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Red Internacional
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Esteban Echeverría. Fernando Gray: un huevo en cada canasta, en un peronismo fragmentado

Tras las conmemoraciones divididas del 17 de octubre, el intendente coquetea con distintos sectores del PJ. En plena crisis, el peronismo cambia la lucha en las calles por la biblia y el crucifijo.

Sábado 20 de octubre de 2018 14:35

Imagen: Twitter

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El 17 de octubre se conmemoró en distintos lugares el Día de la Lealtad Peronista. El intendente de Esteban Echeverría Fernando Gray no quiso quedar afuera del rearme del peronismo de cara al 2019. Fiel a su línea oportunista y especuladora, participó de la cena previa al acto realizado en Tucumán encabezado por el actual gobernador y exministro de salud del kirchnerismo Manzur, donde además participaron Sergio Massa, Miguel Ángel Pichetto, Felipe Solá y Daniel Scioli, entre otros. Se trata de un sector principalmente ligado a los gobernadores y a lo que llaman “peronismo racional”. No satisfecho con esto, al día siguiente participó del acto que se hizo en Merlo, donde estuvieron Máximo Kirchner y el aparato de intendentes bonaerenses, como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gustavo Menéndez (Merlo), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Marina Fassi (Cañuelas), Alberto Descalzo (Ituzainó) y Gabriel Katopodis (San Martín). Este sector está directamente ligado a lo que conocemos como “peronismo bonaerense” con base en las grandes ciudades del conurbano, un punto de apoyo fundamental de cara a las próximas elecciones.

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Como se ve, Gray no se pone colorado a la hora de formar fila con los que hasta hace poco se consideraban “traidores” o colaboradores del gobierno de Macri y el FMI. Si analizamos los prontuarios de muchos ellos vamos a encontrar, entre otras cosas, al corresponsable de las muerte de Dario Kosteki y Maximiliano Santillán, Felipe Solá, quien además cuando fue ministro de Agricultura durante el menemismo permitió la entrada de Monsanto; esta empresa obtuvo ganancias muy jugosas a costa de la salud de la población y la contaminación del medio ambiente. También estaban allí quienes se declararon abiertamente a favor de los abortos clandestinos y le rinden pleitesía al Papa (Menéndez, Insaurralde, Manzur). Esto último no tendría que sorprender, ya que el mismísimo Gray recibió su bendición a principios de año en su visita al Vaticano. El menú sigue, pero con repasar estos casos alcanza y sobra. Ante esto se abre un interrogante: ¿es posible construir una alternativa con quienes son responsables de esta crisis que arrastra problemas estructurales desde la última dictadura a esta parte?

Marcha a Luján: ¿y la lucha de las mujeres?

Esta tarde, fiel a su doctrina católica y capitalista, todo el peronismo sin excepción convoca a una marcha a la Basílica de Luján para pedir por “paz, pan y trabajo”. Lo que a esta altura queda claro es que la lealtad peronista se jura con la mano sobre la biblia. Mientras tanto, el ajuste pasa, los problemas de la deuda pública -y fraudulenta- se agravan y cada trabajador, estudiante, desocupado, jubilado está más apretado para poder llegar a fin de mes. ¿Y los sindicatos? Bien, gracias. Como históricamente fue su rol, las conducciones burocráticas se encargan de desgastar y dividir las luchas, separando lo sindical de lo político. En Esteban Echeverría esto es un ejemplo claro: se ven jornadas o protestas a nivel local cada vez más atomizadas, y convocatorias poco numerosas.

Pero volviendo a la marcha de hoy: ¿con qué cara se va a presentar el peronismo para dialogar con el movimiento de mujeres, cuando organiza una movilización con una institución que hizo lo imposible para que la lucha de éstas no triunfe? ¿Es posible pelear por el aborto seguro, legal y gratuito con sectores que abiertamente se declaran “pro vida”? ¿Van a ser capaces de llevar adelante la campaña de separación de la Iglesia y el Estado? La respuesta se cae de madura: si no se plantea un programa alternativo que toque cuestiones estructurales como las que venimos nombrando, si no ponemos de pie organizaciones que enfrenten el ajuste ahora en las calles, en los lugares de trabajo y de estudio e incluso en los barrios, por más que se llegue al 2019, esto podrá significar un cambio de gobierno, pero no un cambio de rumbo para el movimiento de trabajadores, de las mujeres y de la juventud.

Cómo prepararnos para el 24 de octubre y para lo que viene

El miércoles 24 se vota en el Congreso el presupuesto de ajuste para el año que viene. ¿Qué implica que éste se apruebe? Más plata para la deuda, menos para educación, salud, etc. Solamente desde el FIT planteamos el NO pago. El kirchnerismo, por más que agite la consigna de ruptura con el FMI, ya sabemos que son – y van a ser – pagadores seriales de la misma. Si realmente queremos que esto no avance, tenemos que pelear por transformarlo en otro 18D, donde fuimos miles en las calles; de no haber sido por la complicidad de la CGT y diputados, senadores y gobernadores peronistas, otro hubiese sido el resultado de la votación del saqueo previsional. De todas maneras, el costo político fue muy alto y debilitó mucho al macrismo.

La situación se agravó respecto a diciembre y motivos sobran para salir con todo. Esto también nos tiene que llevar a plantearnos la necesidad de discutir y poner en pie un partido unificado de izquierda -con aquellos sectores en lucha que quieran derrotar de verdad el ajuste- para coordinar las luchas y plantear un programa que realmente de respuestas a a la salida de la crisis ya que, de no ser así, viviremos un saqueo más –que ya está en curso- y figuras como Gray van a continuar con sus especulaciones políticas que mantienen a raya a los trabajadores y permiten que los empresarios se la lleven en pala.