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Congreso. Ley de Alquileres: hay dictamen y siguen pendientes los reclamos para quienes necesitan un techo

Este miércoles finalizó el debate en comisión de Diputados sobre la Ley de Alquileres. Salió un dictamen de mayoría que propone mantener 3 años de contrato, actualización anual y por índice, y agrega “incentivos fiscales” a propietarios. Hubo otros dos dictámenes de Juntos por el Cambio y el Interbloque Federal como voceros directos del lobby. Los reclamos de inquilinos y sin techo que siguen sin solución. ¿Cómo sigue?

Jesica Calcagno

Jesica Calcagno @Jesi_mc

Miércoles 11 de mayo de 2022 21:32

Luego de más de un mes de debate en la Comisión de Legislación General, finalmente este miércoles hubo tres dictámenes para modificar la Ley de Alquileres. Vendrá un difícil camino cuando llegue al recinto de Diputados, que aún no tiene fecha.

El dictamen por mayoría, presentado por el Frente de Todos contó con 16 firmas. Propone mantener los 3 años de duración de contratos, actualización anual de los precios y el índice (que promedia salarios e inflación), que eran los puntos atacados por el lobby inmobiliario. A la vez, incluye “incentivos fiscales” a los propietarios que pongan viviendas en alquiler.

Como demostraron las exposiciones de las organizaciones de inquilinos, el problema de la oferta de viviendas para alquiler y sus precios se explica por la especulación que pueden hacer los grandes conglomerados de propietarios e inmobiliarias que sacan más rentabilidad si las tienen vacías. Por eso muchos habían propuesto impuestos a la vivienda ociosa de los grandes propietarios, y un plan de obras públicas para crear puestos de trabajo y las viviendas necesarias que den respuesta al grave déficit habitacional. El Frente de Izquierda Unidad fue vocero de estas iniciativas para apuntar al corazón de la especulación inmobiliaria.

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Los otros dos dictámenes (uno de Juntos por el Cambio y otro del Interbloque Federal), se ubicaron como voceros directos del lobby inmobiliario. En ambos casos se propone bajar a 2 años los contratos, que las actualizaciones puedan hacerse cada 6 meses y que las partes acuerden libremente sin obligatoriedad de ningún índice pre establecido. Impulsan modificaciones para que se imponga con todo su peso “la ley” del mercado inmobiliario. De parte de Juntos por el Cambio, dejaron sentada su intención de eliminar el registro de los contratos ante la AFIP, aunque no lo incluyeron en su dictamen. En el caso del Interbloque Federal, propusieron que haya “libre acuerdo” aunque con algún tope que no supere la inflación. En estos dos dictámenes también incluyeron la propuesta de “incentivos fiscales” a propietarios.

Desde los liberales, habló Carolina Píparo de Avanza Libertad (Espert) pidiendo directamente la derogación de la Ley de Alquileres, y que el Estado no se meta donde no lo llamaron. En lo que sí piden que el Estado se meta es para hacer “desalojos exprés”.

Los reclamos inquilinos sin respuesta

Las organizaciones de inquilinos e inquilinas, trabajadores y trabajadoras, mujeres que pelean por un techo, participaron con expositores en el debate de la comisión. Frente al ataque del lobby inmobiliario defendieron los puntos de la ley que dieron un piso de derecho. Pero también marcaron sus críticas, que no fueron contempladas en ninguno de los tres dictámenes.

Empezando porque el gobierno no hizo nada en estos dos años para que se aplique la ley, como demuestra el escaso registro de los contratos ante la AFIP y otras irregularidades. Solo el 9% de los contratos fueron registrados. El “mercado informal” de alquileres afecta especialmente a trabajadores y sectores populares.

Tampoco se atendió el reclamo sobre los precios iniciales de los alquileres, que siguen sin regularse y dan un gran poder a grandes propietarios para aumentar sin límites.

Uno de los problemas más urgentes es el de miles de familias sin techo, y especialmente de mujeres jefas de hogar que escapan de situaciones de violencia. Como contó Alicia Espinoza, vecina de la Villa 31 que fue desalojada y reprimida por el gobierno de Larreta: “No solo necesitamos una ley que nos ampare, sino planes de vivienda de calidad en todo el país para resolver el problema habitacional y generar trabajo genuino”. Al igual que las familias de Guernica en la provincia de Buenos Aires, que luego de la represión siguen sin obtener respuesta a su reclamo de vivienda. Nada de esto fue contemplado por ninguno de los bloques mayoritarios.

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Como han defendido algunas de las organizaciones de inquilinos e inquilinas y el Frente de Izquierda, un debate serio sobre el acceso a la vivienda tiene que incluir el problema salarial que afecta a millones de trabajadores y trabajadoras. Frente a una inflación que sigue creciendo, los salarios ni siquiera recuperaron lo perdido bajo el gobierno de Macri. Lorena Itabel, trabajadora y delegada del Ministerio de Economía, expuso en la comisión y contó: “Destino el 60% de mi salario en alquiler”. Es el propio Estado que la precariza con contratos hace 15 años y bajos salarios.

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¿Cómo sigue?

Los dictámenes tienen un largo y dificultoso camino para llegar al recinto: aún no hay fecha y la paridad y el “show de la polarización” entre las dos fuerzas mayoritarias complica la convocatoria a sesiones.

En el caso de la modificación de la Ley de Alquileres se añade otro problema para cuando llegue al recinto: Juntos por el Cambio (116), el Interbloque Federal (8), Provincias Unidas (4) y los liberales (4) podrían reunir una mayoría de 132 votos y comparten la defensa del lobby inmobiliario que se inclina a rechazar el dictamen de mayoría.

Hay alrededor de 2 millones de viviendas ociosas en Argentina, y 3,8 millones de familias con problemas habitacionales. Conviven a lo largo y ancho del país los enormes contrastes entre torres y casas de lujo con los barrios precarios sin los servicios básicos. Entre viviendas y oficinas vacías y familias durmiendo en la calle con sus niños y niñas. Los contrastes entre las enormes ganancias de unos pocos, y donde constructoras e inmobiliarias sacan gran tajada, y las mayorías trabajadoras que pierden su poder adquisitivo hace 6 años. Postales que seguirán sin tener respuesta mientras no se afecten los negocios de los grandes empresarios. Los poderes económicos corren con ventaja para hacer lobby en el Congreso, donde encuentran eco para defender sus intereses en la política tradicional. Los reclamos de las mayorías son más fuertes cuando se unen, se organizan y están en la calle.


Jesica Calcagno

Nació en Buenos Aires en 1984. Licenciada y profesora en Sociología (UBA). Acreditada en el Congreso.

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