En la tarde del domingo pasado, más de 30 efectivos policiales, con balas de goma, gas pimienta y cachiporras, reprimieron y detuvieron injusta e ilegítimamente a jóvenes, artistas y menores de edad que estaban realizando un evento artístico y cultural en la Plaza Pringles de la capital puntana. Al no tratarse de un caso aislado, es más que necesario impulsar una Coordinadora Anti-Represiva en San Luis que luche contra la represión de ayer y de hoy.
Lunes 1ro de agosto de 2022 19:05
En la tarde del domingo pasado, más de 30 efectivos policiales, con balas de goma, gas pimienta y cachiporras, reprimieron y detuvieron injusta e ilegítimamente a jóvenes, artistas y menores de edad que estaban realizando un evento artístico y cultural en la Plaza Pringles de la capital puntana.
Claramente en San Luis, bajo el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá, si hay algo que siempre ha sido perseguido y molesta a la Policía son les artistas y músicos que expresan su arte popular contra el sistema y sus garantes. Esta no es la primera vez que la Policía puntana agrede violentamente a las pibas y a los pibes, recordemos que en enero de este año, en Ciudad de Villa Mercedes, un uniformado le propino una bofetada a un joven sin mediar palabra.
La escalada represiva a nivel nacional y, particularmente, en la Provincia de San Luis, tiene que ver con las políticas de los Gobiernos, que buscan ejecutar un disciplinamiento y control social a puro garrote y mano dura, con el objetivo de imponer un ajuste brutal sobre salarios, salud, educación, trabajo y vivienda, afectando la vida de millones de familias trabajadoras. Todo ello por orden expresa del Fondo Monetario Internacional (FMI), los grandes empresarios, los magnates del "campo" y las iglesias, quienes pretenden que las consecuencias de la crisis económica y social sean pagadas por el pueblo trabajador.
Estas mismas políticas represivas son las que, en los últimos tiempos, se llevaron la vida de Santiago Maldonado (hoy se cumplen 5 años de su desaparición y posterior muerte), Rafael Nahuel, Facundo Astudillo Castro, Florencia Magalí Morales, Franco Maranguello, entre otras víctimas.
Son los mismos procederes represivos que cotidianamente sufren las pibas y los pibes de los barrios populares, las y los artistas de la calle, las plazas y peatonales, la juventud y el movimiento de mujeres y disidencias que se organiza, lucha por sus derechos y contra la violencia de género.
Y es esa misma Policía - junto al Gobierno provincial y el Poder Judicial - la que ha sido y es inoperante para encontrar a Guadalupe. De aquí que gran parte de la sociedad de San Luis reclame por la renuncia de las cúpulas policiales y del Ministro de "Seguridad" Anastasi.
Ante la pregunta popular de ¿quién nos cuida de la Policía?, respondemos enfáticamente: ¡NOSOTRXS MISMXS!; organizándonos en cada lugar de trabajo, de estudio y en nuestros barrios; denunciando públicamente cada hecho de abuso policial; y tomando las calles y plazas con acciones y movilizaciones anti-represivas. Todo esto, a través de una Coordinadora Anti-Represiva que llamamos a impulsar, para luchar en unidad contra la represión de ayer y de hoy.