Las declaraciones son de Héctor Gay, intendente de Bahía Blanca, quien con su sueldo de varios millones al año, nos invita a resignarnos a un destino de pobreza inevitable, mientras las riquezas se acumulan en pocas manos
Miércoles 13 de mayo de 2020
Foto: La Política Online
A 55 días de la primera declaración de la cuarentena, la situación económica es desesperante. Parte de los más afectados son los trabajadores informales, muchos de los cuales perdieron todos o casi todos sus ingresos, y pasaron a depender del IFE, que con $10.000 por familia, es un ingreso totalmente insuficiente y que tampoco llega a todas las familias que lo necesitan.
Por su parte los trabajadores formales también se encuentran amenazados por despidos, suspensiones y rebajas salariales. Estos recortes al bolsillo cuentan con la complicidad del gobierno y las burocracias sindicales.
Sin ir más lejos en Bahía Blanca, Miguel Aolita del sindicato de comercio fue una de las voces a favor del recorte de salarios, mientras que Miguel Agüero, del sindicato de trabajadores municipales, propuso el cobro de sueldos desdoblados.
El observatorio de despidos durante la pandemia de La Izquierda Diario arrojó en su ultima estadística, la cifra de 2.600.000 trabajadores afectados por despidos, suspensiones y rebajas salariales durante la cuarentena. En esa misma estadística se señala que la ultima semana aumentaron 900% los despidos.
En este grave contexto, Héctor Gay declaró en diálogo con La Brujula “Todos seremos más pobres en el corto plazo”.
¿Seremos todos más pobres?
Los políticos tradicionales seguro que no van a ser más pobres, ellos siempre caen bien parados y aún en las peores crisis, mantienen sus privilegios. Si no recordemos semanas atrás las declaraciones del Intendente de Monte Hermoso por el Frente de Todos quien había dicho "180 lucas por mes es poco lo que estoy cobrando”.
Realmente nos preguntamos qué entiende por pobreza Hector Gay, cuando se incluye afirmando “todos seremos más pobres”, mientras cobra de bolsillo ¡$400.000 al mes!. Lo mismo que 40 familias que dependen del IFE, o más de 20 salarios mínimos.
Días atrás el mismo Gay en conferencia de prensa consultado por La Izquierda Diario contestó que no tenía idea cuántos trabajadores habían sido despedidos en la ciudad. Poco antes había declarado que “asegurar sueldos completos ya es muchísimo”.
Lo que quiere el intendente con sus declaraciones es que nos resignemos a una “nueva normalidad”, la de la pobreza que aumenta, las empresas que despiden y conformarnos con recibir un salario aunque quizás no sea completo, porque eso “ya es muchisimo”.
Ante estas declaraciones la unica voz realmente crítica en la ciudad es la del Frente de Izquierda, mientras el principal candidato opositor en las últimas elecciones, Federico Susbielles del Frente de Todos, está dedicado a administrar los millonarios negocios del puerto.
Los que seguramente tampoco van a ser más pobres, son los grandes empresarios. Para dar un ejemplo, este año las empresas del puerto de la ciudad están teniendo ganancias extraordinarias con 1000 a 1200 camiones entrando por día sin ninguna cuarentena.. Este movimiento a nivel anual implica miles de millones de dólares que quedan para un puñado de empresas.
El peronismo y Juntos por el Cambio se negaron a tocar las fortunas de estos grandes millonarios del país. En el congreso rechazaron el tratamiento del proyecto del Frente de Izquierda Unidad, que afecta el 3% del patrimonio de las 15.000 personas más ricas del país y recaudaría lo suficiente para financiar un salario de cuarentena de $30.000 para 7 millones de trabajadores precarios.
El Frente de Todos que hace semanas viene planteando que tiene su propio proyecto de impuesto a las grandes fortunas, nunca lo presentó. Para bajarle los sueldos a los trabajadores son muy rapidos, pero cuando se trata de tocarle sus fortunas a los ricos... todavia seguimos esperando.
Te puede interesar: Del Caño: "Planteamos una serie de impuestos a las grandes fortunas, que incluye a los bancos"
Luchemos contra la resignación.
Quieren que nos quedemos de brazos cruzados, mientras las condiciones de vida empeoran y la pobreza no para de aumentar. No podemos ser ingenuos, mientras muchos se empobrecen unos pocos se enriquecen, la pobreza no es algo natural, es un resultado de la desigualdad social. La pandemia lo mostró claro: mientras los trabajadores organizan la solidaridad, los empresarios se fijan como especular para aumentar sus ganancias.
Mal que le pese a Hector Gay y a todos sus amigos millonarios, los trabajadores nos estamos organizando a lo largo y ancho del país. Prueba de eso es que los trabajadores más explotados están conformando la Red de Trabajadores Precarizadxs e Informales, como herramienta para reclamar por sus derechos. Mañana jueves van a movilizarse en distintos puntos del país y en otros vamos a sumarnos con campañas de apoyo por redes.
Los trabajadores demostramos que tenemos la fuerza de parar el mundo y somos los esenciales para ponerlo en funcionamiento. Es hora de mostrar también cómo podemos transformarlo, para acabar con la acumulación de riquezas en pocas manos, por un nuevo orden social planificado al servicio del pueblo trabajador.
