Mar del Plata. Juicio por Lucía Pérez: revisarán la casa de un imputado y hay dudas sobre el centro de salud

Vale recordar que se trata del segundo juicio por el femicidio de Lucía Pérez y que durante el primer juicio, en noviembre de 2018, Matías Farías (29) y Juan Pablo Offidani (47) fueron condenados a ocho años de prisión por los jueces Facundo Gómez Urso, b y Aldo Carnevale, pero sólo por venta de estupefacientes. Ambos fueron absueltos por el resto de los cargos. La Sala IV del Tribunal de Casación revocó esas absoluciones en agosto de 2020, anulando el juicio y ordenando la realización de uno nuevo.

Uno de los aspectos a resaltar de la cuarta jornada de este juicio es la declaración de Luis Bocca, un oficial policial que sostuvo que tuvo una conversación con Farías, en la que éste le transmitió que había estado en la casa con Lucía y que habían mantenido relaciones en varias oportunidades. Que durante una de ellas Lucía se desmayó y él la llevó a la ducha para mojarla. Que al no lograr despertarla llamó a Offidani para que lo ayudara con esta situación y es ahí cuando decidieron llevarla al puesto sanitario de Playa Serena.

Además Bocca señaló que cuando vio a Lucía, en la sala sobre la camilla, tenía la ropa, el cuello y el pelo húmedos. De esta conversación surge que Farías se contradijo. En un primer momento había dicho que era el novio de Lucía y luego afirmó que la había conocido el día anterior a su muerte.

De esta misma declaración surge que tanto Offidani como Farías, al momento de sus detenciones, ofrecieron resistencia y que se encontraban “con aliento etílico”. En coincidencia con eso, el excomisario de la Comisaria XIII de Playa Serena Cristian Gari relató ante Tribunal que, durante la conversación con Farías, éste le declaró que había conocido a Lucía el día anterior, 7 de octubre de 2016, por medio de dos amigas. Y que, estando con él, la joven se desvaneció, por lo que llamó a su compadre (Offidani) para que lo ayudara.

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Por último, declaró Luisa Sendra, enfermera y excoordinadora de la sala de salud del barrio de La Serena. La mujer aportó fehacientemente los horarios en el que transcurrieron los distintos eventos del día sábado 8 de octubre de 2016 y, además, arrojó luz sobre la controvertida participación del doctor Pablo de La Colina, quien se desempañaba como subsecretario de Salud del Municipio de General Pueyrredón.

Sendra dijo ante los jueces que De la Colina se hizo presente en la sala presuntamente a cubrir parte de las horas de la guardia médica, justo el día en que ocurrió el femicidio de Lucía. Además, que el funcionario municipal dejó firmado un certificado de defunción “incompleto”. La profesional de la salud dejó en claro en reiteradas oportunidades que, habiendo recibido capacitaciones para la confección de dichos certificados, resultaba incomprensible que el subsecretario de Salud dejara un documento de tamaña importancia firmado de antemano como si fuera “un cheque en blanco”. La sospecha de que todo fue para ocultar las circunstancias en las cuales murió Lucía es más que fundada.

Así mismo, la excoordinadora de la sala relató que posteriormente a ese hecho confrontó al De La Colina para consultarle por qué había firmado un certificado en blanco, a lo que el médico le respondió “destrúyalo”. Sin perjuicio de esa orden arbitraria, ella llevó el certificado que había preservado a donde correspondía, para que se le diera la baja administrativa según lo establece la ley.

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Tras declarar este importante suceso, que pone de manifiesto el irregular accionar del médico y funcionario, Sendra aportó a la causa la constancia de entrega del certificado de defunción, la constancia que le entregó el personal policial del retiro del cuerpo de Lucía (firmado por el policía José Luis Jerez), que se hacía cargo del mismo y, por último, una copia del libro de enfermería, único registro que existe del ingreso del cuerpo a la sala de salud de La Serena. En ese libro figura quién acompañaba el cuerpo de la joven y en qué condiciones se sucedieron los hechos en la salita. Ese registro lleva la firma de Diego Radibaniuk, quien durante su declaración en juicio pretendió no recordar haber dado ingreso a Lucía.

Este martes Lucía cumpliría 23 años y la Campaña Nacional “Somos Lucía” impulsó una actividad en la que organizaciones sociales se concentraron en Brown y Tucumán, junto a diversos artistas locales, para recordarla y acompañar a sus familiares. Mientras, puertas adentro del Tribunal Oral en lo Criminal 2, se desarrollaba la quinta jornada del juicio. Allí declararían testigos aportados por la defensa, quienes presentaron una “queja” por el ruido que llegaba desde la calle. La audiencia tuvo un final abrupto ya que los jueces decidieron suspenderla hasta el miércoles.

Marta Montero, la mamá de Lucía, durante la jornada de homenaje tomó la palabra agradeciendo el apoyo de la sociedad. “Nosotros no somos el enemigo de este lugar, nosotros solamente venimos a pedir, a saber quién mató a Lucía. Venimos a que nos escuchen y a decir lo que nos pasa. No son nuestros enemigos quienes están acá adentro, que no se cuiden de nosotras”, sentenció.