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Red Internacional
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Aniversario muerte Lenin. La nota biográfica de Trotsky sobre Lenin

En un nuevo aniversario de la muerte de Lenin, traemos una nota biográfica que el revolucionario ruso León Trotsky escribió para la Enciclopedia Británica 14° edición de 1929. Nota publicada en español por el Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx en el Libro "Lenin" de León Trotsky.

Domingo 21 de enero de 2018

Escrito por: León Trotsky (1)

(ver notas al pie al final del artículo)

LENIN, Vladimir Ilich Ulianov (1870-1924), fundador y espíritu guiador de las Repúblicas Soviéticas y la Internacional Comunista, el discípulo de Marx, el líder Partido Bolchevique y el organizador de la Revolución de Octubre en Rusia, nació el 9 de abril de 1870, en la ciudad de Simbirsk, en la actualidad Ulianovsk. Su padre, Ilya Nikolaievich, era maestro de escuela. Su madre, María Alexandrovna, era hija de un doctor llamado Berg (2). Su hermano mayor se unió a la “Narodovoltze” (una sociedad terrorista revolucionaria) (3) y participó en el fallido atentado contra la vida de Alejandro III, fue ejecutado (en 1891); éste fue un factor determinante en la vida de Lenin.

Primeros años: El tercero de una familia de seis, Lenin completó su curso en el gimnasio [liceo] de Simbirsk en 1887 y obtuvo la medalla de oro. Ingresó a la Universidad de Kazán para estudiar Derecho, pero en diciembre del mismo año fue expulsado por haber participado en una reunión de estudiantes y desterrado de su región. No fue sino hasta el otoño de 1889 que se le permitió regresar a Kazán, donde empezó a hacer un estudio sistemático de Marx y conoció a los miembros del círculo marxista local. En 1891 Lenin aprobó los exámenes de derecho de la universidad de San Petersburgo (4), y en 1892 empezó a ejercer como abogado en Samara, compareciendo por la defensa en varios juicios. Su vida, sin embargo, estuvo principalmente dedicada al estudio del marxismo y su aplicación al desarrollo económico y político de Rusia y, subsecuentemente, de todo el mundo.

En 1894, se mudó a San Petersburgo, y empezó su trabajo de propaganda. A este período corresponden los primeros escritos polémicos de Lenin dirigidos contra el partido popular y pasaron de mano en mano en forma de manuscrito.

Inmediatamente después, Lenin empezó una lucha teórica en la prensa contra los falsificadores de Marx. En abril de 1895 primero viajó al exterior a reunirse con Plejanov, Zasulich, Axelrod y el Grupo Marxista conocido como el Osvobojdenie Truda (Emancipación del Trabajo). A su regreso a San Petersburgo, organizó el ilegal “Sindicato para la liberación de la Clase Trabajadora”, el cual rápidamente se transformó en una importante organización que llevaba adelante tareas de propaganda entre los trabajadores. En diciembre de 1895 Lenin y sus colaboradores más cercanos fueron arrestados. El año 1896 lo pasó en prisión y, en febrero de 1897 estuvo exiliado por tres años en la provincia de Yenisei en el este de Siberia. En 1898 se casó con N.K. Krupskaia, una camarada del Sindicato de San Petersburgo y su fiel compañera por los restantes 26 años de su vida.

Durante su exilio finalizó sus trabajos económicos más importantes, El desarrollo del capitalismo en Rusia, basado en un enorme corpus de material estadístico (1899). En 1900 Lenin fue a Suiza con el objetivo de organizar, con el Grupo Emancipación del Trabajo, la publicación de un periódico revolucionario dirigido a Rusia. A final del mismo año apareció en Munich el primer ejemplar de Iskra (La Chispa), con el lema: “De esta chispa arderá la llama”. Su objetivo era dar una interpretación marxista de los problemas de la revolución, junto a las consignas políticas de la lucha, y formar un partido revolucionario centralizado “ilegal” de socialdemócratas, el cual, ubicándose a la cabeza del proletariado iniciaría la lucha contra el zarismo. La idea de un partido organizado que lidere la lucha del proletariado en todas sus formas y manifestaciones, una de las ideas centrales del leninismo, está íntimamente ligada a la idea de la hegemonía de la clase obrera dentro del movimiento democrático del país. Esta idea encontró una expresión directa en el programa de la dictadura del proletariado cuando el desarrollo del movimiento revolucionario preparó las condiciones para la Revolución de Octubre.

