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Red Internacional
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Genocidio. Israel sabotea el alto el fuego y bloquea la ayuda humanitaria a Gaza

Israel anunció el domingo la suspensión de toda ayuda humanitaria y el suministro de combustible a Gaza, mientras que Hamás exigió pasar a la segunda fase del acuerdo. Israel está rompiendo en los hechos el precario cese al fuego al negarse a avanzar hacia la segunda fase, mientras que Estados Unidos ha asegurado su apoyo al gobierno israelí, sean cuales sean sus decisiones. Este martes ministro de Asuntos Exteriores dijo que se podría pasar a la segunda fase, aunque sin dar más detalles.

Martes 4 de marzo 11:29

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Israel está al borde de quebrar en los hechos el fragil cese al fuego en Gaza al negarse a pasar a la segunda fase del acuerdo firmado con Hamas que incluía, entre otras cosas, el retiro de las tropas israelíes del llamado corredor de Filadelfia en la frontera con Egipto. Esta negativa de Israel, vino acompañada de una amenaza de Netanyahu, que cuenta con el apoyo de Trump, sobre un posible reinicio de los ataques y del genocidio sobre la Franja de Gaza.

Tras una serie de amenazas a los gazatíes y a Hamas, finalmente este martes el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, declaró que el gobierno estaría preparado para pasar a la segunda fase, sin dar más detalles.

Desde este domingo ya no pudieron entrar más mercancías ni más camiones a Gaza. El gobierno israelí ha decidido cerrar el cruce de Kerem Shalom, la única ruta de suministro a Gaza, principalmente de productos alimenticios. Una decisión peligrosa, un día después de que terminara la primera fase del acuerdo de alto el fuego con Hamás, y éste exija pasar a la segunda fase de su implementación. Si bien la ONU comentó en enero que la apertura de la región a la ayuda humanitaria había ayudado a evitar el riesgo de hambruna, este riesgo está volviéndose real nuevamente.

El gobierno israelí afirma que Hamás podría resistir hasta cinco meses con las entregas que se han producido en los últimos 42 días. Sin embargo, en un mercado del sur donde se entregaron los productos expuestos la semana pasada, un residente de Gaza dijo a TV5Monde que "los precios han aumentado un 80% hasta ahora". Y si el paso fronterizo permanece cerrado, "los precios aumentarán un 200%”. En el norte de Gaza, la escasez ya es palpable. Las largas colas se extienden durante horas para que las familias sólo puedan conseguir una escasa bolsa de pan. Pero la principal consecuencia del bloqueo sigue siendo el peligro para las vidas que dependen de la ayuda humanitaria, y en particular para las personas desplazadas, cuyas casas han sido bombardeadas por Israel durante el año pasado.

Para Netanyahu, el objetivo es presionar a Hamás, que exige pasar a la segunda fase del acuerdo, tal como se había estipulado, y no prorrogar la primera fase de la tregua que comenzó el 19 de enero, tal como pide Israel. Este fin de semana debería haber marcado el comienzo de la segunda fase, que, además de la liberación de prisioneros, implicaría la retirada completa de Israel de la Franja, algo que Netanyahu está desesperado por evitar.

Los términos de este acuerdo le fueron impuestos bajo presión de Washington, durante la ceremonia de investidura de Donald Trump, que quería proyectar la imagen de un "pacificador". Pero esta precaria tregua ya había suscitado mucho descontento dentro de Israel, en particular entre las facciones de extrema derecha en las que se apoya el gobierno israelí, que la veían como una prueba del fracaso de Israel en erradicar a Hamás y una admisión implícita de la victoria moral de los palestinos. Para ahorrarle a Netanyahu más concesiones, Steve Witkoff (el enviado de la Casa Blanca a Medio Oriente) propuso retrasar la implementación de la segunda fase por 50 días más, en la ocasión simbólica de la llegada del Ramadán y la Pascua.

Aunque Netanyahu parece no haber hecho ningún esfuerzo serio para implementar el resto del protocolo acordado en enero, que supuestamente conduciría a la redefinición del estatus de Gaza, Hamas se ha negado a hacer concesiones, condicionando la liberación de sus rehenes a la salida de las FDI [Ejército israelí]. La crisis que parece surgir detrás del chantaje de la ayuda humanitaria revela así una vez más la precariedad de la situación y las preocupaciones bélicas de Netanyahu, que pretende sacar ventaja del hecho de que Estados Unidos centra ahora su atención en un plan de alto el fuego en Ucrania.

Unas semanas después del delirante anuncio del proyecto “Trump Gaza”, Netanyahu sigue confiando en el apoyo de su aliado estadounidense. Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense no dudó en declarar al medio Axios: "Israel ha negociado de buena fe desde el comienzo de esta administración para garantizar la liberación de los rehenes retenidos por los terroristas de Hamas. Apoyaremos su decisión sobre los próximos pasos, dado que Hamás ha indicado que ya no está interesado en un alto el fuego negociado".

"Entendemos esta mañana que el riesgo de reanudación de los combates existe y que la situación sigue pareciendo precaria después de 42 días de alto el fuego", comentó acertadamente el corresponsal de France 24 en la región .

Aunque la situación sigue siendo en gran medida indeterminada, parece que el nuevo jefe del Estado Mayor de las FDI está preparando planes para atacar Gaza con "seis divisiones", con la esperanza de completar la limpieza étnica de la Franja. Pero Israel también afronta las contradicciones que le impone la realidad: el hecho de que los soldados de las FDI estén agotados por más de 200 días de servicio desde el 7 de octubre, y que la crisis en la sociedad israelí continúa agravándose entre las presiones de las familias de los rehenes que quieren terminar el conflicto lo antes posible y las de los colonos fundamentalistas más reaccionarios, que quieren ocupar completamente el territorio.

En medio de esta tensa situación y tras dos días de amenazas, finalmente este martes el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, ha declarado que "el gobierno está prepareado para pasar a la segunda fase del alto el fuego, que incluye una retirada militar completa de Gaza y la liberación de todos los cautivos que aún siguen vivos", aunque sin dar más detalles en concreto.

Al igual que durante los últimos 15 meses, las organizaciones y activistas que nos movilizamos alrededor del mundo en solidaridad con el pueblo palestino, debemos estar en estado de alerta ante cualquier intento de parte del Estado de Israel de reiniciar el genocidio y la limpieza étnica sobre la población de Gaza, o redoblar los ataques en Cisjordania, con el apoyo abierto de Estados Unidos.