Legisladores pospusieron la discusión para “eliminar” la práctica del "outsourcing", pero aunque este no se eliminaría realmente, más bien se regularía, los empresarios no quieren ceder ni un centavo en sus ganancias por la vía de elusión de impuestos.
Viernes 6 de diciembre de 2019
El legislador del Partido Encuentro Social (PES), Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo, presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados anunció ayer que se pospuso la discusión acerca de la prohibición del "outsourcing" (o subcontratación), pasándola a debates en “sesión permanente”, por lo que el debate para su aprobación no tiene una fecha clara ni definida. Algo que fue admitido por decisión unánime de esta comisión, según ellos, para ampliar el debate y análisis del dictamen y así poder “conciliar los intereses de todos”, vale decir, contar con la venia de los patrones.
Bajo esa premisa se realizarán foros por parte de los diputados, en donde estén involucrados representantes de los trabajadores y de los empresarios, argumentando “que deben escuchar a todos”, algo un tanto cuanto dudoso, porque cuando los trabajadores quieren ser escuchados se les cierran las puertas, por ello recurren a la movilización. En cambio cuando son los empresarios los que muestran sus quejas, entonces si se apela a que hay que "escuchar a todos", práctica que se repite incluso en tiempos de la 4T, demostrando la preferencia por los intereses patronales..
Ahora, ¿Por qué se está discutiendo esta iniciativa por parte de los diputados de Morena? De acuerdo a las propias declaraciones de Baldenebro es para evitar la evasión fiscal, ya que según las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social, y de Estudios Legislativos, dicha práctica ha permitido la evasión de 500 mil millones de pesos. Por dicha razón este órgano legislativo dio luz verde para aprobar el dictamen, sin embargo fue el propio Morena quien frenó la iniciativa, ya que Ricardo Monreal, coordinador de los senadores de ese partido pidió que ese tema sea analizado en Parlamento Abierto.
Y así es como la discusión de la nueva ley fue detenida, después de que la Iniciativa Privada (IP) expresara sus críticas y advirtiera de “los efectos devastadores” de su posible aprobación. Su queja la hicieron mediante el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el cual también dijo que:
“Estamos de acuerdo en la necesidad de replantear la figura de la subcontratación para evitar que existan abusos y exhortamos a que las autoridades ejerzan las facultades con las que ya cuentan para sancionar las prácticas ilegales. Sin embargo, esta iniciativa va mucho más allá de eso y tiene efectos contraproducentes”
“Estamos de acuerdo en la necesidad de replantear la figura de la subcontratación para evitar que existan abusos y exhortamos a que las autoridades ejerzan las facultades con las que ya cuentan para sancionar las prácticas ilegales. Sin embargo, esta iniciativa va mucho más allá de eso y tiene efectos contraproducentes”
¿Qué buscan Morena y los empresarios?
Y es que los legisladores han dejado muy clara su preocupación por la cuestión fiscal, no por la precarización laboral ni la decadencia del nivel de vida de los trabajadores. De hecho, si se analiza con más cuidado la propuesta del Morena, esta no apunta a la eliminación real del outsourcing sino su regulación, como declarara en algún momento Napoleón Gómez Urrutia, líder del sindicato minero; es decir, que todos los efectos sociales que este tiene sobre el mundo laboral no están siendo cuestionados.
Con la nueva legislación, el Movimiento de Regeneración Nacional busca por un lado hacerse de un poco más de recursos para su proyecto de gobierno y por el otro fortalecer su legitimidad, pero sobre la base de ofrecer migajas simulando, como si fuera una importante concesión para el sector obrero.
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El hecho que se posponga la discusión del dictamen, es porque causa inconformidad entre el sector empresarial, quienes se han beneficiado enormemente de los esquemas de precarización laboral, ellos protestaron porque no están dispuestos a ceder ni un centavo de sus ganancias, a pesar de que la nueva propuesta legislación en realidad no acaba y ni siquiera trastoca la evasión de impuestos y obligaciones contractuales que le proporciona el outsourcing pasando las parte de sus procesos productivos y servicios a terceras empresas.
Los resultados catastróficos a los que tanto apelan, no son tales, simplemente expresan que se oponen a cualquier tipo de regulación en el mercado del que son grandes beneficiarios, incluso si es una reforma minúscula como esta.
Como analizamos en este mismo diario, realmente no es suficiente la regulación de la subcontratación, sino que se requiere su abolición, la cual no se va a alcanzar por si misma dentro de los órganos legislativos ni por la buena voluntad de sus integrantes. Pero ¿cómo lograrlo? la clave es que los sindicatos tomen en sus manos la tarea de pelear por la basificación de los trabajadores precarios.
Esto plantea la necesidad de la unidad entre los trabajadores sindicalizados y los no sindicalizados y, por la tanto los más precarizados; para preservar las conquistas laborales que aún se conservan, recuperar los derechos perdidos y luchar por obtener más, ya que acabar con el outsourcing no es una cuestión fiscal, sino de conquistar mejores condiciones materiales e ideológicas para la clase trabajadora que sirvan para su fortalecimiento en el camino de su emancipación.