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Red Internacional
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Comunidad escolar. La educación en Guerrero antes y después del huracán Otis

Tras el paso del huracán Otis, las autoridades anunciaron todo un plan de recuperación que incluye a las más de 190 escuelas afectadas. Sin embargo, los daños también tienen que ver con el profundo rezago educativo que existe en el estado, inclusive antes de la llegada de este desastre natural.

Miércoles 8 de noviembre de 2023

Los estragos materiales y sociales generados por el reciente huracán Otis en el estado de Guerrero afectan distintos rubros de la vida cotidiana de sus habitantes, y desde el turismo hasta el sector educativo inician trabajos de recuperación. Sin embargo, en este segundo aspecto el panorama es más desalentador, con más de 190 escuelas dañadas y 177 mil estudiantes de educación básica sin clases.

La recuperación del sector educativo no solo abarca su infraestructura, sino las afectaciones a la población, entre ellas miles de docentes que inclusive también son damnificados en municipios como Acapulco o Coyuca de Benítez, donde las afectaciones son más profundas. Si bien el gobierno estatal asegura que las labores de recuperación iniciarán a la brevedad, con labores de limpieza en las escuelas y restauración de sus edificios, las secuelas de este desastre son más profundas porque, según las cifras, más de 296 mil jóvenes en edad escolar tienen o tendrán afectaciones a corto plazo en nutrición, enfermedades o daño psicológico.

Aunado a esto, también se encuentra el profundo rezago escolar que vive la entidad desde hace varios años, el cual se venía profundizando de por sí con la pandemia. Según cifras oficiales, Guerrero está entre las 3 entidades con mayor rezago educativo, expresado en múltiples factores, como la tasa de cobertura de la matrícula escolar, que en el estado, para educación media superior y superior, es de 67.5%, cuando el promedio nacional rebasa el 75%. Así mismo, el promedio de años estudiados en la región es de 8.5, cuando el promedio nacional es de 9.9; además, el analfabetismo en la región se encuentra en el 11.7%, cuando el promedio nacional es del 4.5%.

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Las “soluciones” de las autoridades y la respuesta de la CETEG

Ahora con los estragos generados por Otis, el llamado de las autoridades para “iniciar cuanto antes” las actividades de limpieza y rehabilitación de las escuelas afectadas generó críticas por parte de lxs docentes organizadxs en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), quienes reclaman a la autoridad encabezada por el secretario de educación local, Marcial Rodríguez Saldaña, que presenten un plan integral para el regreso seguro a los centros de trabajo y que no solo se atiendan los daños estructurales, sino también el daño psicológico que ha dejado este meteoro en niños, padres de familia y maestros.

Dentro de las exigencias al gobierno de Evelyn Salgado también destaca que la reconstrucción de escuelas por las comunidades escolares sea a través de pago fijado mediante contrato a madres y padres de familia, para que puedan tener un ingreso, ya que en muchos casos las familias quedaron sin sustento producto de que la mayoría de las actividades económicas de las regiones afectadas dependen del comercio y del turismo, que está completamente paralizadas.

Entre la demagogia de la derecha y el “Plan” de la 4T: luchemos por una salida obrera

Este lamentable desastre natural no solo ha dejado estragos materiales y sociales, también la derecha del Frente Amplio por México ha hecho botín político electoral para profundizar su confrontación con el gobierno de la 4T, denunciando la extinción del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), mientras el oficialismo anunció un Plan Central de Reconstrucción “con recursos ilimitados” por más de 60 mil millones de pesos, pese a la advertencia de la Coparmex de que la recuperación de lo perdido ascenderá a por lo menos 300 mil millones.

Por otro lado, el plan anunciado por el gobierno consiste básicamente en profundizar el uso de los programas sociales como las becas y apoyos, como Jóvenes Construyendo el Futuro, que si bien pueden verse como ayuda directa a los afectados, no deja de ser un esquema de contratación precaria y temporal para miles de jóvenes. Los 20 puntos que componen la llamada Reconstrucción de las zonas afectadas mencionan, en el punto 11, destinar solo 10 mil millones de pesos para reconstrucción de escuelas, calles y sistema de aguas, mientras despliegan grandes planes de crédito barato para hoteleros y empresas de construcción.

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Las y los docentes de la Agrupación Nuestra Clase denunciamos que en este desastre, como en otros que hemos vivido, por ejemplo el sismo de 2017 en el centro del país, los partidos del régimen hacen uso electoral para profundizar la polarización política. Por un lado, la derecha intenta fortalecerse a través de “denunciar” los errores del gobierno ante el manejo del desastre, cuando son ellos quienes sentaron las bases del deterioro de los servicios básicos en Guerrero y en todo el país.

Para nosotrxs, un plan serio de reconstrucción tiene que pasar por no pagar la deuda externa, destinando los recursos para reconstruir los hogares, las escuelas, los hospitales y todos los servicios sociales, así como para reparar escuelas y construir más. Un plan así también debería gravar impuestos progresivos a las grandes fortunas, donde las principales empresas además paguen los más de 81 mil millones de pesos que todavía deben a Hacienda.

Este tipo de medidas no serán impulsadas por la buena voluntad de la 4T o por la oposición, sino que tendrán que ser arrancadas por la vía de la movilización. Hoy por hoy, las y los docentes de la CETEG y de toda la CNTE (que en algunos casos se vienen soidarizando activamente) tienen la posibilidad de convocar a grandes manifestaciones y a discutir un plan de lucha unitario, que llame a todos los sindicatos y organizaciones independientes que se reclamen democráticas, para coordinar un esfuerzo de este tamaño, por lo que consideramos que la Coordinadora debe romper la tregua de facto que mantiene con el gobierno.