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Red Internacional
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Violencia de Género. Instituto 41 de Adrogué: estudiantes se plantan contra la violencia de género

Ante la propuesta de un elaborar un protocolo contra la violencia de género, Pan y Rosas planteó que se realice un relevamiento anónimo para conocer los casos en el profesorado.

Lunes 11 de diciembre de 2017

A principios del ciclo lectivo 2017 estudiantes independientes y agrupaciones de izquierda pusimos en pie una Comisión de Géneros y Diversidad Sexual para apoyar a las compañeras ante diferentes casos de violencia de género. Si bien desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas apostamos a la organización independiente de las compañeras y del movimiento LGTTBI en los lugares de estudio y de trabajo, en el profesorado la Comisión de Géneros fue de una gran importancia y necesidad, por un lado frente al maltrato y desprecio de la conducción del centro de estudiantes en manos de La Cámpora y por otro, ante los ataques del equipo directivo y la "responsabilidad" que le adjudicaban a las compañeras que padecieron violencia de género.

Pese a tantos obstáculos, la Comisión se mantiene en pie, de forma independiente de la dirección, para brindarles apoyo a las compañeras que querían dejar la carrera por la falta de respuestas por parte de las autoridades institucionales del profesorado y la conducción del centro ante esta problemática. Seguimos peleando por la confección de un protocolo que prevenga y erradique la violencia de género en nuestro instituto.

La importancia de la elaboración de un protocolo con todo el estudiantado

A pesar de considerar correcto que el equipo directivo haya tomado nuestras propuestas respecto al protocolo, no acordamos con los métodos con que se manejan. Desde fines de noviembre han tenido lugar dos reuniones de una comisión ad hoc para confeccionar un protocolo, pero las mismas no han tenido la difusión necesaria por todos los canales que posee la dirección para llamar a participar de estas instancias.

Un protocolo contra la violencia de género es una herramienta de suma necesidad que lleva en su desarrollo artículos y un marco teórico en el que todas y todos tenemos que debatir para su elaboración y poder aportar distintos puntos de vista para que sea elaborado en función de lo que vivimos todas y todos los estudiantes; por eso nos parece que dichas discusiones ameritan la mayor concurrencia posible. Por tal motivo, consideramos necesario que se den pasos previos.

La propuesta de Pan y Rosas: un relevamiento para conocer los casos de violencia de género dentro del instituto

Para que el protocolo sea realmente efectivo debe adaptarse a la realidad del instituto en el cual cursamos; es por ello que desde Pan y Rosas propusimos llevar a cabo un relevamiento de manera anónima para poder conocer todos los casos que se fueron dando desde que cada estudiante comenzó a cursar. Éste índice nos permite profundizar tanto en problemáticas específicas como generales en torno a la violencia hacia las mujeres y el colectivo LGTTBI en los lugares de estudio y sienta las bases para la conformación del ya mencionado protocolo. Para llevarlo a cabo es necesaria la participación de la gran mayoría del estudiantado, pero esto se va a ver imposibilitado si continuamos con la iniciativa de la dirección de conformar el protocolo en fechas donde ningún estudiante va a cursar y la mayoría está rindiendo finales. Por esta razón, tras largas discusiones los últimos días de noviembre, a propuesta de Pan y Rosas se logró que la primera medida que se tome antes de realizar el protocolo sea el relevamiento cuando comiencen las clases en 2018, para hacer partícipes de las discusiones y las resoluciones a todo el estudiantado.

Desde Pan y Rosas creemos que es urgente tomar medidas frente a la violencia machista porque ni el Estado ni sus instituciones nos van a garantizar nuestros derechos y reivindicaciones. Solo a través de la organización en los lugares de estudio y trabajo podremos hacernos oír. Con la fuerza de las mujeres y el colectivo LGTTBI podemos hacer temblar la tierra. Las mujeres históricamente hemos podido transformar la bronca y el dolor en lucha y organización, porque sabemos que ningún derecho va a ser conseguido si no peleamos por ellos. Es por eso que apuntamos a la organización de las mujeres y las identidades LGTTBI en los lugares de estudio y reivindicamos este gran paso dentro del ISFD n° 41 , ya que es un impulso para continuar con la lucha contra este flagelo.