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Red Internacional
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Tribuna Abierta. Multitudinaria movilización en defensa de los derechos del pueblo Māori en Aotearoa (Nueva Zelanda)

Compartimos en Tribuna Abierta, para interés de nuestrxs lectores, esta nota de la Organización Socialista Internacional de Aotearoa que muestra el proceso de lucha anticolonial y antiimperialista que se vive hoy en Aoteatoa (Nueva Zelanda) con la lucha del pueblo māori, sumándose a las importantes movilizaciones del pueblo Kanak, de los pueblos aborígenes de Australia, en la resistencia anticolonial en el Caribe. Toitū te Tiriti! ¡El Tratado no se toca!

Jueves 21 de noviembre 08:29

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Unas 50.000 personas se movilizaron este martes frente al Parlamento de Aoteatoa (Nueva Zelanda) contra un proyecto de ley que busca reinterpretar el documento fundacional pactado en 1840 entre los colonizadores británicos y el pueblo maorí. La masiva manifestación marcó el fin de nueve días de hīkoi, una marcha que recorrió el país.


Hay una emoción palpable en el aire. Las salas de espera de aeropuertos no son necesariamente los lugares más emocionantes, pero escuchar cómo se habla el Te Reo Māori y que los tíos y tías discutan las historias constitucionales sí que lo es. La noche antes de la marcha, está vibrando la puerta 21 del Aeropuerto Doméstico de Auckland, mientras charlan las quijadas tatuadas y tamariki (niños y niñas) cantan sus waiata (canciones), jóvenes y mayores se preparan para sumarse al hikoi (marcha) en la capital. Es el 18/11/2024.

Te Ao Māori (el mundo Māori) nunca se había interesado tanto en nuestra propia soberanía, al menos en toda mi vida. La catástrofe provocada por el Partido Laborista (social-demócrata) en torno a la soberanía de los pueblos Māori sobre las playas y el fondo marino dio lugar a la creación y la desintegración de un bloque político Māori en una década. Pero la última onda de ataques divisorios contra los derechos de las y los trabajadores, contra el medio ambiente, y contra los iwi (pueblos, unidades sociales familiares/territoriales) Māori han resquebrajado los fundamentos biculturales de la nación.

Hace una semana 35.000 Māori cruzaron el Puente de la Bahía en Tāmaki Makaurau (Auckland) y se han sumado miles de personas al hikoi (marcha) hasta el parlamento. Ha sido la mayor expresión de solidaridad y unidad en una ciudad con población de al menos millón, una cantidad importante de Pākehā (población de ascendencia europea) y Tauiwi (población migrante y refugiada) se han sumado impacientemente al grito de defender el carácter constitucional de los fundamentales Principios del Tratado (de Waitangi) que han garantizado al pueblo Māori la participación en todos los niveles de gobierno, a protección de la tikanga Māori (costumbres y tradiciones) y las obligaciones con nuestra tipuna whenua (los antepasados de la tierra) y la asociación entre iguales (en teoría) con la Corona.

Es importante recordar que el proyecto de ley del partido ACT (partido ultraderechista libertaria) quiebra con una tradición de casi medio siglo de jurisprudencia cuidadosa, y provoca la oportunidad de pensar más allá de los incrementos paulatinos de Kanawa (autogobierno). Hay un quiebre en las bases fundamentales del Estado colonial. La haka explosiva de Hana-Rawhiti Maipi-Clarke simboliza mucho más que un simple rechazo de la autoridad fanfarrona de Gerry Brownlee como presidente de la Cámara, es más, fue un hito unitario de la oposición, el Partido Laborista (social-demócrata), el Partido Verde (ecologistas) y Te Pati Māori (el Partido Māori), rechazando el status quo pro-colonial y la política neo-colonial de ACT. La impotencia del presidente de la Cámara reflejaba la impotencia del líder de la coalición de gobierno, el primer ministro Christopher Luxon, desaparecido, no se atrevía a aparecerse por el puerto de Lambton o el parque de Waitangi (puntos centrales de la ciudad capital).

El debate que fue lanzado con el objetivo de dividir al país, empoderar, compactar y aislar a una nueva generación de racistas, tuvo como respuesta un viaje a caballo a lo largo del país desde Te Araroa hasta la Bahía Oriental. La nación Māori se movía, traía consigo cada montaña y cada bosque. Se juntaron miles, miles de historias, de miles de montañas y ríos, se hizo carne la whakapapa (el árbol genealógico colectivo). Se sentía en el aire. Así como el viento hace flamear las banderas se vivía Kotahitanga (unidad, diversidad, solidaridad y acción colectiva).

Entonces, el 19/11/2024, el mazazo se enfrentó con su rival.

El rechazo torpe y vergonzoso del primer ministro Luxon a las más de 50.000 personas hizo poco eco ante un movimiento energizado, activado y motivado. El proyecto de ley de los principios del Tratado (de ACT) galvanizó a las masas. Dijimos a una sola voz que no tiene lugar en nuestra democracia, no tiene lugar en nuestra historia y no tiene lugar en las calles de Wellington mientras la nación llegó al parlamento con un rugido potente. Tamariki (niños y niñas) montados en caballo, y kuia (abuelas) con su cochecitos de bebé marcharon juntos con la confianza de su tīpuna (antepasados), y la seguridad en sus propósitos.

El sol brillaba así como los ánimos de las masas, hiki nuku, hiki rangi ana kia toitū ai te Tiriti, toitū ai te whenua, toitū ai te herenga tangata o te motu whānui (hemos movido la tierra y los cielos para resguardar la integridad del tratado, así de la tierra y de las relaciones entre los pueblos del país entero). La minenga whānui (las grandes masas) que movió los cielos y la tierra para mantener la integridad de Te Tiriti (el tratado), la tierra y el pueblo unido para jamás ser vencidos.

Eru Kapa Kingi, de Ngāpuhi y Te Aupōuri, proclamaron ante la gente que llegó del norte desde Te Rerenga Wairua y del sur desde Rakiura, desde Hikurangi hasta Waikato, “Espero que se den cuenta que en este momento nos hemos comprometido con un viaje de liberación, hacía un futuro en el que seamos capitanes de nuestra propia waka (canoas), que forjemos nuestros propios destinos.”

Llegaron por Eru (uno de los dirigentes de la marcha), para vivir una travesía, para hacer llegar su voz, para hacer cuerpo su Tino Rangatiratanga (soberanía) o para apoyar la mana motuhake (auto-determinación) de todos los iwi (pueblos), el pueblo trabajador de todo el país declaró orgullosamente que resistirá. Mientras He Whakaputanga (la declaración) llamaba a todo nuestro mana (poder, orgullo, dignidad), así el hikoi (marcha) declaró con mucho orgullo a la capital, al país y al mundo entero…

Las masas pueden moverse.
Las masas se moverán.
Las masas se han movido.
Así como nuestro pasado es anclaje para el presente.
Nuestro futuro se mueve con ellas.

Toitū te Tiriti,
Toitū te whenua,
Toitū te iwi Māori.

(Viva el tratado, Viva nuestra tierra, Vivan los pueblos māori)

Nota:

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el sitio https://iso.org.nz/