Bolcheviques y mencheviques: el II Congreso del RSDRP [POSDR] (Bruselas, Londres), en julio y agosto de 1903 (5) aceptó el programa elaborado por Plejanov y Lenin, pero terminó con la histórica ruptura del partido en bolcheviques y mencheviques. Acto seguido Lenin empezó su camino separado como líder de la sección Bolchevique, más tarde el Partido Bolchevique. Las diferencias en cuestión eran sobre tácticas y finalmente sobre el programa del partido. Los mencheviques trataron de alinear la política del proletariado ruso a la de la burguesía liberal. Lenin vio en el campesinado el aliado más cercano al proletariado. Acuerdos ocasionales y relaciones más cercanas con los mencheviques no pudieron detener la constante brecha entre las dos líneas la revolucionaria y la oportunista–, la proletaria y la burguesa. La lucha con los mencheviques forjó la política que llevó a la ruptura con la II Internacional (1914), a la Revolución de Octubre (1917) y al cambio del nombre del partido de Socialdemócrata a Comunista (1918).

En el país se abrió una situación revolucionaria debido a la derrota del ejército y la armada en la Guerra ruso-japonesa, el asesinato de los trabajadores el 9 de enero en 1905 (6), los disturbios del campo y las huelgas políticas. El programa de Lenin fue la preparación de un levantamiento armado de las masas contra el zarismo, y la creación de un gobierno provisional que organizara la dictadura revolucionaria democrática de los trabajadores y campesinos para la liberación del país del zarismo y la servidumbre.

El III Congreso del Partido, que estaba constituido exclusivamente por bolcheviques (mayo de 1905), aprobó un nuevo programa agrario que incluía la confiscación de los dominios de los terratenientes. En octubre de 1905 empezó la huelga en toda Rusia. El día 17 del mes el Zar emitió su manifiesto sobre la “Constitución”. A principios de noviembre Lenin regresó a Rusia desde Ginebra e hizo un llamamiento a los bolcheviques para que atraigan al partido a círculos de trabajadores, pero que retengan su aparato ilegal previendo futuros golpes contrarrevolucionarios.

En los hechos de 1905 Lenin distinguió tres rasgos principales: (1) la toma [en sus manos] temporaria del pueblo de su verdadera libertad política; (2) la creación de un nuevo, aunque fuera potencial, poder político en la forma de diputados de trabajadores, soldados y campesinos del soviet; (3) el uso de la fuerza por el pueblo en contra de quienes la habían usado contra ellos. Estas conclusiones, de los eventos de 1905, se volvieron los principios rectores de la política de Lenin en 1917 y llevaron a la dictadura del proletariado en la forma del Estado Soviético.

El levantamiento en Moscú a fines de diciembre, dada la falta de apoyo del ejército, sin levantamientos simultáneos en otras ciudades y carente de una respuesta suficiente en los distritos del país, fue rápidamente reprimido. La burguesía liberal retomó la ofensiva. La época de las dos primeras Dumas empezó. En este momento, Lenin formula los principios de la utilización revolucionaria de los métodos parlamentarios como medios para un nuevo ataque.

En diciembre de 1907 Lenin se fue de Rusia y regresó recién en 1917. Fue la época del comienzo de la victoria de la contrarrevolución, las persecuciones, el exilio, las ejecuciones y emigraciones. Lenin lideró la lucha contra los mencheviques, los defensores de la liquidación del partido “ilegal” –de aquí en adelante conocidos como los “liquidacionistas”– y del cambio de sus métodos por otros legales dentro del marco del régimen existente; contra los “conciliadores” que trataron de tomar una posición intermedia entre el bolchevismo y el menchevismo –contra los social-revolucionarios [SR] que trataron de compensar la inercia de las masas con el terrorismo individual; y finalmente, contra aquellos bolcheviques, los llamados “boicoteadores” que demandaban el retiro de los diputados socialdemócratas de la Duma en nombre de la inmediata actividad revolucionaria.

