcciones que se hacen las distraídas. Seguimos exigiendo: paro activo con continuidad hasta pararle el ajuste a Macri”. Además criticó la convocatoria de la CGT "a los empresarios nacionales que despiden y a los partidos que se dicen de oposición pero le han votado todas las leyes de ajuste, como el Frente para la Victoria y el Frente Renovador. Esto tiene que ser un nuevo puntapié para seguir profundizando la organización clasista y combativa en los sindicatos, para estos que representen los intereses de los trabajadores y no de los patrones”.

Estos planteos – acompañados por una importante movilización – tienen hoy un terreno más fértil. Marzo arrancó movido. El malestar empieza a ganar las calles y abre grietas donde solo parecían reinar el orden y los pactos. La bronca con el gobierno, la crisis de autoridad de la cúpula de la CGT tras el papelón de Diagonal Sur y la semana de huelgas y movilizaciones, son una oportunidad para que los planteos de la izquierda clasista ganen espacio entre los trabajadores y el pueblo hartos del ajuste.


Lucho Aguilar

Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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