El Gobierno del MAS llama al diálogo y levanta los bloqueos populares que enfrentan el paro como gesto de buena voluntad.
Viernes 4 de noviembre de 2022 23:55
A 14 días de lo que puede considerarse la crisis política más grave que ha atravesado hasta el momento el Gobierno de Luis Arce, este viernes se inauguró un intento más, a través de una "mesa técnica", de definir la fecha de realización del Censo de Población y Vivienda que exigen los sectores de derecha. Se negocia en medio de amenazas, de la oposición derechista, de nacionalizar y radicalizar el conflicto a partir del lunes.
Luego de varios intentos de diálogo “fallidos”, el Gobierno de Arce instaló esta “mesa técnica” en la ciudad de Trinidad, Departamento del Beni. A este encuentro se esperaba que participen 45 representantes de todo el país. Se trata de representantes de las universidades públicas, de los gobiernos departamentales y municipales, de asociaciones municipales y de comunidades indígenas. También eran de la partida representantes del INE (Instituto Nacional de Estadística) y de organismos internacionales, como la CELADE (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía) y UNFPA (Fondo de población de las Naciones Unidas).
El propio presidente Arce inauguraba esta mesa a las 18:00hs y la misma empezará su trabajo “por tiempo y materia” este sábado, en la mañana. El centro de Convenciones de la Universidad Autónoma José Ballivián, en Trinidad, será el lugar donde se llevará a cabo la “mesa técnica” cuyo objetivo será definir la fecha de realización del Censo.
Se llega a esta situación luego de 14 días de comenzado el paro cívico y agroindustrial de la derecha del departamento de Santa Cruz, a la cabeza del empresario clerical y actual gobernador, Luis Fernando Camacho, y del presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Rómulo Calvo. Ambos representan del ala radical de la derecha cívica que vino dirigiendo políticamente el llamado “comité impulsor del Censo 2023”. El mismo está integrado por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, a través del rector, Vicente Cuéllar, por el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (CONADE) y por líderes cívicos de los restantes departamentos del país.
La situación todavía es indefinida y bastante fluida. Recordemos que el martes fue el mismo Rómulo Calvo que pedía por favor al Gobierno que se sienten a dialogar señalando que estaban dispuestos a ir donde les convoquen. Fueron los enfrentamientos que se produjeron en la localidad de La Guardia, horas antes del esperado diálogo, lo que frustró, una vez más, que se lleve a cabo la mesa de negociación. Hay que decir, que estos enfrentamientos fueron provocados por la UJC (Unión Juvenil Cruceñista) para sabotear el diálogo y negociación que propugna el Gobierno del MAS.
Lo hacen en una apuesta política que es mantener el conflicto a la espera de que se sume la derecha del resto del país, como ya anunciaron los empresarios del transporte pesado, quienes afirmaron que desde el lunes 7 de noviembre, junto a cívicos y médicos y el CONADE, se movilizarán al bloqueo de carreteras y puestos fronterizos.
Frente a esta situación las dirigencias del MAS, preocupados por evitar un escenario “catastrófico”, se apuraron en levantar los bloqueos y “cercos” que diversas organizaciones sociales desplegaron contra los agroindustriales, en un intento de mostrar “buena voluntad” de parte del oficialismo. Sin embargo, lejos de alentar el diálogo, estas concesiones alentaron nuevamente a la ultra derecha a radicalizar sus exigencias y violencia callejera.
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Las movilizaciones populares contra el paro en muchos casos fueron organizadas de manera espontánea por sectores populares y trabajadores del día a día, que se dieron cuenta de que, mientras eran obligados a parar, los empresarios y agroindustriales, seguían haciendo funcionar sus negocios. Es decir, se había generado un sentimiento de indignación de parte de estos sectores de trabajadores y trabajadoras precarizadas e informalizadas, de los mercados, del comercio, del transporte, de talleres y fábricas, etc., que decidieron “cercar”, por ejemplo, la planta de Palmasola evitando el expendio de combustibles a todo el parque agroindustrial de Santa Cruz. También empezaron a bloquear algunas empresas, comenzando de esa manera a interrumpir el normal negocio de los cívicos y agroindustriales.
Estas medidas de lucha, surgidas desde abajo en contra del paro cívico, en un primer momento fueron aceptadas por el MAS que las dejaba correr para fortalecer su posición en la mesa de negociación, pero luego terminaron siendo no solo controladas sino hasta saboteadas por el propio MAS.
En este marco, mientras se esperaba la inauguración de la mesa técnica, los cívicos del Beni anunciaron una “marcha pacífica” para la misma tarde del viernes. Los resultados de esta mesa se espera que puedan ser conocidos el domingo, un día antes de que inicien las movilizaciones derechistas en todo el país.
La asonada derechista iniciada en Santa Cruz, pone en evidencia una vez más, la importancia de que las trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad, los sindicatos, las juntas vecinales, el movimiento de mujeres, las comunidades y pueblos indígena-originarios, la comunidad sexo-diversa y la juventud precarizada, empecemos a discutir democráticamente en asambleas, cómo organizarnos desde abajo para derrotar definitivamente a la derecha.
En estas asambleas, desde la LOR-CI, organización que impulsa La Izquierda Diario Bolivia, reiteraremos nuestra propuesta de que la única forma de derrotar definitivamente a estos grupos golpistas es enarbolando un programa y demandas que afecten los intereses de los capitalistas, en particular, de la agroindustria. Creemos que esas asambleas deben ser el primer paso para impulsar diversas formas de autoorganización, con independencia de las burocracias sindicales y de los movimientos sociales, que lejos de alentar la lucha por nuestros intereses y necesidades, terminan, al igual que el MAS, conteniéndolas para ceder, a costa de nuestras espaldas, en sus objetivos de garantizar su mentada “gobernabilidad” con la derecha.