Después de 70 minutos para el olvido, con dos equipos que erraron más pases que los que hicieron bien... hubo un semi partido durante 20 minutos.
Lunes 13 de septiembre de 2021 22:32
Sabella marcado por Sigali y Fabricio Domínguez. El jugador azulgrana hizo un golazo de otro partido. Foto: Fotobaires/La Nación.
Hablar de los 70´ iniciales, en una palabra: horrible. Dolor de ojos, insoportable. Ahora, a los 58’ Sabella metió un golazo de otro partido, de los que se recuerdan en la era Biaggio, un equipo que jugaba mal, pero tenía su cuota de suerte y la embocaba fuera de contexto siempre y ganaba algunos partidos.
Claramente este equipo apático, deslucido, aburrido, desorganizado, pobre futbolísticamente y falto de GPS que dirige Montero, no puede aspirar a una victoria... Salvo casualidades. Un equipo que, desde hace bastante, y sobre todo después de la debacle con Unión, se conforma con empates. Ojo, no solo no quiere perder... Sale a jugar de local contra un Racing que no había (sí, había) convertido en 381 minutos, con línea de 5, tres mediocampistas y dos puntas, demostrando que tampoco le interesa mucho ganar.
En cuanto a San Lorenzo, de los puntas, hay uno (el de siempre) que está totalmente borrado en el campo. Disanto no gravita (como les encanta decir a los periodistas), para mí la palabra es "existe". El otro se desmayó corriendo, Ceruti, que venía de una lesión... No deja de ser titular y correr. Manda centros, intenta y es uno de los que mejor juegan (en un equipo en el que tampoco es muy difícil brillar). Sabella anduvo, lo demás, para el recuerdo (porque si nos olvidamos, pensamos que va a pasar algo distinto con estos mismos jugadores). Pitton demostró otra vez que es imposible tenerlo adentro, ni de suplente con el nivel que tiene... Se cansó Racing (que tampoco jugó a nada) de pasar por su sector, como si de un entrenamiento se tratase.
Aun jugando mal, Racing era mejor y fue metiendo a los jugadores del Ciclón atrás. Luego de un centro despejado a medias, Domínguez clavo un golazo a los 93’, desde afuera del área, tremendo. Nada para hacer por Torrico, tapado.
Fin de ciclo
Estamos ante un fin de ciclo anunciadísimo, donde no se comprende a esta altura por qué el técnico y los dirigentes siguen apostado a una (no) idea. Parte de un descalabro generalizado, que solo nos da descanso cuando vemos esa camiseta en el equipo femenino, el que tiene ideas, y es realmente un equipo... Y francamente debería utilizar con justicia las cámaras y la cancha principal. Por lejos, representantes de un club y una idea de juego, con sed de gloria.
El equipo de Primera no tiene razón de ser, pareciera que se defiende de perder o ganar... Se la juega a empates que no compliquen mucho hasta fin de año, que no provoquen salidas prematuras. Todo esto en un clima de renuncias a mansalva de dirigentes, de reuniones de Comisión Directiva a obscuras y entre pocos... Lejos del hincha, del socio... Con la vuelta a Boedo totalmente planchada. Problemas de deudas por todos lados. Al parecer como todo esto estalla, el equipo trata de no meterse en tantos problemas, aunque debe ser autopercepción ayudada por los medios partidarios, que opinan que “estamos en racha” o que “tenemos mejores resultados” (y si te comes 4 con Unión, perder por 1 o empatar 3 partidos ganables, debe ser agua en el desierto para los voceros del oficialismo).
¿Cuándo va a parar todo esto? ¿Cuándo vamos a tener descanso y disfrutar de ver al Ciclón? ¿Cuándo se van a ir estos dirigentes/empresarios de los clubes?
Después de tanto esfuerzo el domingo en la fiscalización electoral y del cansancio de ir a trabajar a las 7.30hs después de una jornada de domingo de 7 a 24... Ver al equipo de Montero es un golpe al espíritu, es una razón para pasarla mal un lunes (o el día que juegue).
Socio refundador número 12870