Continuamos con la publicación de la entrevista realizada a Frank García Hernández, miembro y referente del colectivo de izquierda crítica Comunistas Cuba, sobre diversos aspectos de la situación económica, política y social en la isla.
Miércoles 29 de enero 23:10
En cuanto al turismo, a pesar de que los niveles pre pandemia no se recuperan, el gobierno cubano sigue invirtiendo millones y millones en hoteles…
Sí, sí. Es el principal sector en inversiones. Ahí es donde también tú te pones a pensar que esto puede que sea como el mecanismo capitalista de las Obras Públicas en el cual reporto tanto, y me meto tanto en el bolsillo. Porque no tiene sentido que sigan metiendo tanto dinero en hoteles cuando la máxima ocupación hotelera es 25%. Son hoteles que, aunque tú no tengas la cifra, el cubano de a pie ve que el hotel está vacío. Puede que sea una apuesta a futuro, de que en algún momento se recupere el turismo, pero igual la estructura está muy golpeada.
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Entre el 2022 y 2023 se fue de Cuba un millón de personas y, a diferencia de la crisis migratoria de los balseros de 1994, era gente que vivía relativamente bien en Cuba, sectores medios de la sociedad por decirlo así, y buena parte de quienes dejaron la isla en ese periodo eran trabajadores del turismo que habían hecho considerables ahorros a partir de las propinas en divisas. Y eso ha impactado negativamente porque muchos de los que están trabajando ahora en el turismo no tienen experiencia, o simplemente el trabajo de cinco personas lo está haciendo una y el servicio es más lento.
Es un país que necesita 4 millones y medio de turistas para crecer 1% el Producto Interno Bruto y está recibiendo 2,4 millones. Y esto a pesar de que el gobierno cubano ha hecho cosas tan ignominiosas como hacer una playa nada más para alemanes en Varadero y ni siquiera guardan silencio, lo publicaron en un periódico provincial muy orgullosos de que “esta es una playa nada más para alemanes porque ellos tienen sus características”.
Y todo esto al mismo tiempo que en el discurso de cierre de la Asamblea Nacional, Díaz-Canel empieza diciendo que son marxistas, martianos…
Y fidelistas, sí. Así y todo, es raro escucharle eso. En el caso chino es muy llamativo que ellos, si tú lees los documentos del PC chino, son más “combativos” que el gobierno cubano pero cuando ves en la práctica, se contradicen. Ellos llaman después del último Congreso del PC chino a aumentar el sector de la economía privada en muchas provincias. Y estamos hablando de que el 90% de las empresas chinas son privadas y aportan más del 60% del PBI.
Y aquí quiero agregar que es muy triste que haya un sector de la izquierda marxista que nada más ponga el énfasis en el bloqueo yanqui. Para ese sector de la izquierda no existe la represión, no existe que el gobierno cubano ha estado tomando prioridades neoliberales: Educación y Cultura son de los sectores menos financiados, las prioridades son para la restauración capitalista, para el sector hotelero completamente. Que ponle que para el sector hotelero algo similar hizo Fidel en los años 90, pero Fidel priorizaba al mismo tiempo, más allá de todas las críticas que se le pueden hacer, el sector de la agricultura porque decía que teníamos que volver a ganar la soberanía alimentaria.
Están sacrificando a la clase trabajadora cubana y están dándole una ampliación al sector de la economía privada
Esta gente no: están sacrificando a la clase trabajadora cubana y están dándole una ampliación al sector de la economía privada en total detrimento de la clase trabajadora. El viernes 24 de enero se derrumbó parte de la facultad de Diseño por las malas condiciones en que se encontraba y sin embargo este mes se inauguró una ignominiosa torre en medio de La Habana con fondos con los cuales se hubiera podido reparar completamente esa facultad y mucho más.
Por otro lado, a mediados de 2024 el gobierno tomó medidas que afectaron al sector de las Mipymes…
Sí, lo que pasa es que las mipymes [micro, pequeñas y medianas empresas, NdR] crecieron en 1 año desbordadamente hasta 10.000 empresas privadas prácticamente sin mucha regulación. Ellas están gritando ahora porque en realidad el gobierno se está comportando normalmente, está poniendo un poco más de impuestos; en un país donde hay una crisis económica, es algo necesario. Se estableció alguna que otra regulación en la cuestión de la importación y exportación porque la burguesía criolla prácticamente pasó de ser de los servicios, a una burguesía importadora.
El propio exministro de economía se quejaba, el depuesto Alejandro Gil, de que importaban para vender, no importaban para la producción, porque el monopolio del comercio exterior ya desapareció y ahora el gobierno cubano ha puesto alguna que otra regulación.
¿Cuándo dirías que desapareció el monopolio del comercio?