Al mismo tiempo, Lenin llevó adelante una extensiva campaña contra los intentos de revisar las bases teóricas del marxismo sobre la cual se fundaba toda su política. En 1908 escribió un importante tratado dirigido contra la filosofía esencialmente idealista de Mach, Avenarius y sus seguidores rusos, quienes trataron de unir el criticismo empírico con el marxismo (7). Lenin probó que los métodos del materialismo dialéctico tal como estaban formulados por Marx y Engels estaban confirmados por el desarrollo del pensamiento científico en general y la ciencia natural en particular. De este modo la lucha revolucionaria constante de Lenin iba de la mano de sus polémicas teóricas.

Los años 1912-14 estuvieron marcados en Rusia por un renovado accionar en el movimiento obrero. Aparecieron las brechas en el régimen contrarrevolucionario. A principios de 1912 Lenin convocó una conferencia secreta de la organización bolchevique rusa en Praga. Los “liquidacionistas” fueron declarados fuera del partido. La ruptura con los mencheviques resultó inapelable. Se eligió un nuevo Comité Central. Lenin organizó desde el exterior la publicación en San Petersburgo de un periódico legal, Pravda, que en su constante conflicto con la censura y la policía ejerció una influencia rectora en la vanguardia de la clase obrera. En julio de 1912 Lenin, junto con sus colegas más allegados, se trasladó de París a Cracovia [Polonia] para poder mantener un contacto más cercano.

El movimiento revolucionario en Rusia crecía, y de este modo los bolcheviques iban ganando preponderancia. Lenin enviaba artículos bajo diferentes seudónimos (8) casi todos los días para los periódicos bolcheviques legales, extrayendo las inevitables conclusiones en la prensa “ilegal”. En este momento, como también antes y después, N.K. Krupskaia era el centro organizacional del trabajo. Recibió a los camaradas de Rusia, dio instrucciones a otros en su tránsito hacia ahí, estableció conexiones “clandestinas”, escribió, codificó y decodificó cartas. Fue en la pequeña ciudad de Poronin en Galicia donde Lenin se enteró de la declaración de guerra (9). La policía austríaca sospechaba que era un espía ruso y lo arrestó, y a las dos semanas fue expulsado de Suiza.

Internacionalismo: Se abría una nueva fase internacional en el trabajo de Lenin. Su manifiesto publicado en nombre del partido el 1º de noviembre de 1914, denunció el carácter imperialista de la guerra y a ésta como resultado de la culpabilidad de todas las potencias que durante tanto tiempo habían estado preparando una lucha sanguinaria con el fin de ampliar sus mercados y destruir sus rivales. La agitación patriótica de la burguesía de ambos bandos, quienes se echaban la culpa unos a otros, demostró ser una maniobra para engañar a los trabajadores.

El manifiesto señala que la mayoría de los líderes socialdemócratas estaban del lado de la burguesía de su propio país, violando de esta manera las resoluciones de los congresos de la Internacional Socialista y provocando la bancarrota de la II Internacional. La derrota de sus “propios” gobiernos debería ser la consigna de los socialdemócratas de todos los países. Lenin somete a un criticismo despiadado no sólo al patriotismo socialdemócrata sino al pacifismo que, mientras se ocupa de protestas platónicas, se retira de la lucha revolucionaria contra el imperialismo. La lucha con el pacifismo se desarrolla en una gran lucha contra aquellos elementos del movimiento de la clase obrera que están a mitad de camino entre los socialdemócratas y los comunistas, apoyando en los hechos a los primeros.

Los teóricos y políticos de la II Internacional redoblaron las acusaciones de anarquismo que ya antes habían utilizado contra Lenin. De hecho, todos los trabajos de Lenin fueron caracterizados como una lucha en dos planos: por un lado, contra el reformismo, que desde los inicios de la guerra dio su apoyo a la política imperialista de las clases propietarias y, por el otro, contra el anarquismo y las diferentes variedades de aventurerismo revolucionario.

