En ocasión del décimo aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra, el Ministro de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires Andrés “Cuervo” Larroque tuiteó recordando al militante asesinado. Hace pocos días hablo de “amor” en la misma red social. Omisiones, falsesades y doble discurso en 280 caracteres.
Octavio Crivaro @OctavioCrivaro
Martes 20 de octubre de 2020 18:52
Twitter es una red para mensajes sumarios, breves. Cortitos y al pie. En un máximo de 280 caracteres, apenas un puñado de palabras, hay que desarrollar una idea, compartir un artículo, reflexionar algo. En tan acotado espacio, el Cuervo Larroque se las ingenió para dejar un mensaje con pretensiones de sensibilidad a 10 años del asesinato de Mariano Ferreyra, pero nos dejó un compendio de ausencias, doble discurso y ¿cinismo?
“Hace 10 años nos estremecía el asesinato de Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero. Néstor no salió indemne. @CFKArgentina garantizó que el crimen no quedara impune”, tuiteó el funcionario camporista. Un desprevenido podría hasta emocionarse con tan, en apariencia, desinteresadas palabras.
En primer lugar, no se sabe en qué contexto, ni a propósito de qué, ni por quién fue asesinado Mariano Ferreyra. El fusilamiento fue parte de un ataque artero y mafioso, con la impronta de la derecha sindical setentista, en manos de la patota de la Unión Ferroviaria. Fue como parte de la respuesta a la pelea que encabezaron los trabajadores ferroviarios de empresas tercerizadas que lograron el pase a planta permanente en una durísima lucha que apoyamos el PO, donde pertenecía Mariano, el PTS y muchas organizaciones más.
Las tercerizadas crecieron como hongos luego de un chaparrón, bajo la vera de la recuperación económica luego del 2002-2003. Sí, mientras la economía creció, crecieron también la precarización laboral, el trabajo en negro y los contratos basura. Y dentro de eso, creció el fraude de empresas tercerizadas que englobaron a trabajadores que, por hacer el mismo trabajo que los empleados de planta permanente, cobraban mucho menos y no tenían derechos laborales ni sindicales.
Eso fue un producto genuino durante los 12 años del kircherismo, que profundizó lo que ya había dejado el menemismo como herencia noventista. Algo que, por supuesto, no aparece en el regodeo de los relatos autoindulgentes del oficialismo.
Patotas nacionales y populares
La burocracia sindical fue de las que más aprovechó el fraude de las tercerizadas. En primer lugar, porque permitía dividir, debilitar y atomizar la fuerza de los trabajadores en cada actividad, licuando su poder de organización. Pero además porque las propias conducciones sindicales, con la ferroviaria a la cabeza, fueron beneficiarias económicas de ese modelo de estafa laboral: fueron y son titulares, dueños, de empresas que brindan empleados precarios a empresas privadas y al propio Estado. Esa podredumbre es la que estalló en el ferrocarril Roca.
El propio Estado, los gobiernos, fueron siempre cómplices e impulsores de esa “industria de la precarización laboral”. Y ahí está la foto de Cristina con la gorra de la Unión Ferroviaria como una de las infinitas confirmaciones de que el kirchnerismo auspició siempre a la burocracia sindical. Ahí están la zona liberada el día del ataque artero. Ahí está la campaña del gobierno contra la lucha de los ferroviarios, como pruebas vivientes de que Pedraza era kirchnerista y el kirchnerismo apoyó siempre a Pedraza.
La afirmación de que “la bala que mató a Mariano rozó el corazón de Néstor” esgrimida por la propia Cristina, es verosímil en la medida de que los gobiernos kirchneristas se basaron en un aval a esas formas de precarización laboral y en una férrea alianza con las conducciones burocráticas de los sindicatos, entre ellas la UF. El asesinato de Mariano es lógico que haya impactado sobre el propio gobierno y sobre Néstor Kirchner particularmente.
Alberto también se sumó con sus palabras al homenaje: “Hace 10 años era asesinado Mariano Ferreyra a manos de una patota que respondía a José Pedraza, en un crimen político que conmocionó a toda la sociedad. Mi abrazo a la distancia en este día a @PabloFerreryra y a sus familiares y amigos”. Habría que avisarle al desprevenido presidente que los tiernos muchachos sindicales con los que compartió el día de la Lealtad, son de la misma escuela que Pedraza y algunos incluso sacan peores notas que el pistolero ferroviario.
¿De qué amor nos habla Larroque?
Hace pocos días, citando a Alberto en el acto por el 17 de octubre, el funcionario bonaerense nos habló reiteradamente de “amor”. “Nacimos del amor de Perón y Evita, vivimos el amor de Néstor y Cristina, sentimos solo amor por nuestro pueblo. Acá hay ganas de poner a la Argentina de pie”, decía el presidente y citaba Larroque.
Curioso. El mismo ministro que buscaba emocionar diciendo que el proyecto del gobierno está fundado en el amor, junto a su jefe Kicillof hacían que las madres de Guernica reciban su día no solo con hambre y sin un hogar, sino con helicópteros que apuntaban con reflectores a esas familias sin techo como si fueran habitantes de un ghetto. Como si fueran familias palestinas, refugiadas, perseguidas.
El helicóptero que acosa a las familias en Guernica, hace semanas que tortura con el sonido enloquecedor de sus aspas y sus remolinos de aire, a familias que encima que no tienen casa, comida ni trabajo, reciben ese trato por parte del gobierno bonaerense. Los sectores más pobres, los más golpeados del pueblo no reciben, justamente, amor.
Desde el preciso momento en que esas familias dieron un paso al frente, aparecieron los halcones de Juntos por el Cambio pidiendo represión, palos, mano dura, con Cristian Ritondo y Patricia Bullrich a la cabeza. Pero desde también en ese mismo momento comenzaron amenazas, aprietes, extorsiones, calumnias por parte del gobierno bonaerense. Y hoy pende sobre sus cabezas la amenaza de la represión en manos de la misma Policía Bonaerense que asesinó a Maximiliano Kosteki y a Darío Santillán.
Diferentes navidades
Esas familias humildes, trabajadoras de Guernica, pasaron fríos extremos, calor, tormentas. Y ni Kicillof, ni Alberto ni Larroque dan respuestas. Cualquier especulador inmobiliario, “desarrollador” urbano o promotor de countries, obtienen tierras fiscales por su lazo con diputados, concejales o intendentes, y se llenan de plata con un Estado que les palmea la espalda con “amor”. A las familias de Guernica, les “ofrecen” tierras de acá a 6 meses, en un lugar desconocido, en condiciones que son una incógnita, y con una transición de medio año en condiciones de hacinamiento y precariedad, en medio de una pandemia.
Larroque y Kicillof proponen que ellos mismos y todos los funcionarios, los dueños de countries, los merecedores de la tapa de Caras, los ricos y privilegiados, brinden en navidad y año nuevo en sus cómodas casas, quintas y pisos en lugares paquetes. Y que las familias de Guernica sufran “las fiestas” en el medio del barro, el despojo y la incertidumbre. ¿De qué progresismo nos hablan? ¿A qué amor al pueblo se refieren?
Octavio Crivaro
Sociólogo, dirigente del PTS y candidato nacional por el Frente de Izquierda-Unidad en Santa Fe.