Este miércoles los trabajadores encontraron el depósito cerrado. Durante el fin de semana fue vaciado el establecimiento ubicado en Lomas del Mirador. Los trabajadores decidieron ocupar el lugar en defensa de sus puestos de trabajo y reclaman una respuesta urgente de la empresa.
Viernes 19 de febrero de 2021
“Históricamente trabajamos los feriados. Hasta el Primero de Mayo trabajamos para sacar la producción adelante”. Este fin de semana de Carnaval, por primera vez la empresa SwissJust, la multinacional suiza de aromaterapia cuya página local de Facebook tiene más de 150.000 seguidores y que no tiene locales físicos sino que vende sus productos mediante consultoras o revendedoras por sistemas de catálogo, les dio los días libres a los trabajadores. La excusa del descanso fue para realizar un vaciamiento de la fábrica y mover los elementos a una logística tercerizada de la zona norte del Conurbano. Al llegar y ver el establecimiento cerrado, la empresa vía Zoom les notificó la decisión a los trabajadores, pero no por estar en crisis sino por “crecimiento de la empresa” y “expansión”.
Con empleados que tienen casi dos décadas de trabajo, desde la empresa proponen mantener sus puestos en otra localidad y perdiendo toda la antigüedad. “Durante la pandemia sostuvimos la empresa con nuestro trabajo”, denunció con indignación uno de los trabajadores, que junto a sus familias se están organizando en asambleas y votaron mantenerse en el lugar para recuperar sus puestos de trabajo.
Ese es el “bienestar emocional y mental”, tal como pregonan en sus productos, que la multinacional SwissJust que tiene sedes en numerosos países, les deja a 52 familias que están a punto de quedarse en la calle. Sin embargo, aunque el Gobierno quiera volver a las aulas y mostrar normalidad, los empresarios despiden, cierran y buscan atacar sobre los derechos laborales. Al mismo tiempo, se disparan los precios golpeando los bolsillos. Los cierres de fábricas y las tomas de tierras, por poner algunos ejemplos, ya se hicieron sentir con fuerza durante 2020.
La solidaridad ya se hace sentir. Las trabajadoras de La Nirva, quienes también ocupan su fábrica ante el vaciamiento empresario, se hicieron presentes. El Sindicato de Comercio debe responder por la continuidad laboral y acompañarlos con medidas de lucha que muestren que los trabajadores no van a quedarse de brazos cruzados mirando pasar la crisis en pleno decreto anti despidos. Por el contrario, van a dar la pelea contra la empresa y contra el pacto social que tiene el Gobierno de beneficiar a los grandes empresarios y multinacionales bajo la vista gorda de la CGT mientras quieren que los trabajadores padezcan las consecuencias de una crisis que no generaron y que no deben ni tienen que soportar.
