El miércoles, tras ser retirado el crucifijo del recinto a pedido de las querellas, continuó el proceso oral y público contra los miembros de la derecha peronista Indio Castillo y Pipi Pomares.
Jueves 18 de mayo de 2017 17:24
Informe y fotos Mario Frías Casado
Este miércoles, en los Tribunales Federales de La Plata, se realizó la segunda audiencia del juicio contra Carlos Castillo y Juan José Pomares, dos exmiembros de la banda parapolicial de la derecha peronista Concentración Nacionalista Universitaria (CNU).
Izquierda: lunes 15 | Derecha: miércoles 17
Como había ya informado este diario, la querella nucleada en el espacio Justicia Ya! La Plata había solicitado en la primera audiencia del lunes que se retirara un enorme crucifijo de la sala de audiencias (ubicado a las espaldas de los tres jueces). La fundamentación esgrimida por las abogadas querellantes alcanzó para que el tribunal, por mayoría, diera lugar al pedido. Finalmente en la segunda audiencia uno de los símbolos máximos de la Iglesia católica (cuya jerarquía fue partícipe directa del genocidio) había sido ya retirado.
En la segunda audiencia los imputados, Castillo y Pomares, fueron ubicados en la sala detrás de un taburete de madera, cumpliendo con el pedido de las dos primeras testigos, Ana Maria Bossio y Adelaida Úrsula Varón.
Carlos "el Indio" Castillo
Bossio es la esposa de Leonardo Guillermo Miceli, secuestrado y asesinado por la CNU. Varón, sufrió directamente el secuestro de la banda y sobrevivió, al igual que quien era su esposo al momento de los hechos, Daniel Hugo Pastorino, también sobreviviente y que declaró luego.
La última testigo en llegar a la sala fue Silvia Ester Domínguez, hija del sindicalista del Hipódromo de La Plata Carlos Antonio Dominguez, también asesinado por la banda que integraban Castillo, Pomares y decenas de peronistas de derecha más.
Un hecho curioso y a la vez patético se dio en un momento de la audiencia, cuando el abogado defensor de “Pipi” Pomares, el doctor Salas, pidió nada menos que un careo entre su defendido y el testigo Pastorino. Lejos de negar ese triste absurdo, los jueces Vega, Smoris y Castelli dieron vista al perdido e incluso la iniciativa contó con la nula oposición de los fiscales Schapiro y Nogueira.
Sólo ante la negativa rotunda de las querellas, quienes denunciaron el intento de revictimización de los sobrevivientes de delitos de lesa humanidad con un procedimiento judicial de este estilo, el careo no se realizó.
El lunes 22 continuará el juicio en la sala de audiencias del Tribunal Oral Federal n°1 de La Plata, con inicio fijado para las 10 de la mañana.
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Redacción
Redacción central La Izquierda Diario