La provincia atraviesa una situación delicada por el colapso sanitario. Desde el lunes hasta el viernes hubo distintas protestas de trabajadores de la salud en respuesta a la política sanitaria del Gobierno de Gerardo Morales de ajuste y criminalización. Mientras tanto los sindicatos de la salud dejan pasar los ataques, sin organizar y unificar a los trabajadores y reclamos.
Sábado 5 de septiembre de 2020 16:24
Lunes: jóvenes enfermeros/as de las terapias intensivas del Hospital San Roque protestaron en casa de gobierno ante el adeudamiento de salarios desde marzo y la precarización laboral. Afirmaron que son unos 130 los que están en esas condiciones.
Martes: se realizó un ruidazo de la salud convocado por el sindicato de profesionales de la administración pública APUAP que se expresó en algunos hospitales y campaña de fotos. El reclamos fue por apertura de paritarias, salarios, EPP, pase a planta, entre otros.
Jueves: trabajadores de la salud autoconvocados, entre ellos de Atención Primaria de la Salud hicieron un bocinazo por distintas demandas, y el rechazo a la política persecutoria y de criminalización a los trabajadores.
Viernes: en San Pedro de Jujuy trabajadores de la salud del Hospital Paterson protestaron en la puerta del nosocomio por salarios, condiciones de precariedad, equipos e insumos ante el covid-19.
Las acciones se multiplican ya que a pesar de los meses de pandemia y situaciones de colapso sanitario los trabajadores y trabajadoras de la salud están trabajando al límite. Sin protección y que garanticen protocolos, como también licencias, peor aún, sin contar con el pago de salarios al día y trabajando en la precariedad absoluta, exponiendo sus vidas, las de los pacientes y sus familias.
Mientras las protestas continúan, el gobernador Gerardo Morales y el ministro de salud Gustavo Bouhid sólo anuncian migajas, sin resolver problemas de fondo y urgentes, y no ha perdido tiempo para avanzar en castigar a quienes se plantan y ponen límites, decretando multas hasta de un millón de pesos, detenciones e inhabilitaciones para todo aquel trabajador que no acate las disposiciones del gobierno, aunque eso signifique arriesgar su vida. Si bien tuvo que retroceder y derogar el decreto 1444 S/2020, los ataques y la persecución continúa.
A pesar de todo esto, mención especial para las direcciones sindicales de la salud que son parte del Frente Amplio Gremial que en todos estos meses desde que comenzó la pandemia no han convocado a una sola asamblea de trabajadores por hospital, zona, región y provincia para definir medidas de lucha. Peor aún, en este último tiempo sindicatos como ATSA, UPCN y hasta ATE, se sumaron a integrar los C.O.E. junto al gobierno y acordado, según dichos del gobernador, el pago de bono por emergencia y aumento de otro adicional, que ni siquiera son dos changuitos del super. Por su lado APUAP, si bien convocó a medidas de lucha, solamente convoca a sus afiliados, y no se juega a generar ámbitos democráticos para todos los trabajadores más allá que no sean profesionales o impulsar comisiones de higiene y seguridad.
Desde Salud desde las Bases planteamos que es más que necesario que los sindicatos rompan lazos con los gobiernos y abandonen la pasividad para que se pongan a la cabeza de organizar el malestar, la bronca, transformándolo en lucha. La acción nacional de enfermería que se está convocando para el día 21/9 es una nueva prueba y exigencia que hacemos a todos los sindicatos del Frente Amplio Gremial para que preparen desde ahora la medida desde abajo y en asambleas, sin hacer distinciones entre afiliados y no afiliados, precarizados o en planta, llamando a todos los sectores en lucha, para unificar todos los reclamos y que se expresen los mismos en las calles.