En los barrios del sur de la Ciudad la situación es más grave, donde la desocupación llega al 21%. Estas cifras surgen del informe oficial de la Dirección de Estadística y Censos porteña.
Jueves 13 de agosto de 2020 15:12
Cerca de 275.000 personas dejaron de estar ocupadas en el segundo trimestre de este año, de las cuales unas 252.000 pasaron a la inactividad (que no tienen ni están buscando trabajo) representando al 14,7% de la población activa de la Ciudad, y unas 22.900 pasaron a ser desocupadas (es decir que se encuentran buscando trabajo).
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En la misma sintonía, el subempleo (ocupación parcial o “changas”) aumentó hasta el 12,3% (unas 177.003 personas). El total de ocupados se redujo de 1.504.020 a 1.229.049, y la población desocupada trepó de 188.540 a 211.473 personas, de las cuales 108.905 son mujeres y 102.568 varones.
Según el informe de la Dirección de Estadística y Censos del gobierno porteño esto se debe a “la limitada dinámica del mercado de trabajo debido a que la restricción severa para circular afectó los niveles de empleo, así como también a la búsqueda y disponibilidad para trabajar”.
Otro dato importante relevado es el “incremento interanual de las personas ausentes (personas ocupadas que no asistieron a su puesto de trabajo en la semana de referencia por distintas causas)”. En el segundo trimestre del 2020 fueron contabilizadas como ocupadas ausentes un total de 259.000 personas (21,1% del total de las ocupadas). El año pasado en el mismo trimestre este número era de 58.000 (3,7% del total).
Tambien marca que “el 78% de la población ocupada residente en la Ciudad es asalariada, mientras que el 17,4% trabaja como cuentapropista. Cabe resaltar que, en este trimestre, ambos exhibieron una disminución interanual de más de 300.000 ocupados menos, siendo los cuentapropistas (en mayor magnitud) y los aslariados (especialmente los no registrados) los más perjudicados dada su vulnerabilidad dentro del mercado laboral”.
“Se observa un gran aumento interanual de las personas suspendidas de su puesto de trabajo en relación de dependencia o que no asisten a su puesto de trabajo por otras causas laborales. De esta población resultan dos grandes grupos: personas ocupadas y “no ocupadas” (integrado tanto por población desocupada como inactiva). Este último grupo se diferencia del anterior por no recibir un pago durante la suspensión o por no tener seguridad de retorno al puesto de trabajo” detalla también el informe.
Los despidos y las suspensiones aumentaron aunque el gobierno nacional haya emitido un decreto que los prohíbe. Puro papel mojado dado que la norma reglamentada habilitó una excepción muy conveniente para las patronales: por causas económicas y en acuerdo con los sindicatos, las empresas pueden suspender. Datos del Observatorio de Despidos durante la Pandemia de La Izquierda Diario (ODP-LID) indican que desde el inicio del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) hasta el primero de agosto se registraron 5,5 millones de trabajadores afectados a nivel nacional por despidos, suspensiones y ataques al salario.
