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Red Internacional
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#150ANIVERSARIO. La Comuna de París en 5 libros de Ediciones IPS

Para conocer, sentir de cerca y poder sacar conclusiones de la primera experiencia donde las y los trabajadores "tomaron el cielo por asalto", recorremos algunos de los libros publicados por nuestra editorial.

Jueves 18 de marzo de 2021 00:00

En el aniversario 150° de La Comuna de París desde Ediciones IPS queremos homenajearla acercando nuestros libros publicados, para que las nuevas generaciones de trabajadoras y trabajadores, mujeres y jóvenes que están desarrollando luchas y comenzando a organizarse puedan conocer, estudiar, pero también vibrar y sacar lecciones de esa gran experiencia y actualizarla ante los desafíos de hoy.

El primer gobierno obrero de la historia, ese que inauguró la era del poder de los trabajadores que se propusieron construir una sociedad nueva sin explotación ni opresión, fue también una pesadilla para los capitalistas. No por nada el filósofo reaccionario Friedrich Nietzsche dijo de ella: "No hay nada más terrible que un estamento bárbaro de esclavos que haya aprendido a considerar su existencia como una injusticia y que se disponga a tomar venganza no sólo para sí, sino para todas las generaciones" [1].

Muy pocos de la Francia de los poderosos compuesta por banqueros, empresarios y terratenientes, pudieron imaginarse que el 18 de marzo de 1871 iba a despertar la Francia subterránea y oprimida, inaugurando el primer gobierno obrero de la historia.

En tan solo dos meses La Comuna promovió medidas y resoluciones revolucionarias que, a pesar de los intentos por ser borradas de la historia, fueron retomadas como lecciones estratégicas vivas que posibilitaron la victoria de la Revolución rusa de 1917 por los bolcheviques.

Marx la sintetizó como "un Gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora, la forma política al fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica del trabajo" [2].

Les proponemos recorrer 5 títulos de nuestra editorial, publicados en distintas colecciones, para que puedan sacar sus propias conclusiones.

El contexto de La Guerra Civil en Francia

Un año antes de 1871, la guerra Franco-Prusiana había encendido la mecha. Tras la aplastante derrota de las tropas francesas y el levantamiento de la población trabajadora de París se abrió un proceso revolucionario que iba a escribir su página en la historia. Porque como comenta León Trotsky: "La guerra, que despedaza y masacra a las masas, es también peligrosa para los gobernantes, precisamente porque sacude de golpe al pueblo haciéndole salir de su estado de costumbre, con su tormenta despierta a los elementos más atrasados e ignorante y los fuerza a mirarse a sí mismo y a quienes les rodean (…) la guerra alumbra la revolución" [3].

En la muy detallada biografía Marx y Engels escrita por David Riazanov que compila nueve conferencias dictadas a jóvenes y obreros en la Academia Comunista de Moscú (1922), se muestra por un lado el convulsivo contexto europeo de la época, y por el otro la pormenorizada atención con que Marx y la I Internacional siguió los sucesos franceses.

Riazanov, analiza los documentos del Consejo General de la I Internacional y plantea que Marx "manifiesta que la Comuna es una nueva y grande etapa del movimiento proletario, el prototipo del Estado proletario que asumirá la realización del comunismo" [4].

En Revolución, una compilación de textos de Marx y Engels publicado a 100 años del nacimiento del primero como parte de la colección Fundamentos del Marxismo de Ediciones IPS, se puede leer el más conocido, completo y verdadero clásico sobre La Comuna: La Guerra Civil en Francia. Allí se pueden ver los dos manifiestos de la internacional ante la Guerra Franco-Prusiana y el tercer manifiesto escrito tan sólo dos días posteriores a su derrota, en el fragor de los hechos.

Marx escribe que "el primer decreto de la Comuna fue para suprimir el Ejército permanente y sustituirlo por el pueblo armado. (…) La Comuna estaba formada por los consejeros municipales elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad. Eran responsables y revocables en todo momento (…) La mayoría de sus miembros eran, naturalmente, obreros o representantes reconocidos de la clase obrera. La Comuna no sería un organismo parlamentario, sino una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa al mismo tiempo" [5], donde los diputados cobraban un salario igual al promedio de los salarios obreros, entre otras medidas.

La Comuna, el Estado y el Comunismo

La Comuna de París implementó medidas sociales y económicas desde los intereses proletarios. Por eso Marx la sindicó como la forma política al fin encontrada del poder de los trabajadores y la dictadura del proletariado.

Lenin, en su texto El Estado y la Revolución publicado por Ediciones IPS en 2019, hace un detallado recorrido por los escritos de Marx para mostrar la teoría del Estado y la actitud de los marxistas ante él. Sostiene que Marx planteó que la clase obrera no puede tomar posesión de la maquinaria estatal capitalista y utilizarla para sus propios fines sino que debe hacerla volar por los aires y reemplazarla por su propio Estado. La Comuna, la forma política al fin encontrada, da cuerpo a ese estado propio, con todas sus medias y proclamas.

Pero también el libro da cuenta, citando a Marx, que la transición del capitalismo al comunismo no se da de la noche a la mañana sino que incluye un período de "transformación revolucionaria de la primera en la segunda(…) la dictadura del proletariado" [6], es decir, un semiestado proletario que tendrá el objetivo estratégico de lograr su propia extinción, luego de terminar con todo antagonismo de clase.