Principalmente en 2022-2023 que empezaron a flexibilizar las medidas con la excusa precisamente del bloqueo y que la empresas privadas podían importar sin las sanciones, cosa que es real. Las empresas privadas no son perseguidas por el gobierno de Estados Unidos, sino que incluso son estimuladas, aunque limitadamente, porque tampoco les permiten tener cuentas en el extranjero. Pero sufren menos persecución o tienen menos obstáculos que las empresas estatales cubanas. Eso sirvió de excusa para potenciar al sector de la economía privada y replegarse del comercio interior. Estas medidas que se están tomando ni siquiera de lejos han paralizado el crecimiento de la burguesía cubana ni le han hecho perder fuerza.
También se la estimula mediante el mecanismo de los “encadenamientos”, ¿no? donde las empresas estatales contratan los servicios o compran la materia prima a las Mipymes para completar la cadena productiva.
Exactamente. Y te das cuenta que eso genera una corrupción grande porque ¿cómo tu escoges a esa empresa? Viene la coima, como dicen ustedes. No es aleatorio. Esto va generando clientelismo y va generando corrupción. Y ahí voy al tema de la burguesía clientelista que están haciendo en Cuba también; en muchas empresas privadas te encuentras fotos de Fidel y Raúl, incluso han creado núcleos del PCC y la UJC, aunque no tengan ninguna lealtad a la revolución, pero se han dado cuenta de que pueden ganar más si se muestran favorables al partido.
Díaz-Canel, cuando visita otros países, se reúne también con los emigrantes cubanos pro gobierno cubano y les dan facilidades para que inviertan en Cuba. Es completamente la negación de la construcción del socialismo y es aberrante que haya un sector de la izquierda que haga caso omiso de ello. Nada más hablan de la supuesta resistencia del pueblo cubano; en realidad no hay una resistencia, hay una sobrevivencia.
Cuesta trabajo encontrar a alguien que defienda al gobierno cubano. Cuando lo encuentras, casi siempre un interés: o es familiar de un burócrata, o es gente que vive de remesas, o tiene negocios privados; o también te puedes encontrar un sector de ancianos que tristemente la pasan muy mal, pero siguen teniendo una lealtad. Y es que el gobierno cubano supo aprovecharse del capital político de la Revolución cubana.
¿Capital político en el sentido de mostrarse como la continuidad de la “vieja guardia” digamos? Incluso Díaz-Canel durante bastante tiempo tuvo el lema de “somos continuidad”.
Exactamente. Es una de las principales características del modelo chino, de que te encuentras a Mao en los billetes, en la plaza de Tiananmen, la hoz y el martillo en los Congresos, pero cuando empiezas a escarbar en el caso cubano te das cuenta de que cada vez tienen más fuerza las consignas sin tanta carga marxista: “resistencia creativa”, “heroísmo”, el “amor”. Aquí hay una consigna kirchnerista que dice “el amor vence al odio”; es la misma que dice Díaz-Canel.
La cuenta de X de Díaz-Canel dice “con las ideas martianas de Fidel Castro”, hay una delimitación total ahí. No está diciendo siquiera “con Fidel Castro”, está diciendo “con las ideas martianas de Fidel Castro”. Martí era un liberal revolucionario a pesar de que sentían cierta admiración a Carlos Marx decía que el socialismo eran ideas extranjerizantes. En este caso no es que Díaz-Canel esté diciendo que el socialismo es una idea extranjerizante, sino que trata de resaltar el nacionalismo porque el nacionalismo es básicamente la reconciliación de clases.
Con respecto a las condiciones sociales que generaron el estallido de 2021, ¿dirías que la situación actual de las masas es igual, peor o mejor?
Hay parámetros diferentes porque la explosión del 11 de julio estuvo también determinada por el coronavirus; la clase trabajadora se sintió muy abandonada porque falló algo que existía en el imaginario cubano y es que en el sistema de salud “el Estado cubano siempre me va a ayudar. Aunque esté el hospital en crisis, aunque no haya medicamentos, pero no me va a dejar abandonado”.
Y el primer año del coronavirus funcionó así. Llegamos a tener cero casos de contagio. El primer contagio que había era hospitalizado, los contactos también, pero en un momento en noviembre hay una flexibilización total; el 11 de julio hubo más de 6000 casos y no fue por el 11 de julio, hacía meses que venía así: a los contagiados que supuestamente no estaban graves no los ingresaban en los hospitales y esto sucedía cuando no había ni un paracetamol.
Entonces eso es uno de los principales factores que genera la explosión del 11J. Una de las principales consignas de los manifestantes era “queremos alimentos y medicamentos”.
Ahora es una situación en ese aspecto diferente, pero las condiciones no mejoraron para la clase trabajadora. Al revés, el Estado se repliega en la alimentación y otros rubros básicos, siendo ahora copados por el sector privado con precios muchos más altos. El Estado al mismo tiempo hace un juego muy neoliberal al poner incluso las tiendas MLC más caras que el sector de la burguesía. Entonces han hecho esa política típica del neoliberalismo en América Latina de ir desfinanciando, creando la idea de que el Estado no funciona, y ahí aparece la economía privada.