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Red Internacional
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Tribuna Abierta. Caso Nisman: los medios de comunicación

Viernes 23 de enero de 2015

Apenas un par de días de la muerte del fiscal Nisman y la crisis política estalló en niveles inesperados. Si bien es muy interesante observar y analizar cómo el mapa político se va configurando a partir de este suceso, resulta aún más llamativo cómo los medios de comunicación tratan este asunto. Sería bastante ingenuo creer que estos medios no responden a móviles políticos y económicos, pues por supuesto esto ocurre, pero es particularmente llamativo como puede quedar a la luz toda la podredumbre del cuarto poder frente a los ojos de quien quiera ver.

La polarización mediática es increíble, en tres días ya se desarrollaron teorías que rozan la esquizofrenia respecto a esta muerte. Desde la corporación Clarín los esfuerzos por enfatizar y culpar al oficialismo en pos del fortalecimiento de la derecha más putrefacta ataca a la inteligencia de las masas de manera avasallante (llevándolas a autodeclararse “Yo soy Nisman”), a la vez que permite vender morbo y transmitir miedos alejados de realidades sociales, como las ocurridas con el desacato a la justicia, por parte de la multinacional Lear, que la obliga a reincorporar a los despedidos, o las declaraciones misóginas del Papa Francisco, por mencionar algunas. Por el otro lado también encontramos al oficialismo evadiendo, en los primeros momentos la noticia, y luego llevándola al plano del suicido del fiscal por “sentirse encerrado en falsas acusaciones” y centrando la discusión en argumentos anti-oposición, para no quedar descubiertos de cara a las próximas elecciones.

Lo cierto es lo siguiente, todos obvian la cuestión central, el imperialismo en acción. ¿Acaso es necesario un aparato de “inteligencia” que no abre sus archivos al conjunto del pueblo? La respuesta es sí, es necesario, pero para el Estado capitalista que subestima la inteligencia del conjunto de las masas y teme, tiene mucho miedo, de lo que el pueblo pueda hacer con esa información, teme que el pueblo sepa, que se desenmascaren las intenciones más profundas de un Estado que encubre y de otros imperios que criminalizan y justifican guerras a nivel mundial.

Por eso el pedido de abrir archivos a los que pueda acceder una comisión independiente formada por familiares de víctimas de AMIA, organismos de derechos humanos y cualquier sector de la población que no esté ligada a los poderes que tejen redes también con la justicia. La manipulación de la información en manos del pueblo, no de las corporaciones, sean oficialistas, o de la oposición.

Bienvenidos, entonces, al circo de la información, paguen la entrada para ver, pero no crean en los magos que juegan con cartas marcadas, no crean el miedo que les vende ninguna de las corporaciones, pues todas ellas lo desviaran del foco de atención: los aparatos de inteligencia secreta imperialistas, en cualquier país capitalista, sólo existen por el miedo a que el pueblo sepa.