Laurent Berger es el secretario general de la CFDT, la principal central sindical de Francia y la más conciliadora con el Gobierno. En las últimas entrevistas sugirió que si la odiada reforma de las pensiones de Macron es validada por el Consejo Constitucional, su sindicato reconocería esa decisión. Una forma de legitimar el ataque a las pensiones y bajarse de la lucha en curso.
Viernes 7 de abril de 2023 10:04
Laurent Berger, secretario general de la CFDT, principal central sindical de Francia.
En vísperas de la jornada de movilización del 6 de abril, Laurent Berger sorprendió a sus interlocutores en un programa de televisión de la cadena BFM TV. En respuesta a periodistas que lo cuestionaron sobre cuál es la "salida a la crisis" en caso de que se promulgue la ley, el secretario general de la CFDT respondió: "quizás no haya salida y esta ley finalmente se promulgue y aplique".
No se trata de un testimonio cualquiera, sino de la justificación del secretario general del principal sindicato de Francia, y el más conciliador con el Gobienro, para anunciar que se va a bajar de la lucha contra la reforma de las pensiones.
Tras la ira generada por la aprobación por decreto de la impopular reforma jubilatoria (mediante el artículo constitucional conocido con el nombre de 49.3), las direcciones sindicales que se aglutinan en la Intersindical, y en particular la CFDT de Berger, empezaron a buscar la forma de evitar que el movimiento crezca y se radicalice. Para esto no solo evitaron llamar a una huelga general o a renovar las huelgas por sector (cosa que en muchos lugares igual se hizo desde la base) sino que sembraron confianza en una reunión con el Gobienro, que ocurrió esta semana y como era de esperar fracasó, para finalmente dejarlo todo en manos del Consejo Constitucional, que es el órgano que este 14 de abril debe validar institucionalmente si la reforma es legítima y también si acepta un pedido de la oposición para iniciar el trámite para un referendum. A estas dos últimas decisiones se juega Berger, para sacar a la gente de la calle y esperar el veredicto del Consejo, aceptando lo que este diga.
En la entrevista del miércoles por la noche los periodistas insistieron: "¿Qué vas a hacer [en caso de que sea legitimada por el Consejo Constitucional]? (…) si se promulga, ¿la CFDT se va a retirar de las protestas?". El secretario de la CFDT precisó entonces: "seguiremos diciendo lo que pensamos de esta ley [pero] si preguntás si todavía habrá una manifestación por semana en seis meses, la respuesta es no".
Este mismo argumento lo volvió a expresar en la mañana del jueves, cuando empezaba la jornada de movilizaciones. Ante los periodistas señaló que hay "varios escenarios posibles", y que "no se trata de cuestionar la legitimidad del Consejo Constitucional", para finalmente agregar "reconoceremos su decisión pero eso no significa que dejaremos de decir lo que pensamos de esta reforma".
Todo indica que la dirección que la CFDT va en camino a aceptar la decisión del Consejo Constitucional y a finalizar el proceso de movilización. Así, el dirigente de la CFDT empieza a preparar el terreno para ponerle fin al proceso de movilizaciones y huelgas en curso y a validar la aprobación de esta ley impopular.
Si esto no funcionara, Berger tiene otro "as" bajo la manga y es el de apostar a un Referendum de Iniciativa Ciudadana (RIC). Esto ya fue presentado por diputados de la opocisión y se trata de un procedimiento sumamente complejo por el que en primer lugar tiene que ser aprobado por el mismo Consejo Constitucional (que validará la reforma), luego se tienen que juntar al menos 4,8 millones de firmas (10 % del padrón) y luego los parlamentarios tienen seis meses para debatir si finalmente aceptan la reforma o dar paso a un referendum.
No se trata solo de tiempos largos en los que la dirección de la CFDT dejaría de realizar movilizaciones o protestas sino que Berger dijo que "los activistas están muy listos para salir a juntar las firmas", el mejor indicador que se prepara para abandonar el movimiento.
Los sindicatos de base deben denunciarlo
Aunque menor a las anteriores en cantidad de participantes, la jornada de este 6 de abril siguió siendo masiva, mostrando el ánimo de pelear contra la reforma de Macron. Ni la decisión del Consejo Constitucional ni un hipotético Referendum pueden ser una salida para el movimiento.
Estas estrategias son, por el contrario, callejones sin salida y corren el riesgo de ser utilizadas como pretexto para la liquidación del movimiento. Sobre todo porque, mientras Laurent Berger prepara claramente su salida del proceso de protestas, la posición de la dirección de la CGT (la segunda central sindical) sigue siendo incierta. La secretaria general de la CGT, Sophie Binet, todavía afirma que "no hay otra salida que la retirada de esta reforma", denunciando que el "Gobierno está bunkerizado [y abroquelado sin ceder nada]", y dijo que después del 14 de abril [fecha en la que se conocerá la resolución del Consejo Constitucional] "la movilización continuará de una u otra forma". Una declaración lo suficientemente vaga como para evitar comprometerse.
A pesar de las contradicciones del movimiento, la única perspectiva para ganar está siempre en el terreno de la movilización, construyendo un equilibrio de poder que pueda enfrentar la reforma en las calles y a través de la huelga. Esto implica hoy concretamente defender las huelgas renovables en curso, en el sector de la energía y las refinerías, frente a las requisas [instrumento legal por la cual el gobierno obliga a los trabajadores a volver a sus puestos de trabajo bajo amenaza de prisión o multas elevadas], pero también construir un plan de lucha para extenderlas. Una estrategia que la intersindical, empezando por Laurent Berger, siempre se ha negado a llevar adelante.
Frente a quienes se preparan para acabar con la movilización, el movimiento obrero debe reaccionar y denunciar estas maniobras. Más que nunca, los sectores de base que han venido garantizando las huelgas, bloqueos y manifestaciones deben tomar en sus manos las medidas para continuar el movimiento, organizando la coordinación de los sectores de base ahora mismo. Así lo expresaron muchos sindicalistas e intelectuales en un foro promovido por la Red por la Huelga General, y publicado por el sitio Politis el martes: "Ahora no es el momento de comprometerse, sino de romper con lo que no ha funcionado hasta ahora y poner en marcha una estrategia para ganar. (…) Debemos mantener la lucha, el paro, las manifestaciones, las acciones y los bloqueos, fortaleciendo los comités de acción y Asambleas Generales Interprofesionales [intersectoriales] en el terreno y coordinarlos al servicio de esta perspectiva".
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