El fin de semana el gobierno de Luis Arce realizó una reunión de gabinete ampliado al que no pudieron ingresar senadores afines a Evo Morales, que respondió excluyendo de la participación de un ampliado del MAS a todos aquellos militantes que son funcionarios públicos. Juicios penales van y vienen mientras las expulsiones de renovadores del MAS no paran.
Martes 20 de junio de 2023 08:45
Las disputas internas en el partido que gobierna en Bolivia, el MAS, principalmente entre los llamados “renovadores”, encabezados por el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca, y los “evistas”, que responden al expresidente Evo Morales, empiezan a resolverse en el ámbito de la justicia penal.
Tres diputados afines a Evo Morales están siendo procesados por “injurias y calumnias” contra el gobierno de Luis Arce. Estos procesos fueron abiertos a partir de la denuncia de los ministros de Gobierno, Eduardo del Castillo, y de Obras Públicas, Edgar Montaño. Por su parte, Evo Morales alertó que desde el ministerio de Gobierno (similar al ministerio del Interior en otros países) se estaría cocinando un plan para “acabar” con el "evismo" ya sea mediante falsas denuncias o incluso hasta con la muerte del expresidente.
Si algo se ha venido consolidando en los últimos meses, es la oposición evista al gobierno de Arce. Esto se expresa en las constantes peleas intestinas del oficialismo que se llevan a cabo en el Parlamento donde el ala evista se ha constituido como una fuerte oposición a todas las medidas que intenta llevar a cabo el presidente Luis Arce. Obligan de esta manera a que el ala “renovadora” del MAS tenga que negociar su gobernabilidad ya no solo con la oposición “tradicional” sino que ahora lo debe hacer con la oposición de su “propio” partido.
El gobierno de Arce enfrenta en el parlamento la interpelación permanente a los miembros de su gabinete. Interpelaciones que han logrado sortear gracias a la imposición del mecanismo antidemocrático de aprobar o desaprobar la gestión de los ministros mediante el recurso del voto secreto, protegiendo de esta manera a los parlamentarios sean de la oposición interna, evistas, o de la oposición derechistas que deciden aprobar la gestión de los ministros. Este mecanismo, muy propio de la llamada "democracia pactada” que rigió el país durante el ciclo neoliberal hoy ha sido puesto nuevamente en marcha por el propio MAS para sortear las crecientes dificultades en la gobernabilidad estatal.
A esto se suma que Evo Morales realizó fuertes declaraciones contra Arce acusándolo de proteger el narcotráfico y la corrupción, como resultado del ampliado de las 6 federaciones del Trópico de Cochabamba que se llevó a cabo este pasado fin de semana en la localidad de Lauca Ñ. En dicho ampliado se desconoció la afiliación o militancia del MAS-IPSP de varios representantes del gobierno, como el ministro de Obras Públicas que fue expulsado del evento.
Sin embargo, lo que más destaca de este reciente ampliado es que de manera abierta declararon a Evo Morales como “candidato único” del MAS para las elecciones del 2025, buscando con esta resolución impedir la posibilidad de que Morales tenga que competir en las primarias de su partido, el próximo 2024, con los “renovadores” del MAS quienes estarían ya virtualmente fuera de esta formación política.
Evo Morales también advirtió de que hay que “cuidarse de Lucho Arce” en referencia al actual presidente. Este lunes denunció que recibió información por parte de algunos funcionarios del Gobierno, sobre que existe un plan para hacerle una “guerra sucia” buscando destruir su imagen con acusaciones falsas e incluso de que se buscaría atentar contra su vida.
Quiero que sepa el pueblo boliviano que compañeras y compañeros dignos y honestos del Ministerio de la Presidencia nos advierten de la guerra sucia para destruir nuestra imagen con acusaciones falsas. Estamos informados y tenemos los números de teléfonos que usan para sus…
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) June 19, 2023
En este escenario Álvaro García Linera , ex vicepresidente de Evo Morales, reapareció en público sosteniendo una política “unitaria” que, aunque inclinada detrás del evismo, alerta de los peligros de la división en el MAS y de cómo eso será aprovechado por la derecha que, aunque también dividida, ha mejorado sustancialmente su peso político en el país luego del golpe de Estado del 2019. García Linera, intenta moderar el discurso beligerante de Evo Morales a la par que va tomando distancia del gobierno de Arce. Es que en el MAS se están desarrollando los más diversos agrupamientos políticos, muchos de los cuales aún no toman partido entre el evismo y el arcismo sino que más bien juegan a dos bandas, esperando y calculando cuál de las fracciones tendrá más posibilidades de llegar al gobierno el 2025.
Pese a la dureza de los ataques que los diversos caudillos del MAS-IPSP se lanzan regularmente, lo cierto es que más allá de las acusaciones de prebendalismo, corrupción y deslealtad, no hay diferencias profundas de proyectos. Esto ya lo había manifestado hasta García Linera, reconociendo que las disputas tienen sus orígenes en los personalismos y ambiciones particulares de cada uno de los dirigentes del MAS.
Todas las fracciones han sostenido un acuerdo profundo en violentar los derechos de los trabajadores aeroportuarios, a quienes el gobierno del MAS ha despedido sin ni siquiera cancelar las indemnizaciones ni los derechos laborales. Lo mismo sucede con las y los trabajadores de la salud donde se mantiene la brutal precarización del empleo sostenida por el MAS y los burócratas sindicales de la COB (Central Obrera Boliviana). Estos son solo algunos ejemplos pero que muestran muy bien que a las distintas fracciones del MAS no las separa las políticas que ajustan los bolsillos y que vulneran los derechos laborales del pueblo trabajador, en eso coinciden.
En este escenario se hace urgente que las y los trabajadores del campo y la ciudad, de los sectores populares, así como la juventud obrera y campesina, de los pueblos originarios, el movimiento de mujeres y de las diversidades sexo-genéricas, planteen la necesidad de realizar un balance de los 17 años de gobiernos del MAS. Un balance con total independencia política no solo de las fracciones en disputa sino también de la derecha que pese a su fragmentación intenta capitalizar cualquier legítimo descontento y demanda.
Desde la Liga Obrera Revolucionaria (LOR-CI), organización que impulsa La Izquierda Diario Bolivia, llamamos a impulsar este debate crucial, para que, sobre la base de las lecciones revolucionarias de los grandes levantamientos como la guerra del agua o del gas y el ciclo político que abrieron, poner manos a la obra para la construcción de una alternativa política, socialista y revolucionaria, desde abajo. Una alternativa que se proponga combatir a las diversas variantes capitalistas en el país, sean estas de la derecha o de las fracciones reformistas del MAS. Tenemos que poner en pie un verdadero partido de los y las trabajadoras, socialista, revolucionario e internacionalista que aprendiendo de las lecciones del pasado se prepare para vencer.