La jornada dónde se aprobó el pacto de coloniaje con el FMI dejó en claro el acuerdo nacional para someter al país a la voluntad del Fondo. Cómo votaron los diputados cordobés y lo "insólito" del bloque K.
Domingo 13 de marzo de 2022 16:00
La votación del acuerdo con el FMI deja mucho para analizar y un escenario abierto a futuro como bien plantea Fernando Scolnik en la nota principal del dia Viernes, analizando el rol del gobierno, la oposición de derecha y los desafíos de la izquierda frente a este nuevo pacto de coloniaje.
Y si bien fragmentar de manera local una discusión nacional puede tener muchos límites, es importante analizar algunos datos de la votación en el congreso y los roles que han ido cumpliendo los diputados cordobeses para pensar también el panorama político de la provincia.
En un recuento rápido, de los 18 diputados que posee Córdoba en el congreso 16 aprobaron el pacto con el FMI , 1 se abstuvo y solo 1 votó en contra. Sobra decir que tanto los bloques de JxC y el Schiarettismo acompañaron de conjunto la iniciativa, mostrando que a la hora de ser empleados de los empresarios y de los designios del fondo, no hay ninguna diferencia.
Los discursos de De Loredo y Negri, comenzando por destacar la negociación con el gobierno nacional y con Massa, muestran la orientación que dejaron ver a lo largo de la noche muchos sectores de JxC pidiendo más reformas estructurales, laborales y jubilatorias, más ajuste, para ser claros. A pesar de recubrir sus discursos con demagogia sobre cómo el ajuste siempre afecta a las mayorías populares y sin mencionar ni por un instante que se referenciaron, y se referencian, en el proyecto político de Macri que tomó el último tramo de la deuda. Como denunció la diputada del FITU, Myriam Bregman, están festejando que el Frente de Todos haya convalidado la estafa macrista.
Por su parte el Bloque de Córdoba Federal, el peronismo cordobés, hizo uso de la palabra a través de Carlos Gutiérrez (hombre de Río IV ligado al agro) destacando y reivindicando la sanción del memorándum de entendimiento, reconociendo que va a ser necesaria esa unidad para los tiempos que se vienen "que van a ser difíciles" en un reconocimiento implícito de que el acuerdo solo trae consigo más hambre para el pueblo trabajador. Acompañó su discurso haciendo un paralelismo con la última dictadura y el posible default, como consecuencia de cuando el pueblo "no sabe cuándo parar", lavando culpas de una dictadura genocida que multiplicó la deuda externa que al día de hoy seguimos pagando. El proyecto del peronismo cordobés cada vez tiene menos matices con el Macrismo y ninguna diferencia.
El bloque K: entre la impotencia y la hipocresía.
Pero lo más llamativo de la votación de los diputados cordobeses fue cómo votaron los 3 diputados del FDT por la provincia, lo que se dice, literalmente “poner un huevo en cada canasta”: repartieron los votos entre 1 voto a favor, 1 abstención y 1 voto en contra . El voto a favor lo aportó Eduardo Fernández, el "diputado de las Pymes" , el empresario que encabezó la lista del Kirchnerismo en Córdoba y que intenta ser el exponente del Albertismo en la provincia. Fernández guardó silencio en la votación pero se paseó por medios nacionales destacando las bondades del acuerdo que legítima la deuda macrista vendiendo los beneficios que puede tener para las empresas. De las consecuencias del ajuste o la responsabilidad del macrismo poco y nada. Y reiteramos, Fernández fue la cabeza de la lista en Córdoba, la lista que el Kirchnerismo oponía al Macrismo cordobés, que incluso despertó críticas dentro del mismo espacio, un empresario que votó con entusiasmo este acuerdo.
Pablo Carro, la abstención, siguió la línea de algunos sectores del ala sindical K como por ejemplo Hugo Yasky, porque saben que este acuerdo genera descontento en las bases de trabajadores que pueden imaginar las consecuencias de tener al FMI trimestralmente tutelando la economía y exigiendo reformas cuando crean conveniente. Así y todo prestaron la colaboración para que pueda haber quorum y luego abstenerse en la votación. Carro es el mismo que bajó su lista como candidato a gobernador para que Schiaretti sea electo como una forma de “debilitar a Macri”. En el Congreso, con su abstención y silencio no hizo más que legitimar la deuda contraída por Macri, todo un “estratega”.
Finalmente, el voto en contra fue de Gabriela Estévez, diputada de la Cámpora, del sector referenciado en Máximo Kirchner quien al igual que este último también guardó silencio en el recinto y acompañó el documento que salió al día siguiente explicando sus razones de no acompañar el proyecto. El silencio de Estévez , no es solo frente al acuerdo con el FMI, sino frente al ajuste que el gobierno viene aplicando desde que asumió (que hasta la misma Cristina Kirchner ha reconocido en sus cartas públicas).
La fragmentación de la votación en el bloque del Frente de Todos demuestra que el Kirchnerismo en definitiva, ha decidido jugarse por el ajuste, ya sea por acción u omisión.
La crisis de representación que crece entre sus bases, y habrá que ver hasta dónde la maniobra de Máximo Kirchner , Estevez, y de otra manera Yasky, Carro y el sindicalismo K, logran contener. Ese equilibrio inestable se agudiza porque en Córdoba, el kirchnerismo cuenta cada vez con menos puntos de apoyo. La movilización en Córdoba este 8 de Marzo, donde la Inersindical de Mujeres y los centros de estudiantes participaron con magras y deslucidas columnas, es otra expresión de que son cada vez más, aparato puro, cáscara vacía.
Mientras la CGT Rodriguez Peña, abiertamente referenciada con el kirchnerismo, brilla por su ausencia, los sindicatos K que se mantienen en la CGT Córdoba, como la UEPC, acaban de pactar una paritaria que ajusta los salarios docentes. No es casualidad: el propio Yasky, que se abstuvo en la votación del acuerdo con el FMI, había declarado públicamente que apoyaba la firma del pacto. Así se entiende también el alineamiento Carro, referente del sindicato de los docentes universitarios (ADIUC).
En su intento de dialogar con la base peronista, como hizo el K en 2021, llevando en sus listas a Carlos Caserio y Martín Gill, el kirchnerismo local sigue perdiendo influencia sobre los sectores progresistas que supieron acompañarlo (su retroceso en la vida universitaria da cuenta de ello). MIentras tanto, el PJ cordobés, gana terreno y perfila quedarse con todo hacia 2023.
El intento del K local, al menos en el discurso, de construir una tercer vía "progresista" en Córdoba cada vez está más abandonada como proyecto político mientras que los sectores que surgen en Córdoba o intentan luchar por sus derechos no han visto ningún apoyo de estos sectores.
Del lado contrario, mientras el K cordobés contempla lo que sucede y juega sus internas , en Córdoba hay sectores de trabajadores y de la juventud que empiezan a expresar que hay fuerzas para enfrentar los ajustes que están por venir y que el momento de prepararse es ahora. Cuando las y los trabajadores, la juventud, las mujeres y disidencias en Córdoba salen a enfrentar las consecuencias de un ajuste que ya se descarga sobre sus espaldas, se encuentran con la militancia de la izquierda, que sin especulaciones, rechaza al FMI, en el parlamento y en las calles.
