El inicio de los aranceles impuestos por Trump de 25% a México y Canada, y de 20% a China, repercutieron en los mercados de Estados Unidos y debilitaron al dolar frente a otras monedas ante el temor de una mayor inflación, movimiento de tasas y una recesión (o como ya la llaman los mercados "Trumpcession")
Martes 4 de marzo 10:33

El dólar estadounidense se está debilitando hoy, en medio de crecientes preocupaciones de que las políticas de Donald Trump podrían empujar la economía estadounidense a una contracción y posiblemente a una recesión en toda regla. La entrada en vigor de los aranceles a productos de México y Canada por 25% y a China por 20% ya habían hecho revalorizar el euro y la libra frente al dólar, mientras que la Bolsa recibió con una fuerte caída esta política proteccionista de Estados Unidos contra sus socios comerciales.
Los anuncios de Trump que habían sido contradictorios y se parecían a amenazas para negociar con sus socios en mejores condiciones para Estados Unidos, dejaban dudas sobre si efectivamente este martes iban a entrar en vigor. Esto finalmente ocurrió, desatando un terremoto en los mercados con la simple confirmación de que se cumpliría lo anunciado. El Nasdaq sufrió un retroceso del 2,6%, mientras que el índice Standard & Poor’s 500 cayó un 1,8%. El dólar canadiense y el peso mexicano cotizaron a la baja. Las Bolsas asiáticas también abrieron con fuertes caídas.
Las autoridades aduaneras publicaron guías para aplicar esos nuevos impuestos a la importación que comenzaron a regir desde la 0:01 de este martes. Se trata de los aranceles más altos entre Estados Unidos, México y Canadá en muchas décadas, y que en los hechos dinamita el acuerdo de libre comercio (T-MEC) que había sido diseñado por el propio Trump.
La entrada en vigor de los aranceles implica una distorsión directa a las cadenas de suministros, encareciendo los precios de bienes, materias primas, productos industriales y de consumo, incluidos los alimentos que cruzan la frontera. En las últimas semanas los consumidores estadounidenses ya empezaban a sentir un fuerte aumento del precio de los huevos, y ese fue solo el inicio de los que puede continuar como una oleada inflacionaria sobre bienes de consumo básicos.
No hay duda que Trump viene usando la amenaza arancelaria para negociar distintos temas con sus socios comerciales. En el caso de México y tras la excusa del fentanilo, ah negociado con el Gobierno de Sheinbaum la movilización de tropas y policías para fortificar la frontera y controlar la migración, mientras que la permanente denigración a Canadá, señalándolo como un futuro estado númeo 51 de Estados Unidos, busca lo que considera una "reparación" por ayuda militar y por deficit de la balanza comercial. Esta degradación permanente, ya no solo hacia el primer ministro dimitido Justin Trudeau, sino a todos los canadienses provocó una suerte de reacción nacionalista con una campaña de boicot a los productos estadounidenses que se ha vuelto muy fuerte.
En otras palabras, la imposición de aranceles desde este martes son un tiro en el pie para una administración estadounidense, que ganó las elecciones tras una fuerte promesa de mejorar los índices económicos y bajar los precios de los productos básicos. Tras el nombre de "Trumpcession" o "Recesión de Trump", se han disparado las expectativas de inflación, ha caído la confianza de los consumidores, el déficit comercial se ha desbocado ante la aceleración de exportaciones y varios indicadores apuntan a un debilitamiento económico.
China, por su parte, anunció que presentó quejas adicionales ante la Organización Mundial del Comercio tras el inicio de los aranceles. Y tanto China como Canadá dieron a conocer medidas de represalia: China anunció el martes que impondrá nuevos aranceles a una serie de importaciones agrícolas de Estados Unidos la próxima semana. Su Ministerio de Finanzas dijo que se impondrán aranceles adicionales del 15% al pollo, el trigo, el maíz y el algodón, y aranceles adicionales del 10% al sorgo, la soja, la carne de cerdo, la carne de vacuno, los productos acuáticos, las frutas, las verduras y los productos lácteos. Mientras que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que Ottawa respondería con aranceles inmediatos del 25% sobre importaciones estadounidenses por valor de 30.000 millones de dólares canadienses (20.700 millones de dólares estadounidenses). Anteriormente había dicho que Canadá apuntaría a la cerveza, el vino, el bourbon, los electrodomésticos y el jugo de naranja de Florida de Estados Unidos.
En medio de la fuerte sacudida a los mercados internacionales y el debilitamiento del dólar frente a otras monedas, los aranceles de Trump golpean a su propia base electoral que, según las últimas encuestas, no está contento ni con las prioridades de Trump ni con el accionar de Elon Musk, que grafican como un excesivo porder de los ricos sobre el Gobierno.
Según el Instituto Peterson de Economía Internacional, un grupo de expertos estimó que los nuevos aranceles costarían al hogar típico estadounidense más de 1.200 dólares cada año, lo suficiente para desatar la furia hacia la administración Trump.