El 1º de noviembre de 1914 Lenin promulgó un programa para la creación de una nueva Internacional “para llevar adelante la tarea de organizar las fuerzas del proletariado para el ataque revolucionario a los gobiernos capitalistas, para la guerra civil contra la burguesía de todos los países, para la conquista del poder político y la victoria del socialismo”.

En septiembre de 1915 (el 5 y 8 de septiembre) se celebró en Zimmerwald, en Suiza, la primera conferencia de los europeos socialistas que se oponían a la guerra imperialista. Había presente treinta y un delegados. El ala izquierda de la Conferencia de Zimmerwald y de la posterior realizada en Kienthal, adoptó la demanda de Lenin que planteaba la transformación de la guerra imperialista en una guerra civil, y se transformó en el núcleo de la futura Internacional Comunista. Ésta elaboró su programa, tácticas y organización bajo la orientación de Lenin, y fue él quien inspiró directamente las decisiones de los primeros cuatro congresos de la Internacional Comunista.

Lenin estaba preparado para su lucha a escala internacional no sólo por su profundo conocimiento del marxismo y su experiencia en la organización del partido revolucionario en Rusia, sino también por su profundo conocimiento con el movimiento obrero del mundo entero. Dominaba las lenguas inglesa, alemana y francesa, y podía leer italiano, sueco y polaco. Se oponía enérgicamente a la aplicación mecánica de los métodos de un país en otro, e investigaba y decidía cuestiones que involucraban a los movimientos revolucionarios, no sólo en sus reacciones internacionales, sino también en sus formas concretas nacionales.

La Revolución de 1917: La Revolución de Febrero de 1917 encontró a Lenin en Suiza. Sus intentos de llegar a Rusia se toparon con la oposición del gobierno británico y decidió viajar a través de Alemania. El éxito de su plan le dio a los enemigos de Lenin la ocasión para una feroz campaña de calumnias, las cuales, no obstante, fueron impotentes para impedirle asumir la dirección de su partido y, al corto tiempo, de la revolución.

En la noche del 4 de abril, al bajarse del tren, Lenin dio un discurso en la estación Finlandia en Petrogrado. Repitió y desarrolló las ideas principales que mantendría los días siguientes. El derrocamiento del zarismo, dijo Lenin, era sólo la primera etapa en la revolución. La revolución burguesa ya no podría satisfacer a las masas. La tarea del proletariado era armarse, fortalecer el poder de los soviets, despertar a los distritos del país y prepararse para la conquista del poder supremo en el nombre de la reconstrucción de la sociedad sobre bases socialistas.

El programa de cambios sociales no era sólo mal visto por aquellos que participaban en la propaganda del socialismo patriótico, sino que incluso fue causante de una oposición dentro de los mismos bolcheviques. Plejanov calificó el programa de Lenin de “loco”. Lenin, sin embargo, previó que la desconfianza en la burguesía y en el Gobierno provisional crecería con más fuerza cada día, que el partido bolchevique obtendría una mayoría en los soviets y que el poder supremo pasaría a sus manos. El pequeño diario Pravda se transformó repentinamente, al estar en sus manos, en un poderoso instrumento para el derrocamiento de la sociedad burguesa.

La política de coalición con la burguesía perseguida por los social-patriotas y el desesperado ataque con el cual los aliados forzaron al ejército ruso a asumir el frente, provocaron a las masas y llevaron a las manifestaciones armadas en Petrogrado en los primeros días de julio. La lucha contra el bolchevismo se volvió intensa. El 5 de julio, falsos “documentos” fueron publicados por los servicios secretos contrarrevolucionarios, pretendiendo probar que Lenin estaba actuando bajo las órdenes del Estado mayor alemán. Al anochecer, destacamentos “confiables” convocados desde el frente por Kerensky y oficiales Cadetes [miembros del Partido Demócrata Constitucionalista] de los distritos de los alrededores de Petrogrado ocuparon la ciudad. El movimiento popular fue aplastado.

La persecución de Lenin llegó a su punto más alto. Ahora empezó a trabajar “clandestinamente”, ocultándose primero en Petrogrado con una familia de trabajadores y luego en Finlandia.

