De cara a las elecciones de Junta Interna de ATE Trabajo, la agrupación Violeta, Verde y Blanca, centra su campaña en señalar la necesidad de la unidad para enfrentar la actual etapa. El modelo de unidad que proponen es el encuentro con Andrés Rodríguez de UPCN en la Pastoral Social. Pero ¿qué unidad necesitamos?
Lunes 29 de julio 16:44
La agrupación Violeta, Verde y Blanca, alineada incondicionalmente con la dirección de ATE Capital de Daniel Catalano, centra su campaña en el ex Ministerio de Trabajo, en la idea de la fuerza colectiva y la unidad. En este sentido denuncian que la conducción de la actual Junta Interna, Blanca y Negra (donde participamos desde la Agrupación Marrón Clasista), se negó a la unidad: “Asistimos a una disputa electoral en ATE Trabajo por la negativa de la Blanca y Negra (Junta Interna actual), de integrar una lista de unidad que incluya dentro de su "pluralidad" también a nuestro espacio de militancia y su representatividad”.
Desde la Marrón Clasista entendemos la importancia que tiene la unidad para todo trabajador y trabajadora estatal que quiera luchar contra el gobierno de Javier Milei y los despidos en el Estado. Nuestra fuerza proviene de la capacidad de unificar las demandas y acciones, con el método de la democracia de les trabajadores, las asambleas y la organización de los sectores. En este sentido, desde la Marrón, hemos impulsado la auto organización de las oficinas, la coordinación de les trabajadores estatales y de todes les que estén en lucha contra los despidos, la exigencia a ATE Nacional y CABA de una asamblea general e instancias de decisión democrática para que les trabajadores voten un plan de lucha y la marcha al paro general estatal y de las centrales sindicales para derrotar la ley bases y el plan motosierra.
Pero también hay que ser claros y señalar que si no ha existido una lucha unificada hasta el momento de todos los sectores estatales afectados por el ajuste y los despidos es por responsabilidad exclusiva de UPCN, conducido por Andrés Rodríguez; ATE Nacional, conducida por Rodolfo Aguiar y la lista Verde, de ATE CABA, conducida por la Verde y Blanca. En relación a UPCN su política ha sido la entrega lisa y llana de les estatales y la línea del dialogo con el gobierno de Milei. En el caso de ATE, la política de unos y otros ha sido, y es, que cada ministerio y repartición pelee por lo suyo como pueda, negar espacios democráticos de participación y plegarse a la deserción y pasividad de la burocracia sindical de la CGT y ambas CTA de la lucha contra la ley bases, el DNU y el plan motosierra. Ambas conducciones, salvo ocasionalmente, han boicoteado cualquier acción unitaria que permita expresar la fuerza de les trabajadores.
Entendemos que en estas elecciones de Junta Interna se encuentran en disputa distintas políticas. Una, para conducir el conflicto por la reincorporación de les compañeres despedides y frenar el ataque a les estatales. La otra, que propone la agrupación Violeta, Verde y Blanca tiene como modelo de unidad el encuentro, a mediados de mayo, entre Daniel Catalano y Andrés Rodríguez, en el marco de la Pastoral Social, luego de que haya sucedido la oleada de despidos de diciembre y marzo y antes de la de junio, mientras UPCN entregaba a les compañeres despedides y la paritaria. Con respecto a este encuentro ATE CABA y la Verde y Blanca sostenían que: “La unidad de los y las trabajadoras es imprescindibles, nadie se salva sólo y menos a los trabajadores y trabajadoras divididos en acciones separadas. Por eso de la reunión con UPCN, no sólo saldrá una reunión, sino que habrá acciones en común para recuperar el Estado con sus trabajadores adentro”. A pesar de esta declaración, que ocultaba lo que ya había hecho UPCN, lejos de articular acciones de lucha, UPCN volvió a entregar a les despedides de la tanda de junio, a la vez que Andrés Rodríguez denunciaba a quienes se manifestaron en contra la ley bases calificándolos de provocadores e infiltrados y reconocía estar negociando la reforma laboral. Recientemente el “Centauro” entregó los salarios estatales en la paritaria de julio firmando por un mísero 6.5% bimestral. La realidad negó en la práctica la declaración de ATE CABA.
