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Red Internacional
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Internacional. EEUU: 10 millones de nuevos desempleados en dos semanas ¿la peor hora de la humanidad?

Solo en la última semana medida casi 7 millones de personas solicitaron el subsidio de desempleo en las oficinas del Departamento del Trabajo estadounidense. Estima James Bullard, presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, que llegue a un 30% la tasa de desocupación en Estados Unidos al terminar junio de este año.

Sábado 4 de abril de 2020

Complejo panorama se avizora para Estados Unidos en los próximos meses. Tras pronósticos económicos de todo tipo, la incertidumbre azota a los mercados del orbe, parece ser que en lo que sí logran llegar a acuerdo los expertos es en una descomunal situación en la economía estadounidense.

Filas hay, pero ya no son para ir a un concierto de Drake, votar en las primarias presidenciales, o comprar el último iPhone, pues de acuerdo a datos entregados por el Departamento del Trabajo este jueves, fueron cerca de 10 millones de personas quienes acudieron a sus oficinas solicitando al Estado algún tipo de prestación por desempleo en las últimas dos semanas medidas. Al menos 6,64 millones de personas lo habrían quedado sin empleo entre el 22 al 28 de marzo, junto con las 3,28 millones de la semana anterior.

Lo que está por venir sería catastrófico para la mayor economía del mundo. Hace tan solo unos días Bloomberg publicó que James Bullard, presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, señaló que durante el segundo trimestre podrían la tasa de desocupación alcanzaría el 30% junto con una caída de 50% del PIB, pudiéndose transformar en el mayor crash de la historia... sí, peor que en 1929. Si esta predicción resulta cierta, las salidas que tendían camino hacia una poderosa vigencia de un "neoliberalismo autoritario" o del modelo chino tampoco cabrían ante una presunta crisis orgánica mundial.

Ayer, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, mientras participaba de una conferencia organizada por la OMS manifestó ante los presentes que se vive "la hora más oscura de la humanidad, una gran amenaza al mundo entero". Agregando que "esta es una crisis como ninguna otra". ¿Tendrán el mismo sentir quienes amasan multimillonarias fortunas y ven un incierto porvenir para su condición social? Es probable.

Las pocas respuestas que puede dar el trono imperial se tornan absurdas con el paso de los días. De la negación pasan a la surreal superación de la crisis mostrando el poderío geopolítico y bélico al, por enésima vez, intentar doblegar al gobierno de Venezuela, con un operaciones militares en el caribe y en la frontera de Cúcuta, Colombia; tal como sucedió este viernes, con permiso del lamebotas de turno, el "subpresidente Duque".

Soluciones con similitudes a aletazos de pez muerto a la crisis sanitaria y económica mundial también son estériles, la regulación del mercado, por medidas de Reserva Federal o los bancos centrales que han sido los grandes garantes de frescos pozos de dinero a los bancos que esgrimen tener pérdidas, es un absurdo déjà vu que está lejos de controlar las anárquicas mareas financieras internacionales, a pesar de haber llevado a la tasa de interés estadounidense a mínimos históricos para favorecer a los ya muy favorecidos. La porfía empresarial representada por Trump ante la inyección de 2 billones de dólares a la economía real frente al irracional uso de "la máquina para imprimir billetes", especialmente en marzo, con el que el "país de la libertad" quiere evitar riesgos de comunismo, populismo, socialismo, budismo, nudismo o algo similar; conmoviéndose para consiguientemente regalarle dinero a las desposeídas empresas, liquidez que es desperdiciada en la compra de sus propias acciones en la bolsa, inflando artificialmente sus precios.

Las contradicciones no se detienen ahí. Las excepcionales medidas que han asumido los pocos gobiernos capitalistas que recibieron aplausos entre sus círculos fueron por fortalecer el rol del Estado en la salud, políticas dirigidas hacia una renta universal se ven como el salvataje a corto y tal vez, a mediano plazo. No hay economista responsable que ponga sus fichas a una recuperación estable de la tempestad burguesa a largo plazo.

Los empresarios junto a sus políticos se pondrán la soga al cuello si no toman medidas como la redistribución de las horas entre quienes trabajen y quienes estén desocupados, añadido al imprescindible ajuste de los sueldos sobre índices transparentes de precios. ¿Esperaremos a que su cadáver se pudra? No. No es cosa de tiempo, es hora el momento de doblegar a este sistema con organización clasista. Salvar a los capitalistas solo seguirá costando nuestras vidas. Es hora que la tortilla se vuelva, que los pobres coman pan y los ricos mierda, mierda.