Emergencia. Lámina de acetato y dos gomillas: las máscaras que les dan a los trabajadores de la salud en Jujuy

Mi compañera de trabajo recibió esa máscara fea, apenas la usó se le rompió.

Mientras en conferencia de prensa Morales y Bouhid afirman que hay equipos de protección para todos los que estamos en la primera línea de atención de la salud ante la pandemia del coronavirus, vemos que nuestra realidad es totalmente distinta.

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Como venimos denunciando desde Salud desde las Bases, desde que se declaró la Emergencia Sanitaria y Epidemiológica en la provincia, las y los trabajadores de la salud hemos tenido múltiples problemas agravados por el vaciamiento del sistema de salud que se vienen profundizando por las políticas de desfinanciamiento de los gobiernos de turno.

Uno de los problemas que tuvimos que afrontar la mayoría es el trabajo sin Equipos de Protección Personal - EPP o con los mismos en cantidades insuficientes o de mala calidad, que son establecidos por el Ministerio de Salud y por los mismos protocolos de atención que publica el organismo. Eso no es menor, si hablamos de consecuencias, expresadas hasta el día de la fecha con la confirmación de doce trabajadores de la salud con coronavirus, casi el 12% de los contagiados actualmente en la provincia.

Como afirman las recomendaciones, los equipos de protección establecidos (barbijos quirúrgicos, N95, camisolines, guantes, antiparras, máscaras faciales , etc) se complejizan en relación a las funciones que realizamos las y los trabajadores de la salud, y el nivel de exposición, de contacto con pacientes, y de quienes asisten a hospitales y centros de salud con síntomas. Además del uso de los mismos, tenemos que contar en nuestro lugar de trabajo y sector con elementos de higiene y de seguridad, y con la organización de nuestro trabajo garantizando normas de distanciamiento social.

Eso no se puede llamar mascarillas, es una lámina de acetato y dos gomillas. Te hacen firmar incluso para recibirlas.

Sin embargo, si el mismo ministerio de salud y directivos, no garantizan insumos y elementos de higiene necesarios, si todos y todas las trabajadoras, más allá de su tarea, no tienen conocimiento de los protocolos establecidos para poder proceder con todos los recaudos, sino se garantizan los elementos de protección. Si no se dan las licencias de 14 días a quienes han tenido contacto estrecho con pacientes con coronavirus, a quienes tienen síntomas, o son personas de riesgo, o cuidan a personas de riesgo, sino se garantizan testeos periódicos, o a quienes lo soliciten por algún motivo específico, las y los esenciales empezamos a tener mayor riesgo de contagio y de contagiar a otros como viene sucediendo.

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Las máscaras de acetato y gomillas, es una clara muestra de cómo el gobierno regatea y trata de gastar lo mínimo en insumos y equipos de protección de calidad como si nuestras vidas no valdrían. Lo mismo ha sucedido con los camisolines que están distribuyendo que son prácticamente invisibles y descartables, o los barbijos de tela que nos dan a muchos, para no invertir en barbijos quirúrgicos, o que nos dicen que traigamos de nuestras casas, o cuando no hay alcohol en gel en cantidades necesarias, o insumos elementales como lavandina.

Bouhid dice en la conferencia que si no tenemos equipos de protección pidamos, pero yo pido y me dicen que no hay para todos.

El mismo ministro de Salud Gustavo Bouhid admitió que han gastado hasta el momento 200 millones de pesos durante la Emergencia Sanitaria por el Coronavirus, o sea menos alrededor de un 3.4 % del presupuesto de salud que tiene la provincia para el 2020, lo que da muestra que no es un problema de falta de recursos, sino de evitar tener más gastos para la salud. E incluso si fuese necesario más presupuesto, podría avanzar en el cobro de impuestos progresivos a las grandes fortunas en Jujuy, medida que tanto el gobierno provincial, pero también nacional se han opuesto.

Ante la circulación local del coronavirus, casi un centenar de casos confirmados, entre ellos varios compañeros de salud, vemos necesario que los únicos que podemos garantizar nuestro cuidado y protección somos los mismos trabajadores. Por eso es de urgencia continuar con nuestra organización en cada centro de salud, conformando comisiones de higiene y seguridad entre trabajadores para poder garantizar los EPP, como también definir de qué manera organizamos el trabajo para mantener normas de distanciamiento social, higiene y seguridad.

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Los camisolines de calidad, barbijos bicapa y tricapa de preferencia que podemos usar hasta 3 horas porque pierde la eficacia, las antiparras de calidad para brindar seguridad al operario. Los equipos de protección recomendados a quienes realizan limpieza que son quienes están muy expuestos al contagio y a trabajadores de otros sectores que quedan relegados pero que tienen contacto con pacientes. Los testeos periódicos para todos y quienes los pidan.

El agua caliente en varios centros de salud que no tenemos, las toallas de papel descartable, lavandina e insumos de higiene. La contratación con plenos derechos de enfermeras, agentes sanitarios, personal de servicio en general para cubrir las demandas y dar una buena atención a los pacientes y a la comunidad, las licencias pagas para quienes son de riesgo o tengan a cuidado personas de riesgo, el pase a planta permanente de todos los contratados, y salarios que partan de la canasta familiar son parte de las demandas que tenemos que levantar y defender ante el avance del coronavirus.

Las direcciones de los sindicatos de la salud como ATE/CTA, APUAP, ATSA, UPCN, se tienen que poner a la cabeza de impulsar las comisiones de trabajadores, como también los espacios democráticos para definir un plan de lucha por todas las demandas, más aún cuando nuestra salud y la de los pacientes están en riesgo.