Los días de julio y las represalias que siguieron provocaron una explosión de energía en las masas. Los bolcheviques obtuvieron la mayoría en los Soviets de Petrogrado y Moscú. Lenin demandó una acción decisiva para tomar el poder supremo. “¡Ahora o nunca!” repetía en vehementes artículos, cartas y entrevistas.

Los comisarios de los Soviets del Pueblo: El levantamiento contra el gobierno provisional coincidió con la apertura del II Congreso de los Soviets el 25 de octubre. Lenin, luego de esconderse durante tres meses y medio, apareció en el Instituto Smolny y dirigió la lucha. En una sesión que duró toda la noche del 27 de octubre propuso un borrador de decreto sobre la paz que fue aprobado por unanimidad, y otro sobre la tierra, que fue aprobado con un voto en disconformidad y ocho abstenciones 10. La mayoría bolchevique, apoyada por el ala izquierda de los social-revolucionarios, declaró que el poder supremo le había sido ahora conferido a los soviets. Se nombraron los comisarios de los Soviets del Pueblo con Lenin como su dirección.

Habiendo obtenido las tierras de los terratenientes, los campesinos apoyaron a los bolcheviques. Los soviets se volvieron los señores de la situación. La Asamblea Constituyente, elegida en noviembre y reunida el 5 de enero, era un anacronismo. El conflicto entre las dos etapas de la revolución era palpable. Lenin no lo dudó por un instante. En la noche del 7 de enero el Comité Ejecutivo Central de toda Rusia, frente a una moción de Lenin, aprobó un decreto por el cual se disolvía la asamblea constituyente. La dictadura del proletariado, dijo Lenin, representaba el nivel de democracia más alto posible para la mayoría trabajadora del pueblo, poniendo en manos de los trabajadores todos los bienes materiales (edificios para las reuniones, imprentas de periódicos, y demás) sin los cuales la “libertad” sigue siendo una ilusión. La dictadura del proletariado en la opinión de Lenin era una etapa necesaria para la abolición de la división de clases en la sociedad.

La cuestión de la guerra y la paz provocó una nueva crisis. Una considerable proporción del partido demandó una “guerra revolucionaria” contra los Hohenzollern, sin darle importancia a la cuestión de la situación económica en Rusia y el estado de ánimo de los campesinos. Lenin sentía que era necesario a fines propagandísticos alargar las negociaciones con Alemania, todo lo que fuera posible. Pero demandaba que, en el caso de un ultimátum por parte de Alemania, la paz fuera firmada incluso al precio de una pérdida de territorio o el pago de una indemnización. La revolución que despertaba en el oeste tarde o temprano iba a deshacer los severos términos de la paz.

El realismo político de Lenin se manifestó en toda su fuerza en lo que respecta a esta cuestión. La mayoría del Comité Central en oposición a Lenin hizo otro intento para evitar ceder al imperialismo alemán declarando que había finalizado el estado de guerra, pero rehusando al mismo tiempo firmar una paz imperialista. Esto llevó a un renovado ataque de parte de los alemanes. Luego de acalorados debates en la sesión del Comité Central del 18 de febrero, Lenin ganó una mayoría para su propuesta de que se reanudaran las negociaciones inmediatamente, y que los términos alemanes, que ahora eran todavía más desfavorables, fueran firmados.
El gobierno soviético por iniciativa de Lenin se transfirió a Moscú. Una vez obtenida la paz, Lenin presentó entonces ante el partido y el país la cuestión de su organización económica y cultural de conjunto.

Las grandes pruebas, sin embargo, estaban aún por venir. Para finales del verano de 1918 Rusia Central se encontraba cercada por un círculo de fuego. Junto a la contrarrevolución rusa llegó el levantamiento de los checoslovacos en el Volga; en el norte y el sur llegó la intervención británica (en Arcángel el 2 de agosto y en Bakú el 14 de agosto). Las provisiones de comida se cortaron. Lenin nunca dejó de dirigir su partido y el gobierno. Llevó adelante un trabajo de propaganda, levantó a las masas, organizó la distribución del trigo; siguió los movimientos del enemigo, estaba en comunicación directa con el Ejército Rojo. Seguía la situación internacional, profundizando su comprensión de los eventos observando los desacuerdos en los campos imperialistas. Se hizo tiempo para entrevistarse con revolucionarios del exterior y con ingenieros y economistas soviéticos.

