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Red Internacional
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Tribuna Abierta. La Selección y la prensa: vender o informar, esa es la cuestión

Luego del triunfo ante la selección “cafetera”, Lionel Messi tomó la posta y brindó un duro comunicado a la prensa. Una reflexión sobre el rol del periodista deportivo.

Miércoles 16 de noviembre de 2016

Cuando la Selección Argentina venció a Colombia por 3 a 0, la noticia debía ser el triunfo en sí mismo o la soberbia actuación de Lionel Messi. Pero el propio capitán luego de culminar el cotejo lanzó unas palabras en la conferencia de prensa: “Perdón el desorden, pero decidimos dar la cara. Acá se sabe todo, estamos acá para comunicarles que hemos tomado la decisión de no hablar más con la prensa, ustedes deben saber por qué. Recibimos muchas acusaciones, muchas faltas de respeto pero no dijimos nada. La acusación que le hicieron a Lavezzi es muy grave. Si no salimos a decir nada, la gente cree que es así. La gente compra lo que se dice. Decidimos cortarlo de una vez”, fue parte del comunicado que brindó Lionel.

Finalizó diciendo “Sabemos que hay muchos de ustedes que no están en ese juego de faltarnos el respeto, vos podés perder, podés ganar, podés opinar si jugás bien o mal, pero meterse en la vida privada de uno y hacer la acusación de este tipo, que no es la primera, es muy grave. Por eso estamos acá. Nos van a seguir matando, no vamos a entrar en ese juego. Nos van a seguir diciendo un millón de cosas. Queda dicho, muchísimas gracias y buenas noches”.

A mi parecer, es una decisión acertada. ¿Cómo puedo decir esto yo que soy un periodista? Es que ellos también son personas que tienen una familia por detrás, padres, madres, hijos, hermanos. No se puede opinar así de la vida personal de alguien: hay que ver y opinar sobre su actuación en el campo de juego o en el deporte en el que se destaque; te puede gustar o no cómo juega la Selección -que juega mal por momentos, sí, sinceramente no sabe a qué juega-, pero siempre opinando sobre fútbol, somos comunicadores.

Basta del periodismo “amarillista”, pensemos que nuestras palabras repercuten en la gente, no es un tema menor lo que sucedió. Basta de hablar si salió a bailar, si está con una vedette o si toma alcohol: para tomar medidas disciplinarias están el club o el director técnico, limitémonos a opinar sobre el deporte. No vendamos carne podrida a la gente porque la gente compra, no somos nadie para juzgar; somos simples periodistas que estamos para informar sobre deportes, no nos olvidemos de eso. Hagamos periodismo serio y no bastardeemos más esta hermosa profesión.