Ciertamente, la unidad de los sindicatos para enfrentar al ajuste no solo es deseable sino necesaria. Para no ir muy lejos, la experiencia reciente de lucha contra Javier Milei ha mostrado que a la dirección de la CGT está más interesada en negociar sus privilegios. Mientras que las CTA, están completamente adaptadas a la pasividad impuesta por la burocracia cegetista y el peronismo que actúa como garante de la gobernabilidad ultraderechista. Para luchar por el frente unido de los sindicatos se necesita impulsar una política de auto-organización democrática e independencia política consecuente. Desde la Marrón Clasista hemos exigido, y seguimos exigiendo, el frente único de ATE y UPCN, de la CGT y las CTA para impulsar la movilización contra el DNU y la ley bases y el paro general de toda la clase trabajadora. En el ámbito del ex ministerio de trabajo hemos impulsado desde la ex subsecretaria de estudios y estadísticas laborales la intervención en el acto convocado por UPCN el 29/03, lo hicimos acordando con los militantes de la Violeta, Verde y Blanca y del conjunto del activismo y las agrupaciones de la Blanca y Negra, la participación, confluyendo en un acto en común entre la delegación de UPCN y ATE Trabajo. Pero horas más tarde, cuando se conocieron cientos de despidos en el organismo, UPCN desapareció, soltándole la mano a sus propios afiliades despedides. Lo hicimos junto a las asambleas barriales, donde llamamos a movilizar a las puertas del ex ministerio el 03/04 en el abrazo colectivo y acto con referentes sindicales de la CTA y la CGT, sin silenciar nuestra exigencia de paro general y plan de lucha. Impulsamos desde los sectores la realización de una marcha y una campaña contra Techint que ha colonizado la hoy Secretaria de Trabajo, para llevar a cabo los despidos y el desguace e impulsar la reforma laboral que busca liquidar derechos adquiridos por les trabajadores. Pero fundamentalmente, ante el abandono de la dirección de ATE Nacional y CABA de pelear por la organización de una lucha común contra los despidos y un fondo de lucha nacional para su sostenimiento, desde la Marrón hemos impulsado instancias de auto organización, como Unidxs contra los despidos, por la coordinación de todos los sectores estatales, movimientos sociales y trabajadores privados afectados por el ajuste de Milei y la ofensiva patronal, para luchar por imponerle a las direcciones sindicales, una asamblea general de trabajadores estatales afiliades o no afiliades, que decida un plan de lucha para luchar contra el plan motosierra y la reforma laboral.
En su llamado a la “unidad” la Violeta, Verde y Blanca sostiene la necesidad de una lista unitaria para que la Junta y el cuerpo de delegados sea representativo de todos los sectores que son parte de la vida política de ATE Trabajo. Pero lo que impide esa representatividad son los estatutos restrictivos de ATE que tanto Aguiar como Catalano defienden, que niega el derecho a la representación de las minorías y da a la lista mayoritaria la totalidad de los puestos en disputa en la elección. La Verde y Blanca y ATE Capital deberían predicar con el ejemplo, sino se trata de una maniobra. Desde la Marrón venimos planteado insistentemente que ATE Trabajo, y todas las Juntas Internas antiburocráticas o combativas, tenían que funcionar por el principio de representación proporcional de mayorías y minorías y establecer un mecanismo democrático de representación directa de los sectores en el cuerpo de delegados.
Por último, la Violeta, Verde y Blanca que “nos inscribimos dentro del campo Nacional y Popular, nunca fuimos neutrales”. Es decir que su propuesta de “unidad” y de que Junta necesitamos, está orientada a fortalecer la idea de que es necesario seguir el camino trazado por el Frente de Todxs y Unión x la Patria. Esta orientación mantuvo a la dirección de ambas ATE haciendo la plancha durante el gobierno de Alberto Fernández y CFK, mientras se degradaban los salarios de les estatales y el conjunto de la clase trabajadora, crecía la informalidad, se firmaban acuerdos de subordinación al FMI y la derecha y las grandes corporaciones le marcaban el paso e imponían la agenda. Una orientación que llevo a levantar a Milei para competir con Juntos y que creo las condiciones para la victoria de la ultraderecha. Significa el apoyo a una fuerza política donde muchos de los gobernadores, legisladores y referentes le dieron su voto a la ley bases y firmaron el Pacto de Mayo y son garante de la gobernabilidad de la ultraderecha.
Desde la Marrón Clasista, integrante del frente Blanca y Negra, llamamos a votarla masivamente este 8 de agosto, para fortalecer una perspectiva de independencia política de los gobiernos y la burocracia sindical, democrática y de lucha contra el plan de Milei y todos sus cómplices políticos.