El 30 de agosto el social-revolucionario Kaplan le apuntó dos tiros a Lenin mientras éste se dirigía a una reunión de trabajadores. Sus ataques intensificaron la guerra civil. La contextura fuerte de Lenin le permitió recuperarse rápidamente de los efectos de las heridas. Durante su convalecencia escribió un panfleto, La revolución proletaria y el renegado Kautsky, dirigido contra el teórico más prominente de la II Internacional. Para el 22 de octubre ya estaba hablando en público.

La Nueva Política Económica: La guerra en el frente interno seguía siendo su preocupación principal. Los problemas económicos y administrativos tenían que tomar necesariamente un lugar subordinado. La guerra civil alimentada desde el exterior estaba en su punto más álgido. La lucha terminó a principios de 1921 con la derrota total de la contrarrevolución y el gobierno se fortaleció. El hecho de que la guerra no condujo inmediatamente a una revolución proletaria en Europa aumentó enormemente las dificultades de la reconstrucción socialista, lo que era imposible sin el acuerdo entre el proletariado y la burguesía. El sistema de requisar la sobreabundancia de los campesinos debió ser reemplazado por un impuesto correctamente evaluado. Debió permitirse el intercambio privado de commodities.

Estas medidas dieron inicio a una nueva fase en el desarrollo de la Revolución de Octubre (Noviembre), que se conoce como la “Nueva Política Económica”.
En cuanto a su política dentro de la Federación Soviética (Rusa) Lenin trató, en todas las formas posibles, crear para las nacionalidades que habían sido oprimidas bajo el zarismo, condiciones para un desarrollo nacional libre. Luchó implacablemente contra todas las tendencias imperialistas especialmente dentro del partido mismo –ideas cuya pureza defendía con sumo recelo. Las acusaciones de las nacionalidades opresoras hechas contra Lenin y su partido con referencia a Georgia, etc., fueron producto de una aguda lucha de clases dentro de la nación.

Lenin insistía en la aplicación completa de los principios de la autodeterminación nacional en los pueblos coloniales. Su doctrina era que el proletariado de Europa Occidental debería abstenerse de hacer sólo meras declaraciones de simpatía con las nacionalidades oprimidas y, en su lugar, debería sumarse a la lucha contra el imperialismo.

En el VIII Congreso de los Soviets (1920) Lenin hizo un informe sobre el trabajo llevado adelante en cuanto a su iniciativa de la elaboración de un plan para la electrificación del país. El esfuerzo gradual hacia un alto nivel de desarrollo técnico es la marca de la exitosa transformación del sistema de economía campesina de pequeña escala, con su falta de coordinación, al sistema de larga escala de producción socialista, basado en un plan único e integral. “El socialismo es un gobierno soviético más electrificación”.

Muerte: El agotamiento, como resultado de un excesivo y duro esfuerzo a lo largo de varios años, arruinó la salud de Lenin. La esclerosis afectó sus arterias cerebrales. A principios de 1922 sus doctores le prohibieron realizar tareas diarias. De junio a agosto la enfermedad avanzó rápidamente y, por primera vez, empezó a perder la capacidad de habla, y en diciembre su mano y pierna derechas quedaron paralizadas.

Murió el 21 de enero de 1924 a las 6.30 de la mañana en Gorki, cerca de Moscú. Su funeral fue de una muestra de amor y dolor ejemplar de parte de millones.

El aspecto exterior de Lenin se distinguía por su simplicidad y fortaleza. Era más bajo que la talla común, con los rasgos comunes de un rostro eslavo, iluminados por una mirada penetrante; su poderosa frente y su aún más poderosa cabeza le otorgaban un rasgo distintivo. Era un trabajador incansable sin par. Puso la misma escrupulosidad ejemplar en los círculos de lectura en un pequeño club de trabajadores en Zurich que en la organización del Primer Estado Socialista del Mundo. Supo apreciar y amar a pleno la ciencia, el arte y la cultura, pero nunca se olvidó que las mismas todavía estaban en manos de una pequeña minoría. Su estilo de vida en el Kremlin era algo diferente al de su vida como exiliado en el exterior. La simplicidad de sus hábitos diarios se debía al hecho de que el trabajo intelectual y la intensa lucha no sólo absorbían sus intereses y pasiones sino que también le dieron una intensa satisfacción. Sus pensamientos nunca dejaron de concentrarse en la tarea de liberar a los trabajadores.

