El pasado viernes desde plaza La Moma marchamos por justicia por Pamela, Roxana y Andrea. Contra los discursos de odio institucionalizados desde el Estado, contra el ajuste que recae sobre principalmente sobre las mujeres y diversidades
Domingo 19 de mayo 19:06
El pasado viernes se llevó a cabo una movilización por el triple lesbicidio de Barracas. Desde la Plaza La Moma de 1 y 66 se marchó por las calles de la capital bonaerense hasta llegar a la sede de Gobernación.
No es libertad, es odio
El 5 de mayo un hombre tiró una molotov en una pensión donde vivían Pamela Cobos, Mercedes Roxana Figueroa, Andrea Amarante y Sofía C, dos parejas de lesbianas que vivían hacinadas y en condiciones miserables. Justo Fernando Barrientos, su vecino, las amenazaba hace un tiempo, hasta el punto de no dejarlas salir de su casa. Pamela, Roxana y Andre murieron por las quemaduras, Sofía aún pelea por su vida.
El 17 de mayo fue el día contra la discriminación (y el odio) a personas por su identidad de género y orientación sexual y en todas las acciones que recorrieron el país se leyeron carteles y banderas con la consigna “No es libertad, es odio"; y es que cuando los discursos de odio se institucionalizan desde el Estado, y la homofobia se vuelve cadena nacional, se envalentona a los sectores más reaccionarios. No es casualidad el discurso previo de Nicolás Márquez, ni el apegamiento a la RAE de Adorni, son todas expresiones de los discursos de odio que la derecha instala en la agenda política, como parte de una agenda económica plagada de ajustes a las mujeres y diversidades.
El Ministerio de la Mujer fue el que tuvo menor presupuesto con el gobierno de Alberto Fernández, ahora ni existe, y Milei hizo una campaña casi basada en la eliminación de ese ministerio, negar los femicidios, la violencia de género, con candidatos que proponen anular la ESI. Hasta presentaron un proyecto para derogar el aborto: todo parte de los discursos y el ajuste que recae principalmente en las mujeres, que somos las que levamos adelante las tareas de reproducción social, el cuidado de niñxs, la limpieza de la casa, la cocina, entre otros.
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Los funcionarios del gobierno se burlan de las víctimas y a pocos días del 3 de Junio (aniversario del primer Ni una Menos), quieren pasar por senadores una ley plagada de ataques a las mujeres y diversidades: reforma laboral que elimina la moratoria jubilatoria, aumenta la edad en que las mujeres nos jubilamos a 65 años, pretenden hacer que trabajemos hasta 10 días del parto, legalizar los despidos por identidad de género, orientación sexual, raza o religión. Esto lo votaron los diputados de Milei pero también levantaron la mano el PRO, la mayoría de la UCR, el bloque de Pichetto, y los peronistas ex Unión por la Patria de Tucumán y Santa Cruz.
La fuerza está en la calle
Nos hierve la sangre y nos llena de bronca. El punto es transformar la rabia en organización, pues lo que algunos quieren es que la bronca no sea más que impotencia, para dejar que Milei y sus amigos vuelvan a nuestro país un siglo atrás. Nosotras no vamos a permitir eso, si algo aprendimos bien las pibas en la marea verde es que la rabia se organiza, los derechos se conquistan y se defienden en la calle. Como en la votaciones de 2018 y del 2020, estaremos mirando a cada uno de los diputados que levanten la manito para votar este paquete de ajustes al pueblo trabajador, lxs estudiantes, jubilados, mujeres y diversidades.
Como nosotras tenemos la fuerza para tirar el plan de conjunto de Milei y que no puedan volver a cuestionar un lesbicidio, ni burlarse por la tele ni hacer demagogia con nuestros derechos: vamos a estar en la calle cuando se vote la ley de bases, y frente a cada ataque.