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Red Internacional
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Impacto ambiental. Santiago del Estero: animales muertos y contaminación por modificaciones en canal de agua

Las obras de mejoramiento del Canal de la Patria, realizadas sin estudio de impacto ambiental ni obras de mitigación, se convirtieron en una trampa mortal para la fauna silvestre y doméstica. Organizaciones ambientalistas también alertaron del riesgo para la salud de la población y los vecinos denuncian que no hay respuesta efectiva desde el Gobierno.

Lunes 6 de noviembre de 2023 12:53

Osos hormigueros, pecaríes, pumas, zorros grises, entre otros animales en peligro de extinción, están siendo afectados por un nuevo peligro mortal: las obras de ampliación del viejo Canal de la Patria, ordenada por el eterno gobernador Gerardo Zamora (2005 a 2013 y luego 2017 a la fecha).

A la caza ilegal, la sequía, los desmontes, la contaminación y otras amenazas, la fauna silvestre del partido de Moreno, en el norte de la provincia de Santiago del Estero, enfrenta ahora una verdadera trampa mortal. A lo largo de unos 250 kilómetros, las empresas Panedile, Concret Nor y Mijovi que conforman la Unión Transitoria de Empresas (UTE) contratadas por el Gobierno provincial para realizar el proyecto hídrico realizaron -sin estudio de impacto ambiental serio- una gran zanja de cemento donde los animales caen al tratar de beber agua o de cruzar, como hacían antes con el viejo canal, pero ahora sin la menor chance de salir.

El 18 de octubre se viralizó un desesperante video tomado por vecinos de la zona, donde se ve un grupo de ocho osos hormigueros (Myrmecophaga tridactyla) y un perro atrapados en una sección del canal. Difundido por Revista Crítica y organizaciones ambientalistas, la situación llegó a conocimiento de las autoridades pero no hubo respuestas.

En el marco de las fuertes sequías que se vienen produciendo en gran parte del país a consecuencia del cambio climático, resultan imprescindibles obras que garanticen el abastecimiento de agua. Las del Canal de la Patria tienen esta problemática como justificación y se realizan para transportar agua desde el río Salado que divide los departamentos de Jimenez y Alberdi, hasta Quimilí, cabecera de Moreno y otras localidades.

Las obras empezaron en 2021 con gran estridencia, incluso con la presencia de Alberto Fernández y del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. Pero el Gobierno provincial, ahora aliado incondicional de Sergio “extractivista” Massa, y las empresas concesionarias no realizaron ningún estudio de impacto ambiental serio, lo que habría alertado de los riesgos que implica una obra de infraestructura de gran magnitud en un entorno natural. Una muestra más de cómo piensan al ambiente, como mero "recurso" sobre el que se puede intervenir sin ningún reparo o precaución.

Ni siquiera se agregaron puentes, cercos, rampas de escape, abrevaderos u otras estructuras para evitar las caídas de animales silvestres o domésticos, e incluso de personas que podrían accidentarse.

Días más tarde, se conocieron nuevos videos que mostraban los cuerpos de los animales ahogados, que fueron retirados del canal y abandonados en tierra, otra actitud negligente que no repara en la salud de la población. Así lo denunció la Fundación Vida Silvestre, que en un comunicado en X señaló no solo el peligro inminente para la fauna autóctona, sino el riesgo de contaminación del agua por animales muertos, que luego consumirá la población.

La organización alertó que “el problema se multiplicaría al estudiar el impacto de esta clase de canales en fauna más pequeña como anfibios o pequeños mamíferos”. Y es que en la zona hay tortugas, armadillos, víboras, corzuelas, guasunchos, entre otras especies que también se acercan a beber y caen al canal. “Estos animales son mucho más complejos de registrar, por lo que es altamente probable que el impacto ambiental y el riesgo sanitario posiblemente sea mucho mayor de lo observado”, concluyen en su comunicado.

Recordemos que toda esta zona es parte del Gran Chaco, la antiguamente amplia zona de bosques y sabanas, continuación natural de la Amazonia, que se extendía desde el Mato Grosso brasileño hasta Río Tercero en Córdoba, pasando por Paraguay y el oriente boliviano. Un área enorme, con una amplísima biodiversidad, climas, flora y fauna, hoy muy reducida y en grave peligro por la explotación capitalista.

Las tristes imágenes que se difundieron no son algo puntual sino una escena que se repite a diario desde que se inauguró la obra. Lo que implica que cientos de animales silvestres y domésticos han muerto. A la vista están las consecuencias de pensar a la naturaleza como mero “recurso”, separada de la sociedad y “sacrificable”. Una visión que, a pesar de los matices, comparten oficialistas y opositores.