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Red Internacional
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Tucumán. Jaldo-Pagani: una reunión contra el movimiento estudiantil y la docencia

El gobernador recibió al rector de la UNT como el inicio de la rosca por el Presupuesto 2025. El objetivo común de sacar la protesta universitaria de la calle mientras continúa el ahogo presupuestario de Milei.

Maximiliano Olivera

Maximiliano Olivera @maxiolivera77

Miércoles 23 de octubre 15:35

Por la mañana el gobernador Osvaldo Jaldo recibió a Sergio Pagani, rector de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), en la Casa de Gobierno. Públicamente el encuentro fue ponderado positivamente como un diálogo para establecer una agenda de trabajo común, comenzando por dos temas candentes: la ley de Presupuesto 2025 y la auditoría de Canal 10 sobre los balances del período 2014-2021. La reunión fue dos días después del asado que Milei organizó en agradecimiento a Jaldo y otros gobernadores peronistas por su ayuda para sostener el veto a la ley de Financiamiento Universitario. Por esta razón, este encuentro encierra un fuerte mensaje.

“Ha sido una excelente reunión con el gobernador”, sostuvo Pagani. El rector de la UNT aseguró, respecto al financiamiento universitario, que el gobernador “se ofreció a ayudarnos en relación a la conformación del Presupuesto Universitario 2025, en especial lo que se refiere a nuestra universidad. Así que agradecido por eso también, para que trabajemos en conjunto en pos de la provincia”. Esta declaración es la confirmación de que las autoridades quieren presentar como solución a la rosca en el Congreso y el tratamiento de la ley de Presupuesto 2025, que se discute en los términos de Milei, “el déficit cero no se negocia”. Una idea que también repitió Jaldo.

Milei, con la ayuda de los gobernadores como Jaldo, mantiene la política de ahogo presupuestario sobre las universidades. Y ahora Pagani viene a presentar como gran aliado a los responsables de que se sigan desfinanciando las universidades. Cabe recordar que la ley de Financiamiento Universitario implicaba apenas preservar el mismo presupuesto y mismos salarios que en el año 2023, lo que representa apenas un incremento del presupuesto de 0,14 puntos del PBI. El veto presidencial a esta ley y su reafirmación en el Congreso despertaron al movimiento estudiantil que viene realizando movilizaciones, clases públicas, asambleas y tomas de facultades y escuelas preuniversitarias, mientras también los docentes y no docentes realizan diferentes modalidades de protesta. Este cuadro de movilización se expresó en Tucumán con la movilización del pasado 17 de octubre con más de 4000 estudiantes convocados por la Asamblea Interfacultades.

Movilización del 17 de octubre, encabezada por la Asamblea Interfacultades.

Jaldo y Pagani coinciden en querer sacar a todo este movimiento de protesta de las calles. Jaldo no lo disimula porque ha justificado el desalojo de una clase pública en Filosofía y Letras, remarcando que fue una orden suya y que ningún reclamo por el presupuesto iba a “perturbar la paz social”. Sintomáticamente, ante ese ataque las autoridades de la UNT guardaron silencio. Si bien se habían pronunciado en repudio a un hecho previo donde la policía quiso sacar carteles pegados en la entrada del Centro Prebisch (por “orden del gobernador”, aclaraban los agentes), el desalojo de docentes y estudiantes no ameritó nada. Pagani y la vicerrectora Mercedes Leal estuvieron reunidos horas después del desalojo pero no dijeron nada. Más pronto que tarde, las exhortaciones de las autoridades sobre el “diálogo” se volverán contra quienes defienden realmente a la universidad pública y en el ámbito estudiantil ese rol lo cumplirán las agrupaciones que responden a las dos alas del Rectorado, la Franja Morada (Pagani y el radicalismo) y La Bolívar-MPE (Leal y el peronismo)..

La trampa del presupuesto

En una entrevista reciente a LN+, Milei tuvo que bajar apenas un tono en su discurso belicoso contra la universidad pública y asegurar respecto de un aumento del presupuesto universitario que “cuando se debata en el Congreso que se cambie la composición, siempre que haya déficit cero. El déficit cero no se negocia, que sean explícitos, de dónde va a salir la plata. No voy a subir impuestos, ni tomar deuda nueva”. En términos similares, Jaldo ha declarado que él no estaba en contra de un aumento presupuestario, aunque haya mandado a sus diputados a votar en contra, pero que había que ver de dónde salía la plata.

De cara al Presupuesto 2025 Milei proyectó un presupuesto de $3,9 billones para las universidades, en el marco de una inflación anual pronosticada en 18,3% (el BCRA proyecta el 38% y el FMI un 45%), casi la mitad de los $7,2 billones que piden los rectores del CIN, aunque sin aclarar de dónde saldrá el dinero. Con los números del Gobierno no hay recuperación para las universidades y su meta de inflación anual es un imposible, por lo tanto habrá un mayor a ajuste a las universidades vía licuación inflacionaria.

La posición de los rectores es negociar el ajuste en el marco de un presupuesto que no solo ajusta a las universidades. Por eso es importante discutir de dónde saldrá la plata pero no en los términos de Milei de trasladar el ajuste sobre otros sectores del pueblo trabajador. Ya en abril, tras la masiva movilización de un millón de personas en todo el país, el Gobierno y los rectores implícitamente acordaron una relativa recomposición para el presupuesto destinado a gastos de infraestructura (que representa sólo el 10% del presupuesto universitario), dejando de lado cualquier recomposición para los salarios de docentes y no docentes. Esta primera negociación del ajuste también implicó que la UCR posponga durante meses el tratamiento de la ley de Financiamiento Universitario.

¿No hay plata?

El déficit cero que Milei tanto pregona está supeditado a cumplir con el FMI. Si se mira en el Presupuesto 2025 lo que está destinado a pagar intereses de deuda la partida da una suma de $10 billones, lo que equivale a 2,6 veces lo destinado a universidades, o también, el equivalente a 2,8 veces el presupuesto en Salud.

Hay otras medidas posibles. Si se vuelve atrás con la reducción de bienes personales a los más ricos, aprobada en la Ley Bases, se obtendría una mayor recaudación. Otro tanto ocurriría si se eliminan los subsidios a grandes empresarios, que representan cerca de un 4% del PBI mientras el presupuesto de 62 universidades apenas llega al 0,5% del PBI. Ni hablar de si avanzara con impuestos progresivos a las grandes fortunas. Estas medidas se oponen por el vértice a la negociación del ajuste en el Congreso y también a las políticas que aplican los rectores como el arancelamiento o incluso recibir fondos de la megaminería contaminante, como es el caso de la UNT.

Frente a la motosierra de Milei, compartida por los socios como Jaldo, y el callejón sin salida de la rosca en el Congreso, planteada por los rectores y el radicalismo, hay que continuar desarrollando la lucha estudiantil, docente y no docente. La lucha para defender a la universidad pública es ahora.


Maximiliano Olivera

Nació en Mosconi, Salta en 1989. Militante del Partido de los Trabajadores por el Socialismo (PTS). Miembro del comité editorial del suplemento Armas de la Crítica.

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