El Lobo lo debió ganar ante Sarmiento de Junín, pero nuevamente desde el VAR le anularon un gol lícito y con una excusa antirreglamentaria. Después del partido Penel habló con Chirola Romero y se disculpó por el “error”. ¿No fue un robo intencional? ¿Quién le devuelve los dos puntos al equipo platense?
Sábado 27 de mayo de 2023 20:31
Ariel Penel habla con Leonardo Morales al finalizar el partido | Foto @Holatriperos
Del grito emocionado a la incertidumbre. De ahí la pena. Y finalmente la broca. Esas fueron las sensaciones vividas en el mediodía de este sábado por las treinta mil almas presentes, pese al frío intenso, en el estadio Juan Carmelo Zerillo de La Plata y las cientos de miles más que miraban por televisión o por el celular el partido correspondiente a la 18° fecha del campeonato de la Liga Profesional de Fútbol.
El grito emocionado, porque ya iban 41 minutos del segundo tiempo para el final del partido en el que los pibes de Gimnasia y Esgrima La Plata (como lo hacen en cada cancha) lo habían buscado sin descanso. Pero también porque éste, contra Sarmiento de Junín, era el primer gol de Felipe Sánchez, uno de los juveniles debutantes del Lobo en el torneo que vienen haciendo un papel destacado en primera, jueguen contra quien jueguen.
Le siguió una incertidumbre de varios minutos, mientras todos los ojos se posaban sobre la boca y los gestos del árbitro Ariel Penel, quien tras convalidar el gol con el juez de línea Ariel Scime escuchaba los comentarios e indicaciones de Diego Abal desde el predio de la AFA en Ezeiza. Éste estaba a cargo del VAR y, después de una larga charla, le ordenó al referí que haga la mímica de una pantalla y marque “gol anulado”.
La Pena abordó a Sánchez, a sus compañeros, a Sebastián “Chirola” Romero, al resto del cuerpo técnico y a las miles y miles de camisetas albiazules que, una vez más y como ya es costumbre, coparon el bosque para alentar a este equipo que desborda juventud y hambre de cosas importantes.
Y no tardó en llegar la bronca. Con Penel, con Abal, con el VAR, con la AFA y con todos los que rayen. Otra vez una decisión inmodificable y perjudicial para el equipo platense se escondía detrás de la tecnología audiovisual que, supuestamente, llegó al fútbol para dar una solución lo más “justa” posible a los inevitables errores del ojo humano. Y no sólo hubo bronca por un gol mal anulado (cosa a la que el Lobo parece estar acostumbrado), sino porque encima una vez terminado el partido el propio árbitro le comunicó al entrenador tripero que, efectivamente, habían cometido un error y le pidió disculpas.
Es insólito, nunca visto, pero es real. ¿Cuándo recordás que haya pasado algo así? ¿Cuándo pasó que un referí, ya habiendo finalizado el partido, con el estadio semivacío, llame a un técnico para confesarle que, entre todo el equipo arbitral, le robaron el partido tras varios minutos de “deliberación”? ¿A cuánto se está de poder acusar, con razón, que ese robo fue intencional? A nada.
Partido complicado
Gimnasia y Sarmiento jugaron un primer tiempo donde no se dieron ventaja y se midieron minuto a minuto. Tan es así que las jugadas con algo de peligro tardaron en llegar. Pero, con el esquema más ofensivo que puso en la cancha Romero, quien más proponía era el local, sobre todo cuando se asociaban Alan Lescano y Leandro Mamut para habilitar a Cristian Tarragona y Eric Ramírez. También Matías Melluso tuvo buen manejo de la pelota y, como desde hace un par de partidos, viene animándose más a tirar sus buenos centros y hasta remates al arco.
Isreal Damonte paró a Sarmiento con cinco en la defensa y con tres delanteros siempre listos para pescar algún descuido de los defensores y volantes rivales. Luciano Gondou fue de los más acertados en la empresa y tuvo una posibilidad entrando la área que no pudo aprovechar. Poco después lo tuvo Javier Toledo tras un centro de tiro libre de Lisandro “Licha” López. La pelota le llegó limpia al área chica, cabeceó con fuerza pero terminó estrellándose en el poste derecho de Tomás Durso.
Después de los 25 el Lobo tuvo varias incursiones al área visitante, especialmente cuando Lescano y el resto de los volantes habrían la cancha para los desbordes de Melluso y de Bautista Barros Schelotto, otro de buen partido en general. Así lograron algunos tiros de esquina que preocuparon a los de Damonte, que prefirieron quedarse en su campo a la espera de nuevos contraataques.
A los 43 Gimnasia tuvo la más clara de la etapa inicial. Centro de Melluso desde la izquierda, en tres cuartos de cancha. Entrando al área la agarró Tarragona y apuntó al arco. Rebotó en un defensor y se fue a otro tiro de esquina. El primer tiempo se fue sin minutos adicionados ni tarjetas amarillas.
