En la provincia que gobierna hace más de 4 años Gustavo Sáenz, uno de los aliados de Milei, fallecieron la semana pasada 2 bebés wichís que habían ingresado al hospital de Morillo días antes con cuadros graves de salud. Hay denuncias de fuerte vaciamiento del nosocomio y desinversión.
Jueves 11 de enero 16:19
Entre el jueves 4 y el viernes 5 de enero, dos bebés wichís, que habían ingresado días antes al nosocomio de Morillo, en el departamento de Rivadavia, fallecieron con cuadros graves de salud.
Se trata de un bebé de 13 meses, que vivía en la Comunidad Chañar 1, y una beba de 9 meses, perteneciente a Misión La Cortada, que presentaban un cuadro de broscoaspiración y de malnutrición, respectivamente. La niña había sido derivada al hospital San Vicente de Paul, de Orán, que presenta mayor complejidad, por pedido insistente de la madre.
Según informó el medio Opinorte, el hospital Coronel Juan Solá de Morillo presenta falta de insumos “desde los más complejos hasta los básicos como algodón o pan para la merienda de los internados y el personal” y se suspendió el pago de guardias médicas. Entonces, cuando las y los niños ingresan al hospital por fuera del horario de atención de laboratorio y rayos x por más que estén en emergencia no se les realizan dichos estudios, empeorando su cuadro de salud.
Pobladores de Morillo prevén, además, que le elemental ayuda que recibían como bolsones de comida se cortará debido al ajuste a las y los más pobres por parte del Gobierno de Milei, que el Gobierno de Sáenz acata a nivel provincial.
Toda está problemática intentan tapar los funcionarios del Gobierno provincial y, en cambio, salieron a plantear que ambos niños estaban controlados por personal de salud y no presentaban indicativos de desnutrición. Cuánto cinismo, en una provincia donde los porcentajes de pobreza infantil superan la media nacional y cada vez hay más niños y niñas con diabetes infantil u obesidad, que no presentan desnutrición si no claramente malnutrición. Entonces, ¿están o no sanos?
Frente a esta inacción del Gobierno de Sáenz que sigue prorrogando año tras año la emergencia social, el Gobierno nacional con su política de “problema de ustedes”, ni se mete ni habla de estos hechos tan graves e históricos como la desnutrición infantil y el racismo que siguen sufriendo las comunidades. No es de extrañar, ya el legislador libertario Ramiro Marra defendió hace unos meses la conquista de España sobre nuestras tierras y se reivindicó como español.
Eso sí, mucho tiempo para conversar sobre los negocios del litio tienen Sáenz y Milei. Si hasta el gobernador salteño colocó a Flavia Royón como secretaria de minería del Gobierno de LLA y fue unos de los primeros gobernadores en agacharse frente a cada anuncio de Milei, colaborando con esu plan de guerra, basado en ajuste, tarifazos, inflación, congelamiento salarial, mayor saqueo y extranjerización de nuestras tierras y recursos.
Frente a esta situación en las comunidades, que se va a agravar con los recortes anunciados por el ministro Caputo, la Ley Ómnibus y el DNU, que implican eliminación o reducción de la asistencia social, el paro del 24 de enero tiene que servir también como un punto de apoyo para profundizar la lucha histórica de las comunidades por agua, alimentación, trabajo, tierra, vivienda y salud.
Florencia Gasparini
Nació en 1979. Es maestra en escuelas públicas de Salta y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas y de la agrupación de mujeres Pan y Rosas. Integra la redacción de La Izquierda Diario Salta.