Lo informó Ámbito Financiero, el diputado del Bloque Justicialista se alineó tras la candidatura de Randazzo. Parece que esto no cayó bien en el resto de la cúpula del gremio.
Lunes 19 de junio de 2017 11:11
Las internas en el peronismo no solo se viven alrededor de las elecciones legislativas sino que las rispideces también llegan al ámbito gremial. Se trata de la disputa que se abrió en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) dirigido por Ricardo Pignanelli.
Según informa Mariano Martín en Ámbito Financiero, Pignanelli confirmó que "el sindicato decidió sacarle el respaldo político a Romero". La decisión fue tomada mediante una "asamblea" (término bastante relativo a la hora de tratarse del Smata) en la que se enumeró las distintas críticas y denuncias que hay en su contra.
Oscar Romero, no sólo es secretario de Relaciones Institucionales en el sindicato mecánico, sino que ostenta además el cargo de diputado en la provincia y preside el Bloque Justicialista. Entre varias cosas, se lo acusa de beneficiar a familiares y conocidos con puestos en la filial de Junín del Smata, así como en el Congreso Nacional.
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Sin embargo, los motivos de lo que apunta ser una expulsión del gremio podrían tener un trasfondo también político. Romero, es uno de principales impulsores de la candidatura de Florencio Randazzo y esto no caería bien en la cúpula del Smata. Su secretario general, quien supo ser un ferviente kirchnerista y justificar despidos durante la llamada "década ganada", hoy no tiene problemas en mostrarse amistoso con Mauricio Macri.
El SMATA tiene un largo historial de persecución y expulsiones contra activistas y delegados opositores. Esto no ocurre solo a nivel nacional sino también en cada seccional en particular.
Esta pelea, dentro de la misma cúpula de la burocracia, está lejos de los intereses de los trabajadores. Mientras esta dirigencia se pelea, los trabajadores siguen sufriendo suspensiones masivas y despidos en todo el sector.
Romero, al igual que el resto de la dirigencia del Smata, tendrían que ser expulsados no solo por enriquecerse a costa del esfuerzo de centenares de miles trabajadores, sino que por haberse parado del lado de la vereda de las patronales en múltiples ocasiones.
Esta interna, en el segundo gremio industrial en importancia del sector automotriz, podría tener sus consecuencias no solo en el sindcato. Podría ser la punta de iceberg de disputas abiertas y rosca por abajo que traerá nuevas configuraciones en el plano sindical, tanto en el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) y el propio triunvirato de la CGT.