Sus trabajos incluyen: El contenido económico del partido popular y la crítica de Struve al mismo, 1895. El desarrollo del capitalismo en Rusia, 1899. ¿Qué hacer? Problemas candentes de nuestro movimiento, 1902. Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática, 1905; El programa agrario de los socialdemócratas en la primera Revolución Rusa (1905-07), 1907. Dos tendencias en el marxismo ruso y la socialdemocracia rusa; Materialismo y empirocriticismo, 1909. La bancarrota de la II Internacional, 1915. El Socialismo y la Guerra, 1915. En colaboración con Zinoviev. El Imperialismo, fase superior del capitalismo, 1916. Cartas desde lejos, 1917; El Estado y la revolución, La doctrina marxista sobre el Estado y las tareas del proletariado en la revolución, 1917. La catástrofe que nos amenaza y cómo combatirla, 1917. ¿Se mantendrán los bolcheviques en el poder?, 1917. La revolución proletaria y el renegado Kautsky, 1918. La dictadura del proletariado y las elecciones de la Asamblea Constituyente, 1919. El “izquierdismo”, enfermedad infantil del comunismo, 1920. La crisis en el partido, 1921. Sobre la cooperación, 1923. Testamento de Lenin, 1923.

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NOTAS

1. Traducción especial del inglés para edición del libro "Lenin" del Instituto del Pensamiento Socialista Karl Marx, de la versión publicada en http://www.marxists.org/archive/trotsky/1939/xx/lenin02.html. Según consta allí, Trotsky escribió esta nota biográfica para la Enciclopedia Británica, 14° edición la que fue aparentemente impresa por primera vez en 1929 y reimpresa en 1932, 1936, 1937, 1938, y 1939. En ésta última edición se encuentra en su vol. 13 (de 24), pp. 911-914.

2. No conocemos la proveniencia de este nombre. Según consta en otros escritos de Trotsky y posteriores biógrafos, el abuelo materno de Lenin se apellidaba Blank.

3. Se refiere a la organización Narodnaia Volia.

4. La ciudad de San Petersburgo fue fundada por Pedro el Grande en 1703, convirtiéndola en la capital del imperio ruso hasta la Revolución de Octubre cuando el gobierno soviético trasladó la capital a Moscú. Desde 1914 hasta 1924 pasó a llamarse Petrogrado y desde la muerte de Lenin en 1924 hasta 1991 se convirtió en Leningrado. En 1991 retomó su antiguo nombre: San Petersburgo.

5. El II Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR) tuvo lugar entre el 30 de julio y el 23 de agosto de 1903. Las primeras sesiones (hasta el 6 de agosto) se celebraron en Bruselas, pero ante la inminencia de la interferencia de la policía, los delegados se trasladaron a Londres.

6. Se refiere al “Domingo sangriento” con el que se inauguró la Revolución de 1905.

7. Se refiere a V. I. Lenin, Materialismo y empiriocriticismo, 1908, varias ediciones.

8. Según Jean-Jacques Marie en su Lénine (Paris, Ed. Balland, 2004), éste llegó a usar 148 seudónimos en su vida. La primera vez que firmó como Lenin fue en Iskra, en un artículo de 1901.

9. Se refiere a la declaración de la Primera Guerra Mundial.

10. El decreto sobre la paz llamaba a iniciar negociaciones para “una paz inmediata, sin anexiones ni indemnizaciones”, negociar sin condiciones, la suspensión de las negociaciones diplomáticas secretas y la publicación de los tratados secretos entre las potencias imperialistas. El decreto sobre la tierra abolía el derecho de propiedad de los terratenientes sin compensación; sus tierras, así como las de la iglesia, se pusieron a la disposición de los comités de tierra (compuestos de campesinos) en el campo. Estos dos decretos en particular eran esenciales para forjar unidad obrero-campesina.