La Policía Bonaerense le allanó la casa, lo acusa de integrar una banda de ladrones y se lo llevó preso. Es uno de los referentes de la lucha por verdad y justicia para las pibas y pibes masacrados en 2004 en el boliche de Once.
Daniel Satur @saturnetroc
Viernes 23 de octubre de 2020 12:40
La “crónica policial” difundida en estos días por algunos (pocos) portales del Conurbano (que tienen a la Policía Bonaerense como fuente privilegiada) dice que “tres integrantes de la barrabrava del club Almirante Brown” fueron detenidos por “formar parte de una banda que se dedicaba a realizar entraderas”. Las detenciones se produjeron en operativos conjuntos de la DDI de La Matanza y el Grupo Halcón realizados en Isidro Casanova y Rafael Castillo.
Según la Policía, a los detenidos (de entre 46 y 53 años) les secuestraron una escopeta “cargada con cuatro cartuchos antitumulto, una PlayStation 4, varios aparatos de telefonía celular y numerosas camisetas y banderas de Almirante Brown”. Suficientes “pruebas” para que la UFI 3 y el Juzgado de Garantías 5 del Departamento Judicial de La Matanza los procese y detenga. Incluso se les adjudica la comisión de otro hecho, ocurrido en mayo, donde habrían “desalojado” la casa a una mujer en el barrio Los Pinos.
La crónica policial (es decir la Policía) no dio más detalles que las edades y la dirección de una de las casas allanadas. Como se repite sistemáticamente desde hace décadas en toda la provincia de Buenos Aires, la “noticia” basada en causas armadas (que en general con los años terminan cayéndose por su propio peso) es un aporte inestimable de la “prensa” a la campaña contra la “inseguridad”, reivindicando la actuación de las fuerzas represivas del Estado. Pero en este caso, ¿qué se esconde tras esa información escueta y tendenciosa?
Días después de las detenciones se supo que los detenidos son Fabián Tolosa, Elvio Martínez y Leo Chaparro. Éste último es, ni más ni menos, el papá de David Chaparro, uno de los 194 pibes y pibas masacrados en el boliche Cromañón de la Ciudad de Buenos Aires, la noche del 30 de diciembre de 2004. Leo es uno de los referentes de la lucha por verdad y justicia para les pibes asesinados por avaricia empresaria y la corrupción estatal.
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A través de las redes sociales la compañera de Leo, Miriam Araneda, y su hija Lucila contaron lo sucedido. “Allanaron la casa, rompieron todo, despertaron a todos a escopetazos”, relatan sobre la irrupción policial en la mañana del jueves 15. “Todo esto sin pruebas, sólo por una foto impresa de Facebook, que señalaron por señalar”, agregan.
La familia, acompañada por padres y madres que se nuclean en el Movimiento Cromañón, aclara que Leo no sólo “no tiene idea de este hecho del que lo acusan” sino que la misma Policía habla de una banda de “supuestamente 15 personas” pero “metieron presas a 3 que no tienen nada que ver”.
“Tenemos pruebas de que él no estuvo nunca en el lugar del hecho y que salió a laburar como todos los días”, afirman Miriam y Lucila. Pero además de exigir su inmediato sobreseimiento y liberación, alertan que la salud de Chaparro, “después de Cromañón y de una terapia de Covid positivo” es más que delicada. “No les importa nada, ni lo que nos cuesta esta vida con tantos golpes que nos dio”, sentencian con bronca.
La familia dice que “toda la gente que lo conoce sabe cómo es, sabe que si no se ensució las manos por Cromañón, habiéndole masacrado a su hijo, no se va a ensuciar las manos” en hechos como los que le adjudican y por los que ya lleva más de una semana detenido.
En las últimas horas la propia familia anunció que “por el momento” no va a realizar ninguna movilización, ya que todos los pedidos ante fiscales y jueces que hicieron “todavía están dentro del plazo” para ser respondidos. “Hasta que no sean contestados lamentablemente tenemos que esperar”, afirman al tiempo que aclaran que “si es que después de unos días no recibimos respuestas o rechazan los pedidos vamos a ser los primeros en quedarnos parados en la Fiscalía”, exigiendo la libertad.
No será ni la primera ni la última vez que la Policía Bonaerense detiene a personas inocentes para "resolver" casos para la tribuna. Casos en los que, generalmente, es esa misma fuerza la implicada en las acciones criminales.
Daniel Satur
Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS).