El Departamento de Estado de EE.UU, a través de su portavoz, Antony Blinken, se pronunció sobre la situación política en Bolivia solicitando la liberación de Jeanine Áñez y de ex autoridades del ex Gobierno golpista. Las declaraciones imperialistas contrastan con su silencio cómplice con los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el golpe de Estado.
Domingo 28 de marzo de 2021
Foto: Tarija 200
El Departamento de Estado, de Estados Unidos, a través de su portavoz, Antony Blinken, se pronunció sobre la situación política en Bolivia solicitando la liberación de Jeanine Áñez y de ex autoridades del ex Gobierno golpista. Así mismo, expresaron su preocupación por la “politización del sistema legal” y esperan una investigación “independiente y transparente” que garantice el debido proceso y los derechos humanos.
We are deeply concerned by growing signs of anti-democratic behavior and politicization of the legal system in Bolivia. The Bolivian government should release detained former officials, pending an independent and transparent inquiry into human rights and due process concerns.
— Secretary Antony Blinken (@SecBlinken) March 27, 2021
De esta manera, EE.UU. se suma a la campaña impulsada por las diversas organizaciones de la derecha golpista, quiénes ya consiguieron el respaldo del Secretario de la OEA, Luis Almagro, que afirmó que remitirá procesos judiciales de los últimos años del Gobierno de Evo Morales y del gobierno de facto de Jeanine Áñez a la Corte Penal Internacional en Roma. En el mismo sentido, antes se conocieron las declaraciones de representantes de la Unión Europea y de las Naciones Unidas, así como de algunos de los gobiernos más pro imperialistas de la región como el de Jair Bolsonaro en Brasil y Sebastián Piñera en Chile. No olvidemos que Brasil tuvo representación en “primera línea” en la reunión conspirativa, organizada en la Universidad Católica Boliviana (UCB) el 10 de noviembre de 2019, auspiciada por la cúpula clerical, en la que se decidió generar lo que llamaron “vacío de poder” para que tomara posesión Jeanine Áñez.
Por su parte el Gobierno de México respaldó en la OEA al Gobierno boliviano y exigió a Luis Almagro abstenerse de violentar la soberanía y la autodeterminación de los estados miembros. Así mismo, el presiente Luis Arce Catacora, recientemente viajó a México para atender asuntos bilaterales, donde recibió el respaldo de su par, Manuel López Obrador.
También emitimos junto a #México, una exhortación a la @OEA_oficial, para que ese organismo respete la democracia y se abstenga de intervenir en asuntos internos de los países, de conformidad a los principios de su propia carta constitutiva.
— Luis Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) March 27, 2021
La cancillería boliviana a través de su titular, Rogelio Mayta, calificó las declaraciones de Blinken como injerencia en los asuntos internos del país reforzando con esto la declaración emitida por la cámara de senadores, a la cabeza de Andrónico Rodríguez, que también repudiaba la injerencia de la OEA.
Las declaraciones imperialistas de Estados Unidos contrastan con su silencio cómplice con las matanzas, torturas y cientos de detenciones ilegales realizadas por el Gobierno de facto de Jeanine Áñez que contaron con el respaldo pleno del Gobierno norteamericano. Así mismo, estas declaraciones, adquieren ribetes de cinismo en momentos en que Biden mantiene una política migratoria que vulnera de manera masiva y brutal los derechos humanos de cientos de miles de personas, separando a niños y niñas de sus familias y manteniéndolos en verdaderos campos de concentración. Esto por no hablar de la violación permanente y persecución criminal de la Policía estadounidense contra la comunidad afroamericana y latina.
Consultamos para La Izquierda Diario Bolivia a Javo Ferreira, miembro de la Liga Obrera Revolucionaria por la Cuarta Internacional (LOR-CI) sobre estas declaraciones y nos decía:
Repudiamos enérgicamente la injerencia norteamericana no solo en Bolivia sino en Venezuela y en toda la región alentando intentonas golpistas como la sucedida con la operación Lava Jato que permitió el golpe judicial a Dilma Rousseff, la proscripción de Lula y el ascenso del reaccionario Bolsonaro al poder, de la misma manera que alentaron el golpe de Estado en Bolivia.
Ferreira denunció que las detenciones por el caso golpe de Estado, realizadas hasta el momento, buscan contener las demandas de justicia de familiares de las víctimas de las masacres, heridos y torturados, quiénes cuentan con el respaldo de los movimientos sociales. “Detienen a unos pocos mientras exploran los caminos de negociación con la derecha golpista sin afectar a decenas de civiles y militares, responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante y posterior al golpe de Estado”.
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