En Marx en el país de los soviets. O los dos rostros del comunismo escrito por el filósofo francés Emanuel Barot, el autor recorre la obra de Marx rastreando el concepto dialéctico del comunismo, no como un “ideal a cumplir” sino como “el movimiento real que anula y supera el actual estado de cosas”. Y recupera a Marx en cuanto a dos lecciones de La Comuna: la de su fracaso, por no centralizar las fuerzas militares, marchar sobre Versalles para aplastar el poder burgués, expropiando el Banco de Francia; y la de su existencia y su acción, implementando las medidas ya nombradas pero también ejerciendo un prototipo de consejo (soviet tras la Revolución rusa) que no tuvo ningún ideal abstracto que imponer sino la lucha concreta de la expropiación de los expropiadores.

Por último, Trotsky en "Lecciones de la Comuna", plantea que se puede "(...) hojear página por página toda la historia de la Comuna y encontraremos una sola lección: es necesaria la enérgica dirección de un partido. El proletariado francés se ha sacrificado por la Revolución como ningún otro lo ha hecho. Pero también ha sido engañado más que otros". Es decir, atribuye los errores, las fallas y falencias de La Comuna desde su aspecto estratégico a la ausencia de un partido revolucionario que pueda dirigir toda la energía de las masas hacia el aplastamiento de la burguesía y afianzar el poder de los trabajadores en la construcción del Estado obrero como sí sucedió en 1917.

Mujeres primero… en las trincheras de la lucha

Para las mujeres de la Comuna, esta lucha no solo era por una igualdad formal, sino que se volvió la posibilidad de la liberación y la participación en cuestiones que se creían exclusivas de varones. Es por eso que las encontraremos como protagonistas en el combate y hasta en la dirección de la insurrección. En Luchadoras, historia de mujeres que hicieron historia de Andrea D´Atri ,Celeste Murillo y Ana Sánchez (Editoras), podemos encontrar un fragmento de esto, con el significativo ejemplo de Louise Michel.

Aquel 18 de marzo de 1871 se iza la bandera roja en el ayuntamiento de París y ya todo está dispuesto con las armas junto en el pueblo. Desde ese momento ya las mujeres no esperan pasivamente, combaten en las trincheras, disponen puestos de organización y defienden sus conquistas. ¿Qué conquistas te preguntarás? Nada más y nada menos que, por ejemplo, la separación de la iglesia y el estado, aboliendo por completo la partida presupuestaria destinada a fines religiosos, una demanda tan elemental pero que aún hoy moviliza por su implementación a millones de mujeres y disidencias en todo el mundo, La Comuna lo coronó hace 150 años con la expropiación de todos sus bienes. Aquella Comuna que por primera vez en la historia declaró de igualdad de derechos para las mujeres.

Louis Michel, combatió en el batallón 61° y también ocupó puestos de decisión como la dirección del Comité Republicano de Vigilancia. Luchó toda su vida por transmitir las ideas de conquistar la libertad para las y los trabajadoras, enfrentado los yugos coloniales de la burguesía. Luego de la derrota de La Comuna ella declara ante un tribunal "Si me dejáis vivir, no cesaré de clamar venganza y de denunciar, en venganza de mis hermano" [7].

La experiencia de La Comuna es una punta de lanza para las miles de mujeres en el mundo que peleamos hoy por nuestros derechos y por #NiUnaMenos. Y será sobre las cenizas de este régimen, esto nos lo enseñaron las mujeres de la Comuna.
En la obra de Lenin podemos encontrar este archivo ilustrador: "Cierto observador burgués de la Comuna de París escribía a un periódico inglés en mayo de 1871: ’Si la nación francesa estuviera formada sólo por mujeres, ¡qué nación terrible sería!. Mujeres y niños hasta de trece años lucharon en la Comuna de París, hombro a hombro con los hombres. Y no podrá suceder de otro modo en las batallas futuras por el derrocamiento de la burguesía. Las mujeres proletarias no mirarán pasivamente cómo la burguesía, bien armada, ametralla a los obreros, mal armados o desarmados’" [8].

* * *

Es abundante la literatura que trata los gloriosos hechos de La Comuna de París. A través de los libros de Ediciones IPS queremos, sin agotar el tema y remitiendo a los textos, acercar algunas de las conclusiones de esta experiencia. La falta de un partido de las y los trabajadores con una dirección decidida en perspectiva de conquistar el poder en todo el territorio francés, con el apoyo internacional de su clase para extender la defensa de la Comuna y que no confiara en las fuerzas de la burguesía que lograron desviar una insurrección contra el régimen, fue una de las debilidades, pero también lecciones para nosotros de este proceso. Es por eso que hoy hablar de los sucesos de 1871 nos tiene que permitir mirar al futuro y tomar lo más glorioso de esta clase, que se sacrificó enormemente por la revolución, para hoy proclamar que la revolución también es por ellas/os que se atrevieron a tomar el "cielo por asalto" por primera vez.


[1Citado en Albamonte, Emilio y Maiello, Matías. Estrategia Socialista y Arte Militar. Ediciones IPS. Bs. As. 2017. P. 568.

[2Marx, Karl. Engels, Friedrich. Revolución (Compilación). Ediciones IPS. Bs. As. 2018. En La Guerra Civil en Francia. P. 443.

[3Trotsky, León. "Bajo la bandera de la Comuna". 17 de marzo de 1917. Novy Mir.

[4Riazanov, David. Marx y Engels. Ediciones IPS. Bs. As. 2012. P. 253.

[5Marx. Karl. Op. Cit. P. 440.

[6Lenin, V.I. El Estado y la Revolución. La teoría marxista del Estado y las tareas del proletariado. Ediciones IPS. Bs. As. 2019. P. 71.

[7D´Atri y otras. Luchadoras. Ediciones IPS. Bs. As. 2da Ed. 2017. P. 27.

[8Lenin, Vladimir I. Obras Selectas. Tomo 1. Ediciones IPS. Bs. As. 2013. P. 473. "El programa militar de la revolución proletaria".