El lunes 25 de julio comienza la etapa de alegatos en el tramo IV del juicio a los genocidas que actuaron en la región, juicio conocido como “La Escuelita IV”. La querella del CeProDH tendrá su turno durante los primeros días del mes de Agosto.
Domingo 24 de julio de 2016 22:34
Durante este lunes 25, a partir de las 9 horas en el salón de AMUC, ubicado en la Avda. Argentina 1635 de la Ciudad de Neuquén, se concretarán finalmente los alegatos de parte comenzando por la Fiscalía Federal a cargo del Fiscal Walter Romero, y luego las querellas de la Secretaría de Derechos Humanos de Nación; APDH Neuquén y el CeProDH, para luego dar comienzo a los alegatos de las defensas y eventualmente réplicas y dúplicas. Son los últimos pasos previos a la sentencia que deberá dictar el Tribunal Oral Federal Nº2.
Considerando la importancia que tiene esta etapa, y como corolario del desarrollo de este tramo, LID conversó con Natalia Hormazabal, Leticia Celli y Mariana Derni abogadas integrantes del CeProDH, que han sostenido la querella.
¿En qué consiste la etapa de alegatos en un juicio de este tipo?
Es un momento políticamente muy importante, mas allá de los limites procesales que conlleva. Y decimos esto porque no nos podemos limitar a decir “caso por caso”, “hecho por hecho” y aún siquiera análisis de prueba en forma directa. Como siempre afirmamos, se están juzgando hechos ocurridos hace 40 años. Un genocidio de clase, un plan sistemático para exterminar a obreros y obreras que junto a miles de estudiantes se organizaban por una sociedad sin explotados ni oprimidos, no hechos aislados de un par de militares sueltos. El mismo Estado junto con los empresarios y civiles deben ser juzgados y puestos en cárcel común y efectiva. En el desarrollo de nuestros alegatos explicamos porqué y quiénes fueron los responsables, poniéndole nombre y apellido a algunos de quienes llevaron adelante este plan en la región.
Es un momento fundamental para poder plantear nuestra posición respecto a lo que ocurrió en los 70` no solo en la región de Neuquén, Alto Valle y cordillera, sino en toda Latinoamérica. Aquí hubieron particularidades de una zona considerada, al decir del historiador Pablo Scatizza, “no caliente” como serían los grandes centros como Buenos Aires, Córdoba o Rosario; pero si con una gran concentración de militantes políticos, sindicales y estudiantiles.
Y, a su vez vamos a plantear las diferencias que tenemos en relación a las restantes querellas y que nos han atravesado todos estos años. Por ejemplo, sabemos que el Estado tiene los archivos que nos permitirían saber la verdad, por eso es que no adherimos al pedido de que los desaparecidos vuelvan a desaparecer, cerrándose su búsqueda al caraturarlos de “homicidios”. Durante estos años los genocidas no han quebrado el pacto de silencio, y no creemos que ello pueda ocurrir, pero el Estado y sus fuerzas represivas desaparecieron y ellos saben donde están, porqué centros clandestinos pasaron, qué fuerzas y civiles estuvieron involucrados. Este planteo es uno de los principales que haremos junto al pedido de que se juzgue por genocidio, que no es un marco, sino el delito mismo. Somos la única querella que lo hará.
¿Qué implica la intervención del CeProDH en estos juicios?
En Neuquén desde hace 10 años participamos en el juicio “La Escuelita”, con mucho esfuerzo militante. Este ya es su cuarto tramo. Para nosotras dar la pelea contra la impunidad de hoy, lo que hacemos todos los días como integrantes de un organismo de DDHH independiente de todos los gobiernos, es inescindible de la pelea contra la impunidad de ayer. Aportar desde nuestro rol para que se vea lo que llamamos “hilos de continuidad” entre las generaciones de hoy y aquéllas que se pretendieron diezmar con la brutal dictadura impuesta en los 70`. Es no torcer el brazo ante los distintos gobiernos de la impunidad.
Es muy importante que en esta parte del juicio las organizaciones, organismos de derechos humanos, trabajadores y estudiantes acompañen las audiencias. Hay que mostrar que no vamos a permitir que se den aún más pasos para atrás en estos juicios, que nos mantenemos firmes exigiendo cárcel común y efectiva para todos los genocidas, los responsables de todos gobiernos, la iglesia católica y los empresarios que se han visto enormemente beneficiados con la dictadura. Que la bandera de los 30.000 compañeras y compañeros se mantiene bien alta”
Frente a la avanzada que pretende el gobierno del derechista Macri en relación a estos juicios y a la libertades democráticas, sosteniendo desde el mismo gobierno y sus medios aliados (NdR: editorial del diario la Nación al otro día de su asunción, por dar un ejemplo) aberrante “teoría de los dos demonios”, estamos convencidas en redoblar esta enorme pelea.