Debió ganarlo Gimnasia
Apenas arrancado el complemento Felipe Sánchez tuvo servido un gran centro de Mamut. El cabezazo fue bueno, pero salió besando el palo izquierdo del arquero Sebastián Meza que la miró alejarse. Luego siguieron más acercamientos del tripero al arco del verdolaga, producto de que los locales empezaron a ser más precisos en los pases y en el armado de juego que en el primer tiempo. Pero le faltó la llegada más cerca al arco, abusando de los remates desde afuera del área.
A los veinte Romero metió cambios para, aprovechando la propuesta conservadora de la visita, reforzar el ataque. Para eso sacó a Mamut y a Soldano y los reemplazó por Franco Torres y Tomás Muro. Y a los 28 reemplazó a Tarragona (que volvía de una lesión y no logró estar al máximo) por Ivo Mammini y a Eric Ramírez (que había hecho un gran desgaste) por Antonio Napolitano. Pese a que Gimnasia siguió siendo más ofensivo que Sarmiento, los cambios no terminaron de inclinar la balanza general del juego.
Con el visitante decidido a defender el punto, el Lobo siguió buscando hasta el final convencido de que era posible torcer el empate. Y el premio al esfuerzo y la constancia pareció llegar a las 41, cuando tras un córner desde la derecha y de varios toques, Barros Schelotto metió un centro bajo y en el área chica esperaban varios de sus compañeros. La pelota pasó entre los pies de los defensores y se topó con Felipe Sánchez, que tras un rebote la metió para el delirio de la hinchada. Era el primer gol en la primera división del defensor. El grito era por partida doble.
Robo
El árbitro Penel convalidó el gol sin dudar. Su asistente de bandera amarilla y roja también. Con la pelota ya en el centro de la cancha para que sacara Sarmiento, desde Ezeiza Abal le cuchicheaba algunas elucubraciones. Dos minutos después del gol, a Penel le ordenaron que cobrara off side de Lescano al momento de comenzar la jugada, es decir en el punto del tiro de esquina.
El reglamento del fútbol dice que hay tres ocasiones en las que un jugador no será considerado adelantado: si recibe la pelota desde un saque de arco, desde un lateral o desde un tiro de esquina. Lescano nunca pudo haber estado en off side porque justamente el pibe recibió la pelota de un compañero que hizo el tiro de esquina. Es decir, se anuló antirreglamentariamente un gol perfectamente válido. Si eso no es un robo, ¿qué lo es?
La excusa de Penel (que había cobrado el gol inicialmente) para anular el gol, no la entendió nadie. Incluso durante los largos minutos posteriores al final del partido la gente se iba del estadio sin entender nada. Eso sí, con la sensación clara de haber sido estafada por el arbitraje. Las dudas se despejaron cuando Chirola Romero dio su conferencia de prensa.
“Penel me dijo lo que nos pareció a todos dentro de la cancha, que el gol era legítimo. Y bueno, lamentablemente nos sacó la posibilidad de ganar los tres puntos en un partido muy difícil”, dijo Romero. Reiteró, como en partidos anteriores con resultados injustamente adversos, que no entiende cómo pasan estas cosas si el VAR se puso para esclarecer jugadas determinantes. “Un árbitro se puede equivocar como cuando no había VAR, pero se supone que el VAR es para este tipo de cosas. Trabajamos toda la semana y así te quitan la posibilidad de sumar tres puntos muy importantes”, agregó el técnico albiazul “con bronca y calentura”.
Penel no sólo reconoció la legitimidad del gol sino que le pidió disculpas al entrenador. “Se equivocó y está bien que lo reconozca, todos nos podemos equivocar, es de destacar que lo haya reconocido”, remarcó un excesivamente comprensivo Chirola sobre la tardía e impotente actitud del referí. “El VAR es supuestamente para que haya justicia y acá no la hubo”, reiteró antes e irse masticando bronca al vestuario.
“Polémico”, dijeron más tarde las grandes empresas periodísticas sobre la anulación del gol. No, señores, polémico no. Hay que decir la verdad. Sacarle el gol a Felipe Sánchez y su equipo con una decisión antirreglamentaria, pasando por encima la propia ley escrita del fútbol mundial, no es algo sobre lo que se pueda abrir una polémica. Hay que denunciarlo. Y mucho más cuando el propia referí se lo reconoce a una de las máximas víctimas de su robo.
¿Qué va a hacer la AFA con esta “polémica”? ¿No debería sancionar a los árbitros en cuestión y darle los tres puntos a Gimnasia? Difícil que el chancho chifle. Sobre todo cuando Barracas Central, el equipo del presidente de la AFA Chiqui Tapia, se benefició en varios partidos de arbitrajes absolutamente mediocres como éste. Precisamente uno de esos partidos fue contra el Lobo de La Plata.
Eso sí, aún con el robo confeso y la bronca masticada, los pibes volvieron a ser aplaudidos calurosamente (pese al frío) por su hinchada. Ahora a pensar en la visita, el domingo 4 de junio, a Unión de Santa Fe. Y en las próximas fechas de la Copa Sudamericana, buscando seguir en carrera internacionales después del triunfazo contra Independiente Santa Fe de Bogotá.
Ah, y no te olvides. ¡Lolo Regueiro Presente! ¡Juicio y castigo a los asesinos y sus cómplices!