Son oriundos de Santiago del Estero y trabajaban para una empresa de zanahorias en Maipú.
Domingo 21 de mayo de 2017 00:00
En la localidad de Fray Luis Beltrán, dentro del departamento de Maipú, 14 trabajadores estaban viviendo en un galpón abandonado. No tenían baños ni ninguna condición mínima de higiene y seguridad. Allí trabajaban haciendo lavado de zanahorias para una empresa del lugar.
Estas 14 personas fueron detectadas por Inspectores de la Delegación Regional Mendoza, del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, quienes hicieron la denuncia para habilitar la intervención del fiscal de turno.
Sin embargo, no es la primera vez que el departamento de Maipú es noticia por las terribles condiciones de explotación que existen en sus fincas. Desde hace años, diferentes inspecciones llevadas adelante por organismos de gobierno, han encontrado en situaciones de esclavitud a niños y adultos.
En 2011, 100 trabajadores golondrinas fueron hallados en la finca de la firma Sanes S.A por la Subsecretaria de Trabajo de la Provincia. Los ubicaron luego de una denuncia anónima que informaba la muerte de una niña en un piletón del lugar. Las inspecciones aseguraron que había familias viviendo en carpas improvisadas con lonas y palos, con precarias condiciones de higiene y seguridad. Tenían piso de tierra y, a modo de baño, utilizaban un agujero hecho en la misma tierra. Las instalaciones eléctricas y de gas estaban en mal estado, resultando muy peligrosas. Tampoco contaban con agua potable.
Un año después -en 2012- 170 personas, entre las que había niños sometidos a trabajo infantil, fueron encontradas en Finca Los Álamos. Vivían hacinados en habitaciones pequeñas, sin agua potable, gas ni electricidad. Otra vez fue la Subsecretaria de Trabajo de la Provincia quien dio con ellos.
El año pasado (2016), se conoció que 10 personas, incluidos menores, vivían hacinados en un galpón de empaque de la firma Agrícola Don Antonio S.A., esta vez en la zona de Rodeo del Medio. Todos trabajaban en negro, en el mismo lugar donde comían y dormían. Para ello contaban con unas habitaciones sin ventilación, con riesgos de intoxicación y explosión por el uso de garrafas en el interior del ambiente y con riesgo eléctrico debido a la mala instalación. Nuevamente fue la Subsecretaría de Trabajo quien constató las extremas condiciones en las que estaban estos trabajadores y sus hijos.
Estos son algunos de los casos conocidos de trabajo esclavo de los últimos años, registrados solamente en el departamento de Maipú. La política contra las patronales y dueños de fincas responsables de estas situaciones ha sido aplicarles multas de sumas que no significan nada en relación a las ganancias que se llevan.
Los diferentes gobiernos que han pasado no han cambiado esta realidad para los trabajadores. Pero sí han beneficiado, y lo siguen haciendo, a los finqueros y empresarios vitivinícolas otorgándoles incentivos económicos y subsidios para sus negocios, lo que se transforma en una burla más contra los miles sometidos a la esclavitud laboral.