La oposición hondureña realiza este viernes una nueva jornada de protesta contra el fraude electoral. La Policía y el Ejército reprimieron a los manifestantes en los cortes de rutas y calle.
Viernes 15 de diciembre de 2017 14:52
El Ejército y la Policía hondureñas reprimieron este viernes a manifestantes opositores que bloqueaban varias carreteras del país exigiendo un recuento detallado de los comicios del 26 de noviembre, cuyo resultado oficial dio la victoria al presidente Juan Orlando Hernández (JOH) por un estrecho margen.
El candidato opositor Salvador Nasralla y su coalición de centro izquierda Alianza de Oposición Contra la Dictadura denunciaron fraude en las elecciones, después de que los primeros conteos que le daban la victoria se revirtieran en favor del candidato oficialista.
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Militares y policías antimotines lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a varios grupos de decenas de manifestantes que les arrojaban piedras desde barricadas levantadas en los accesos a las grandes ciudades del país, incluyendo la capital Tegucigalpa y la industrial San Pedro Sula.
Los bloqueos también se extiendieron a otros puntos del país como la ciudad de La Ceiba, en el litoral Atlántico, la sureña ciudad de Choluteca y en el departamento agrícola de Olancho.
La oposición llamó a esta nueva jornada de protesta tras confiar en la mediación de la OEA y la Unión Europea, al mismo tiempo que el Tribunal Supremo Electoral consumaba el fraude dando por ganador el pasado lunes a JOH. La confianza que depositaron los dirigentes opositores en la negociación fue socavando el nivel de movilización callejero tras una primera semana de masivas acciones que fueron brutalmente reprimidas por el Ejército dejando un saldo de al menos 14 manifestantes muertos.
El llamado a movilizarse nuevamente este viernes tenía el objetivo de intentar retomar las manifestaciones, aunque la dirección opositora sigue teniendo en el centro de su agenda buscar una salida negociada en lugar de profundizar las movilizaciones o llamar a un paro general hasta acabar con el fraude.
En este marco el depuesto expresidente Manuel Zelaya, aliado de Nasralla dijo: "Estamos exigiendo que se respete la voluntad del pueblo en las urnas (...) no vamos a dejar de protestar, no vamos a dejar que se quede en el poder el dictador Juan Orlando Hernández".
Si bien la OEA expresó sus dudas en el proceso de recuento de votos, está dejando correr el tiempo para que la propia situación se descomprima. Es así que Hernández no tiene problemas en afirmar que "el proceso electoral fue transparente" y que aceptará el resultado definitivo que dé el árbitro electoral.
Zelaya, quien estaba en uno de los bloqueos de acceso a Tegucigalpa, dijo a medios locales que exigen un conteo "votos por voto" para comparar firmas, las actas y los cuadernillos en las más de 18.000 urnas electorales. Esto demuestra que la táctica privilegiada de la oposición es "golpear para negociar", algo que no les viene dando resultado. Hay que tener en cuenta que el propio Zelaya fue destituido por un golpe cívico-militar en 2009 con el pleno apoyo de Estados Unidos, que hoy está detrás del soporte al oficialista JOH.
A pesar de ser un organismo completamente desprestigiado, el Tribunal Electoral tiene ahora plazo hasta el 26 de diciembre para anunciar el ganador definitivo de los comicios.