Gabriel Meayar, de 51 años, estaba a cargo de la mesa de entradas de la sucursal Salta del Banco Nación y falleció este lunes. Su familia denuncia que “con su edad y al ser persona de riesgo, tenía que seguir exponiéndose yendo a trabajar”. La Bancaria miró para otro lado.
Jueves 27 de mayo de 2021 16:14
Este lunes falleció por covid en su casa Gabriel Meayar, luego de días de pelea para que el sistema de salud de Salta lo atienda. Trabajador bancario de 51 años, hipertenso medicado, se desempeñaba en la sucursal Salta del Banco Nación y siempre que entrabas lo veías sonriendo y solidario.
Había comenzado con síntomas hace dos semanas y su situación se fue agravando tras una atención inadecuada del 148, el 911 y la Obra Social, como denuncian decenas de personas con síntomas a diario. Además, a Gabriel el gerente del banco Pablo Medina lo obligó a asistir con síntomas durante 3 días y su gremio, La Bancaria, no hizo nada por impedirlo.
Mientras el gobernador Gustavo Sáenz hace marketing político al sostener que “el bienestar de la provincia es lo primero en esta complicada situación sanitaria que atravesamos”, la llegó la segunda ola a Salta y "el sistema de salud ya está colapsado", como denunció la esposa de Gabriel, Mónica. La gente se muere en sus casas sin atención y en el hospital San Bernardo solo quedan disponibles 2 camas covid.
Una historia
El día 13 de mayo "mi papá comenzó a mostrar síntomas de la enfermedad al volver de su trabajo. Al cabo de unos días todos en mi casa presentábamos los síntomas y llamamos al 148 para pedir hagan el seguimiento, pero eso nunca pasó, ya que nadie de salud se comunicó con nosotros después", explicó su hija Camila al diario El Tribuno.
La familia en ese momento contactó a un médico particular, ginecólogo de la esposa de Gabriel, que hizo el seguimiento pero la situación de Gabriel comenzó a complicarse en la noche del viernes. "Se agitaba con facilidad y le costaba respirar, además se dormía en cualquier lugar. No quería comer, solo tomaba agua. El domingo no pudieron dormir, los pulmones de mi papá estaban muy colapsados, no podía expectorar", contó la joven de 22 años.
Otro de los hijos del empleado bancario, de 16 años, comentó al mismo diario que llamó al 148 "reiteradas veces explicando la situación, que mi papá era persona de riesgo, y que se agravó la situación porque le faltaba el aire y se le cerraba la garganta. Pero desde el COE dijeron que no podían acercarse a la casa, que no podían hacer nada. Además, la obra social nos dijo que iba a hacer un seguimiento, pero llamaron recién ayer (por el martes, NdR) cuando mi papá ya había muerto".
Gabriel falleció el lunes por la mañana, en los brazos de su señora, mientras la familia hacia lo imposible para mantenerlo despierto a la espera de asistencia médica. Una asistencia que llegó tarde y cuando lo hizo consistió en una ambulancia no equipada.
Hay responsables
Tras la muerte de su padre, Camila relató que su familia se dirigió a la comisaría 7° para radicar la denuncia. "Denunciamos al COE y al gerente del banco Nación por abandono de persona. También presentamos una denuncia al operador del Samec que nos atendió, porque nos mandó la ambulancia equivocada”.
"Fue abandono del Estado desde el primer momento, porque nunca recibimos asistencia del Gobierno. Del trabajo de él tampoco, ni la ART. Tan solo queremos que se haga justicia y dar a conocer esto, para que otras personas no tengan que pasar por esto", remarcó.
El caso inevitablemente nos hace acordar al de Gabriel Alejandro Paz, un joven también grupo de riesgo que en septiembre pasado, cuando llegaba la primer ola a Salta, falleció en su casa tras el abandono del IPS y, tras su muerte, incluso recibió un ataque furibundo de la ex ministra de Salud Josefina Medrano.
La bronca que nos produce enterarnos de las muertes evitables de trabajadoras y trabajadores, de los dobles discursos con los que se manejan los Gobiernos como el de Sáenz, con especulaciones electorales y no con planes de salud al servicio de las necesidades sociales, tenemos que transformarla.
Desde el Frente de Izquierda Unidad te invitamos a organizarte para pelear para cambiar las prioridades. Para que haya vacunas para todas y todos, algo que se fabrica en la Argentina pero el Gobierno nacional de Alberto Fernández eligió no tocar los intereses de grandes empresarios como Hugo Sigman; la centralización del sistema de salud para que no haya faltante de camas ni ambulancias; un régimen de licencias laborales adecuado al momento de la pandemia y que ningún personal de riesgo sea obligado a ir a trabajar. Al mismo tiempo, un IFE de 40 mil pesos para aquellos sectores que hoy están afectados por no poder ir a trabajar en medio de las restricciones, y aumento salarial acorde a la canasta familiar e indexado según la inflación.